El Escondite de Mendizábal, un rincón en Vegueta lleno de sabor

Con una más que experimentada carrera, este equipo no llega de nuevas. Capitaneados por Joaquín, todos lo tienen claro: una sala cuidada, una terraza que invita a pasar mucho tiempo en ella, un servicio atento, de los que se esmera porque el comensal se sienta francamente bienvenido y mucho nos queda aún por contar de su deliciosa y siempre apetecible, oferta gastronómica.

La carta, bien estructurada y diferenciada, arranca con las siempre apetecibles tapas, variadas y contundentes, porque cada propuesta viene cargada de buena materia prima y bajo una cuidada ejecución. Desde el inicio, podrá observar que, en El Escondite se habla y se hace, buena cocina.

Nosotros nos decantamos por las empanadillas criollas, que ya van cogiendo fama propia y que ellos consideran, sin equivocarse, que son especialidad de la casa. La carne sabrosa, bien especiada y cortada a cuchillo. Un bocado que nadie debería pasar por alto.

Pero a ésta, también le acompañan otras elaboraciones, como los paquetitos de queso que en las mesas vecinas se iban repartiendo una y otra vez, o el humus de aguacate. Y como dato, hacen las papas bravas de verdad.

Variedad de ensaladas se conjugan a la perfección con las tablas, de jamón ibérico y de quesos canarios. Todo bajo una presentación que las hace aún más irresistibles. El tartar de atún debería ser de obligado disfrute y su ensaladilla, con mejillones en escabeche, también.

Pero si hay un plato es esta sección de la carta que llame a gritos, son las setas de temporada con yema de huevo. Un plato que preparan con esmerado detalle sin que le falte ni le sobre nada y, cada elemento, cocinado a la perfección.

Unos buenos huevos estrellados no podían faltar, un bacalao perfectamente confitado, tampoco, alternativas en pasta, como los espaguetis con gambones o los siempre deseables macarrones con albóndigas, sin que les falte el toque de queso parmesano y, redoble de tambores para su cuidada selección de carnes, sin duda, uno de los puntos más fuertes de este local.

Llegado a este punto lo mejor será dejarnos asesorar porque será la mejor manera de acertar. Y les llegará acompañada de verduritas y papitas.

Seguro que, como a nosotros, los animarán a que no dejen de probar una de las propuestas de cuchara de El Escondite. Al mismo Joaquín se le ilumina la cara cuando habla de los judiones o las garbanzas. Y les adelanto que, lleva toda la razón.

Coger sitio en El Escondite y no probar una cucharada de esos judiones, con sus horas de guiso, todo su compango y su mimo, estaría siendo una experiencia incompleta. Y para los amantes de los callos, aquí tienen un nuevo lugar donde se los harán rematadamente bien.

Si lo que le apetece es un aperitivo, atentos a su carta de Jerez, si prefiere hacer un tardeo o acompañar, ahora que está tan de moda, su cena o almuerzo con un cóctel, también.

Lo que sí que está claro es que, el nombre del local mucho no tiene que ver, porque sin duda, es un lugar que alegrará al comensal el haberlo descubierto.

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