O´Sole Mío Tafira, un clásico en la zona que sigue tan vigente como el primer día

Traspasar sus puertas es como jugar a detener el tiempo, sus salones, su barra, su decoración tan colonial y su horno de leña como corazón del local, se han mantenido como una constante a lo largo de los años y, probablemente por todo ello, es por lo que su público fiel, sobre todo familias, lo siguen eligiendo como el restaurante para disfrutar de la cocina clásica italiana sin adornos, en raciones más que generosas y en un trasiego, casi a diario, que garantiza la frescura del producto.

Empezando por sus entrantes, donde no fallan unas berenjenas a la 'parmigiana' o el siempre adorable carpaccio, siguiendo por sus ensaladas que son santo y seña de la escuela de Gero y donde toman protagonismo sobre las demás, la ensalada O´Sole Mío y la César, la favorita del público.

Las siempre crujientes focaccias que salen sin cesar del horno de leña y que llenan las mesas de una y otra sala porque si bien es verdad que la oferta es de lo más nutrida, en el O´Sole Mío Tafira de lo que más disfruta es de los clásicos de siempre, en un local que también sigue, a lo largo de los años, dando buen producto y servicio como siempre.

La variedad de su carta también queda de manifiesto en sus pizzas, sobre todo los fines de semana, cuando a buen seguro todos hemos advertido las colas que se generan en esa 'segunda puerta' desde donde atienden los pedidos para llevar. Pizzas clásicas como la margarita o la de jamón de siempre sirven como eje a la propuesta, pero a este restaurante tampoco le faltan otras más elaboradas y hasta con ingredientes más sofisticados, como su pizza boloñesa, la de jamón de parma y queso parmesano o la bomba con su salami picante.

Tal y como nos cuenta uno de los socios de O´Sole Mío Tafira, Antonio Wiott, a diario se elabora en sus cocinas todo lo que se sirve en sus mesas. Las pizzas, además, a vista del comensal, tanto en elaboración como en cocción desde un horno que conforma el epicentro del O´Sole Mío.

Ensaladas, platos principales y entrantes a dictado de las recetas clásicas italianas dan paso también, de manera destacada, a sus elaboraciones de pasta, elaborada artesanalmente y que cada día llega fresca al local. Con ella, reinan en carta las recetas de siempre como la carbonara o la de queso gorgonzola junto con otras que requieren de mayor creatividad, donde destaca con especial devoción por parte del público, la rellena de pera.

La gastronomía italiana también se pone de manifiesto, no dejando nada fuera de este criterio, desde los entrantes y hasta el cierre. Y, precisamente, estas últimas elaboraciones destacan porque a diario también se encienden los hornos o las batidoras de la cocina de O´Sole Mío para conseguir un irresistible tiramisú, uno de los más demandados o su golosa tarta de chocolate.

Un local que ha sabido mantenerse fiel a su demanda y sus principios: elaborar cocina italiana popular, adaptada a todos los paladares, en un ambiente tan acogedor y familiar como la atención de su equipo.

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