Turismo y gastronomía, dos caminos que no van por separado
El pasado jueves en las instalaciones de CANARIAS7 tuvo lugar un encuentro tan especial como necesario | Promovido por SKAL Internacional y el Centro de Iniciativas y Turismo (CIT)
Un almuerzo como punto de encuentro de ambas organizaciones, SKAL Internacional y el Centro de Iniciativas y Turismo fue el pretexto perfecto para dar lugar a una conversación, a varias voces, organizada por estas dos entidades históricas que han ayudado a consolidar el modelo turístico de Gran Canaria, y juntas, abrieron un nuevo eje de reflexión: el vínculo entre turismo y gastronomía. Y lo hicieron convocando a cuatro voces autorizadas que son referentes en ambos sectores.
Tres chefs con estrella Michelin, Borja Marrero de Muxgo, Adrián García de Poemas by Hermanos Padrón, Germán Ortega de La Aquarela, y el director general de Cordial Hotels & Resorts, Nicolás Villalobos, cadena hotelera que también cuenta con estrella en Los Guayres, conectaron de manera ejemplar ambos mundos en una conversación muy generosa, pero sobre todo honesta.
La palabra más repetida de la tarde fue 'excelencia'. Una palabra exigente, pero inevitable cuando hablamos de cómo debe construirse el futuro de Canarias como destino gastronómico, más allá del sol, de la playa y de las suaves temperaturas que nos acompañan todo el año. Y la excelencia no solo como meta en sentido gastronómico, sino criterio de desarrollo turístico, motor económico de la isla, sin lugar a duda alguna. Tal y como apuntó Borja Marrerro, «debemos ser excelentes en todo lo que hagamos, ya sea una cafetería, un taxi o un menú del día o de un restaurante con estrella Michelin o Sol Repsol».
Respeto y conocimiento por el producto local, fueron otros de los temas que se pusieron sobre la mesa donde el chef de Poemas by Hermanos Padrón, Adrián García, destacó que no se trata de barra libre para todos, «nuestros productos, como el queso, son de lo más especiales y exclusivos y eso también se lo tenemos que hacer ver a quienes nos visitan. Si contamos la cantidad de millones de turistas que nos visitan al año, no tendríamos suficiente producción para abastecer tanta demanda.»
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Una cita con la excelencia en la mesa
También hubo espacio para los matices desde las preguntas del público que se sumaron a la jornada, todos especialistas en la gestión turística porque si algo quedó claro es que la excelencia no se sostiene sin estructura, como así apuntaron dos de los ponentes, Nicolás Villalobos y Germán Ortega coincidiendo en el reto, que ya se ha vuelto crónico, de la dificultad para atraer y retener talento tanto en cocina, como en servicio y en hostelería.
No se trata solamente de una cuestión de formación, sino de motivación, de estabilidad y de dignificación de los oficios. ¿Cómo aspirar a la altísima cocina si no somos capaces de construir trayectorias laborales donde las personas quieran crecer y quedarse? Sinergias que se deben crear entre el turismo y la gastronomía, ya se vuelven imprescindibles.
Durante años, estos sectores han recorrido caminos paralelos, pero, afortunadamente, cada vez más, transitan por un solo sendero, dejando que la cocina de territorio también se convierta en embajadora del destino. Y no hay mejor aliado para un restaurante que un entorno turístico que lo entienda, lo potencie y lo integre en su relato.
El evento organizado por SKAL y el CIT no fue solo una mesa redonda, también se desarrolló durante el mismo un almuerzo servido y guiado por el chef, José Rojano y con ello y su puesta en escena también se cocieron inercias empresariales.
Una llamada a pensar y repensar juntos cómo queremos que nos visiten, cómo queremos que nos saboreen, y en definitiva cómo queremos que nos recuerden.
Ya somos un destino con estrellas, con paisajes que emocionan, con planta alojativa de primer nivel y con productos incomparables, pero cada vez se hacen más necesarias estrategias compartidas y alianzas reales y la mejor de las conclusiones tras la jornada es que existen las ganas y la capacidad de promoverlas.