Elecciones europeas

Vox cumple sus expectativas y pide a Sánchez que convoque elecciones

Ni siquiera los tres representantes que logró el partido Se Acabó La Fiesta (SALF), la formación del activista Alvise Pérez, logró aguar una celebración que se trasladó a las afueras de la sede en Bambú 12 con pirotecnia incluida. «Nuestra conclusión es que Europa Viva24 ha ganado las elecciones europeas», proclamó el cabeza de lista al 9 de junio, Jorge Buxadé, un poco antes de la medianoche ante los medios.

Los de Abascal concurrían al 9-J con la determinación de dejar atrás la decepción que supuso no alcanzar la Moncloa en las generales del 23-J y de dar, junto a otras formaciones de la derecha radical, un cambio de rumbo en el Parlamento Europeo y la Comisión. Si bien la mayoría entre populares y socialdemócratas retendrá la Eurocámara pese a la sacudida de la extrema derecha por todo el continente, el resultado obtenido por Vox es más que suficiente para mandar un claro mensaje en clave nacional de cara a unas eventuales generales. Y más, tras el adelanto electoral en Francia consecuencia del descalabro sufrido en Francia por el presidente Emmanuel Macron.

Abascal se congratuló del «avance de las fuerzas patrióticas» y pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «una reflexión, que mire lo que han hecho en Francia y Bélgica y que disuelva las Cortes y convoque de nuevo elecciones».

Pero desconfiado de que lo haga, añadió que cree que hará todo lo posible por no responder ante la Justicia y los españoles: «Lo peor de Sánchez está por llegar y por eso debemos estar preparados. Que sepan que nos tendrán enfrente, cada días más fuertes».

Con estos números, Vox dobla su presencia en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), y que congrega a los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, entre otros partidos de ultraderecha como Ley y Justicia polaco. Pese a todo, el peso en la política nacional de Vox se queda todavía por debajo del de otros líderes europeos de su mismo espectro político como la propia Meloni en Italia, Le Pen en Francia tras su contundente victoria o el primer ministro húngaro Viktor Orbán.

Antes de conocer los resultados, el portavoz nacional, José María Fúster, afirmó que su partido ha actuado «como un pegamento esencial» durante estos cinco años para estas formaciones. «Nuestra labor fue esencial para unir muchas voluntades, aunque tengamos diferencias».

En Vox creen que en los casi diez años de proyecto ha demostrado que tienen un nicho de votantes fieles que no piensan regresar al PP o cambiar de opción. A lo largo de la campaña la alta dirección del partido se mantuvo muy cauta a la hora de valorar las estimaciones que le atribuían los sondeos y restaba importancia a las posibilidades de que la papeleta de SALF pudiera mermar sus posibilidades. Ni la irrupción de esta formación antisistema ni el triunfo del PP han impedido el crecimiento de los de Abascal, pero es difícil discernir si ha puesto techo a esa subida de la candidatura de Buxadé y Abascal.