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Imagen del Senado durante las sesiones del 'impeachment' contra el presidente Donald Trump, el pasado mes de febrero. Afp
La encrucijada del Senado

La encrucijada del Senado

Empate a 48 con los votos ya escrutados, pero las proyecciones en los cuatro estados que faltan otorgan a los republicanos el control de la Cámara Alta

Zigor Aldama

Jueves, 5 de noviembre 2020

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Todos los ojos del mundo están puestos en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero la superpotencia americana también elige a un tercio de sus senadores, que podrían resultar especialmente relevantes si el Partido Republicano logra mantener el control de la Cámara Alta, donde actualmente cuenta con 53 de sus cien miembros, y Joe Biden llega a la Casa Blanca. Es una posibilidad cada vez menos remota, porque, aunque anoche ambos partidos estaban empatados con 48 escaños y los demócratas le han arrebatado un senador a Donald Trump, los republicanos llevan ventaja en tres de los cuatro estados que aún no han concluido el escrutinio. Por si los comicios no fuesen ya suficientemente exasperantes, el resultado final podría no conocerse hasta el 5 de enero y quedar en manos del Estado de Georgia.

El Senado es clave en la adopción de políticas sociales y económicas que requieren un proceso legislativo. Ahí se encuentran, por ejemplo, ámbitos tan críticos como la sanidad, la inmigración o la energía, en los que republicanos y demócratas chocan de frente. Para que Biden pueda desarrollar su visión de Estado dejando una impronta indeleble en Estados Unidos, es necesario que el Senado apruebe sus propuestas sin obligarle a gobernar por decreto, una vía que Trump ha utilizado de forma habitual pero que puede ser fácilmente revertida por la siguiente Administración.

Lo saben bien los propios demócratas, porque llevan en minoría seis años, incluso desde antes de que Trump alcanzase la presidencia, y han sufrido las consecuencias de que los republicanos controlen la Cámara: en ese hemiciclo se pusieron primero trabas insalvables a Obama y se han confirmado después los tres jueces que Trump ha logrado sentar en el Tribunal Supremo, un número récord que ha escorado la balanza hacia el campo conservador. También en el Senado se frenó en seco el pasado 5 de febrero el 'impeachment' del actual presidente. Además de dar luz verde a leyes y nombramientos en las más altas instituciones, los senadores también determinan asuntos como la ratificación de tratados en los seis años que se mantienen en el cargo.

«Está siendo una gran decepción para los demócratas. Contemplaban diferentes vías para lograr la mayoría y, en este momento, parece que se han cerrado todas», afirmó ayer Jessica Taylor, analista de 'Cook Political Report', en declaraciones al diario 'USA Today'. «Tenía esperanza en una victoria contundente que incluyese darle la vuelta al Senado. Seguimos con un optimismo cauto, pero lejos del nivel de excitación con el que esperaba despertar el día 4», reconoció en la cadena MSNBC el senador electo por Colorado John Hickenlooper, el único que ha logrado arrebatarle el escaño a un republicano, Cory Gardner.

La cámara alta

  • 100 miembros componen el Senado de EE UU, dos en representación de cada Estado. Son elegidos cada 4 años. Está presidido por el vicepresidente del país, pero, en el día a día, ese cargo lo ejerce de hecho el miembro de mayor rango del partido que tenga la mayoría en la Cámara Alta.

¿Y el Congreso?

Una vez más, las encuestas han fallado. La victoria que le otorgaban a los demócratas en el Senado no parece que se vaya a materializar, y esa puede acabar siendo la única alegría que se lleven los republicanos. «Estoy convencido de que los sondeos los hacen siempre los liberales, porque parecen proyectar más un deseo que la realidad. También puede que sea porque hay muchos republicanos que prefieren no decir a quién votan o, simplemente, porque los sistemas no están diseñados para reflejar la situación actual. En cualquier caso, incluso si Trump pierde la presidencia, el control del Senado nos dará voz y voto en el rumbo que tome el país y permitirá poner coto a las medidas socialistas que trate de aprobar Biden», comentaba hace unos días el empresario JT Haynes a este periodista en Texas.

«Y ojo con lo que puede pasar también en el Congreso», avanzaba, quizá con excesivo entusiasmo. Aunque parece que los republicanos también darán la campanada en la Cámara Baja, donde han arrebatado de momento seis asientos a los demócratas, todavía están muy lejos de poder cantar victoria. La batalla anoche daba a los demócratas una ventaja de 29 escaños -209 frente a 190- y los dejaba a solo nueve de la mayoría. De esta forma, y con los resultados más probables en la actualidad, todo apunta a que los comicios ahondarán todavía más en la ya profunda división del país y continuarán dificultando su gobernabilidad en la legislatura que ahora se abre.

Importante límite sobre el presidente

El Senado tiene varios poderes exclusivos. El más relevante es que sin su ratificación no pueden salir adelante las decisiones del presidente en cuanto a tratados internacionales y sus nominaciones a cargos como embajadores, jueces del Supremo y miembros del Gabinete.

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