Al mal tiempo, puerta cerrada
Lobera se enclaustra con sus futbolistas. Si la semana pasada arrancó con cambio de planes en la agenda, ahora se ha mantenido el guion. El técnico decidió variar el plan de trabajo, estableciendo el régimen de puerta cerrada para las sesiones de mañana, el jueves y el sábado.
Fuentes del club consultadas por este periódico descartan que esta medida del entrenador se deba a que exista temor a posibles protestas de la afición (como sucedió ayer en el estadio, sin ir más lejos) y aluden al carácter metódico de
Lobera para explicar este escenario que no se contemplaba. El preparador aragonés busca intimidad con vistas al encuentro del próximo domingo frente al Numancia, en el que podría introducir novedades significativas en el once al margen de tener que prescindir, por sanción, de Thievy y Murillo.Hermetismo y tranquilidad con el fin de activar a un equipo fundido, seco de victorias y goles en las últimas tres jornadas y que, como golpe anímico añadido, ya ha perdido la sexta plaza, la última que otorga posibilidades de ascenso a Primera.
Así, hasta el próximo viernes, en el estadio, no se podrá ver en acción a los futbolistas. Mañana, el jueves y el viernes, siempre en Barranco Seco, las puertas estarán cerradas para medios de comunicación y aficionados.
Lobera persigue, además, que no tengan publicidad las reuniones o instrucciones que pueda estimar oportunas en el momento clave de la temporada.