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El alquiler vacacional deja al residente sin vivienda

El alquiler vacacional deja al residente sin vivienda

CANARIAS7 organizó un debate esta semana con todos los sectores implicados en el alquiler vacacional. En el encuentro se dieron cita representantes de la FEHT, la Ascav, un experto y autor de un libro sobre la economía colaborativa, dos inmobiliarias y vecinos afectados por el boom de esta modalidad turística.

Jueves, 1 de enero 1970

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La irrupción de plataformas on line que permiten alquilar viviendas a los turistas sin ningún tipo de control (airbnb, homeaway, entre otras) está desestabilizando el mercado de la vivienda en Canarias y generando graves problemas en las zonas y barrios con más demanda. Los propietarios se están lanzando a esta modalidad de alquiler bajo la creencia de que se gana mucho dinero y discriminan a los residentes que no tienen otra opción que irse a vivir al extrarradio. Hay casos incluso en los que se presiona a los inquilinos de años y que pagan 400 o 500 euros al mes para que abandonen su piso para arrendarlo a turistas.

En algunas zonas del Archipiélago e incluso islas, como Lanzarote, ahora mismo no hay pisos disponibles para residentes y los que hay, tienen unos precios desorbitados. Los expertos advierten de una «deforestación» de la vivienda en Canarias por el alquiler vacacional.

La nueva fórmula de negocio ha disparado hasta un 50% el precio de los pisos y está generando problemas de convivencia entre residentes y turistas, que no siempre respetan las normas de las comunidades de vecinos. En ocasiones provocan destrozos de los que no se hacen cargo y molestias difíciles de soportar por el residente.

Sin embargo, no todo es malo. El alquiler vacacional es también una oportunidad para el Archipiélago. Esta modalidad de viaje tiene una gran demanda y su potencial de crecimiento a futuro superará con creces los dos dígitos.

Cómo lograr el equilibrio y acabar con las distorsiones

Canarias como gran potencia turística no puede poner puertas al campo y cerrarse a una demanda creciente pero, ¿cómo afrontarlo sin desajustes? ¿Cómo lograr compatibilizar el alquiler vacacional con la calidad de vida de los residentes? ¿Cómo conseguir que esta modalidad turística funcione sin vaciar de viviendas el mercado residencial?

Estas y otras preguntas fueron analizadas esta semana en la sede de CANARIAS7, en el marco de un intenso debate organizado por este periódico y en el que participaron todos los sectores implicados. Representantes de la patronal turística (Feht), de la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (Ascav), de las inmobiliarias Don Piso y Venportucasa Inmobiliaria, vecinos afectados por el alquiler vacacional y un profesor de la ULPGC, y autor de un libro sobre la economía colaborativa, debatieron durante casi dos horas para llegar a la misma conclusión: es necesario regular.

Según coincidieron los invitados, el Gobierno de Canarias debe «regular» pero tiene que hacerlo «bien» y teniendo en cuenta el bienestar de los canarios. «Sin prisas y conociendo a fondo el fenómeno» para evitar lo que ocurrió en el decreto de 2015, hoy recurrido en los tribunales y con sentencias que obligan a cambiar algunos de sus artículos centrales, como la prohibición del alquiler vacacional en zonas turísticas.

De hecho esa «mala» regulación y la falta de controles es en parte culpable del «desmadre» del alquiler vacacional, con cientos de propietarios entrando en el negocio como «aficionados» y vaciando el mercado del alquiler residencial. «Se está inflando una burbuja. De seis meses para acá es imposible encontrar un piso en zonas como Guanarteme o Las Canteras», indicó el bróker de Don Piso, Ángel Machín, quien advirtió de una «deforestación». «El alquiler residencial ha desaparecido. No hay», afirmó.

El agente de Venportucasa Inmobiliaria, José Saavedra, calificó el problema de «grave». «Hay que tener en cuenta que vivimos en islas y tenemos un flujo migratorio de trabajadores importante, de profesores, médicos, funcionarios de prisiones... y ahora mismo, no hay pisos. Alquilar una casa es caro y además lo tienes que hacer en el extrarradio, alejado del centro, que está copado por el alquiler vacacional», dijo.

El vicepresidente de Ascav, Javier Valentín, defendió la fórmula turística dentro de la legalidad. «No se pueden poner puertas al campo y si hay quien quiere alquilar su casa a turistas debe poder hacerlo. Eso sí, de forma legal. De lo contrario, que caiga sobre él todo el peso de la ley», indicó.

El profesor universitario, Jacques Bulchand, y autor del libro Una guía para entender la economía colaborativa, abogó por implantar fórmulas para controlar y ordenar el alquiler vacacional, aunque advirtió del riesgo de tomar medidas estructurales para un problema coyuntural.

La vecina de Las Canteras, Lorena Flores, y el de Guanarteme, Juan de Torres, se quejaron de los problemas que sufren cada día, con turistas que llaman a sus puerta «borrachos», que montan escándalo o hacen destrozos en la comunidad sin que nadie tome medidas. «Llamamos a la policía y no viene. No sabemos a dónde recurrir para poner las quejas», asegura Flores. Ellos consideran que el Gobierno de Canarias tiene que actuar de forma inmediata para ordenar esta modalidad turística. «¿Por qué tengo yo que vivir de esta manera o pagar más de comunidad por lo que hace esta gente?», se preguntó De Torres.

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