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Barraquer: el médico debe ser un miembro más de la familia

Saro Prieto/ EFE

Jueves, 26 de septiembre 2013, 16:10

El oftalmólogo Joaquín Barraquer, que con 86 años sigue en activo y es el actual patriarca de la saga de los Barraquer, pioneros cirujanos e investigadores desde el siglo XIX, explica a Efe que el médico debe ser un miembro más de la familia, que vea al paciente y hable con él "sin prisas".

Barraquer, que asiste en Tenerife al congreso de la Sociedad Española de Oftalmología, afirma que en ocasiones la medicina se ha deshumanizado por las prisas con las que los médicos tienen que ver a los enfermos.

En cambio, él asegura que en los cuatro despachos giratorios que tiene en su clínica de Barcelona, habla con cada uno de sus pacientes "sin perder el tiempo pero sin prisas".

Tercera generación de una familia de afamados oculistas, Joaquín Barraquer afirma que la tradición familiar la continúan sus dos hijos Elena y Rafael, y sus nietos que ya estudian medicina.

Señala que mantiene su actividad -el pasado lunes operó cinco cataratas en dos horas, ayudado por sus colaboradores- y afirma que lleva gafas bifocales "porque todavía no me ha dado por operarme".

El especialista indica que en Oftalmología se han dado avances muy importantes en los últimos años en materia como la cirugía de la córnea, la cirugía de la catarata o incluso en la cirugía del glaucoma que evita en algunos casos la ceguera causada por el daño que una alta presión ocular produce en el nervio óptico.

"Hay avances importantes pero hay otros seudoavances que no son sino meros cuentos y a los que no hay que prestar atención", dice este especialista, que considera muy bueno el nivel de la Oftalmología en España, donde conviven "las grandes figuras" y muchos y muy buenos profesionales.

La Sociedad Española de Oftalmología tiene 3.000 socios, aunque, según cálculos del propio Barraquer, puede que haya otros 1.000 especialistas que no están asociados. "Hay bastantes pero la atención oftalmológica debía cubrir todas las zonas", afirma.

Respecto a los avances en esta especialidad, Barraquer cita como ejemplo la intervención de cataratas y recuerda que su padre, Ignacio Barraquer, en 1917 diseñó una ventosa que permitía extraer la catarata del ojo, pero que precisaba de una lente con muchas dioptrías, por lo que él mismo continuó la investigación para mejorar la técnica y en 1958 halló un fermento que permitía sacar la catarata entera.

En la actualidad, afirma, se quita la catarata salvo su cápsula y se instala una lente que permite al paciente ver sin ningún tipo de problema.

También en los trasplantes de córneas se han producido avances importantes, especialmente en el tipo de prótesis que se instalan y recuerda que además de la querotoprótesis, que tiene una vida más reducida, se encuentra el autoinjerto que utiliza para ello un trozo de diente del mismo paciente.

Sobre el glaucoma, reconoce que es una patología complicada porque en ocasiones el paciente no es constante en el tratamiento, a pesar de ser una enfermedad crónica por lo que hay que tener especial vigilancia del enfermo.

Asimismo, señala la degeneración macular como otra de las patologías complicadas, ya que su origen se desconoce y requiere un tratamiento continuo porque el paciente puede perder la visión.

El especialista afirma que la primera revisión oftalmológica se puede hace a los ocho días de nacido un niño y destaca la importancia de estas revisiones en la infancia, ya que hay dos tipos de glaucomas y de cataratas congénitas que se deben resolver en la niñez.

Las revisiones anuales en los niños son suficientes y si todo marcha bien éstas se pueden espaciar en el tiempo, recomienda Barraquer, que recuerda que en su clínica trabajan 33 oculistas y 20 médicos internos residentes (MIR) hacen su especialidad.

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