Díaz castiga a la CEOE: «El viernes subiremos mucho el salario mínimo»

El Ejecutivo, por tanto, lleva así adelante su advertencia de que si la CEOE no aceptaba el 4% que hay encima de la mesa, la subida será «más ambiciosa». La patronal, tal y como adelantó este martes este periódico, dijo este miércoles públicamente que dirá no el próximo viernes a elevar el salario mínimo al negarse el Gobierno a aceptar sus dos condiciones: indexar los contratos públicos a la nueva cuantía y bonificar las cuotas de los trabajadores del campo.

Fue el presidente de ATA, Lorenzo Amor, el encargado de avanzarlo y cargar contra lo que considera «castigo»: «Nosotros estaremos en la próxima reunión que se convoque, pero la respuesta ya la tienen. Y digo la tienen, porque es que, ante estas circunstancias, lo que nosotros no vamos a entrar es en el chantaje. El diálogo social es muchas cosas pero en el espíritu del diálogo social no tiene cabida ni la amenaza ni el chantaje», recalcó Amor.

No está de acuerdo con esta afirmación CC OO, que negó que haya «ningún chantaje encima de la mesa, sino que es una negociación. Y, lógicamente, el no acuerdo tiene que tener un coste», defendió el secretario general del sindicato, Unai Sordo, durante un desayuno con la prensa. Sordo instó al Gobierno a «ser valiente» y, una vez que CEOE se ha desmarcado de la negociación, elevar al menos un 5% el salario mínimo hasta los 1.134 euros, lo que –apuntó– son solo 152 euros más al año que la propuesta que hay encima de la mesa.

Pero Sordo también tuvo palabras de reproche para el Gobierno, al que criticó por «estar dejando languidecer» el diálogo social y llevarlo a un modelo de «mera consulta y a veces ni eso». Por ello, el líder de CC OO instó al Ejecutivo a «retomar el marco del diálogo social y la concertación social» y, para ello, escribirán formalmente una carta al presidente, Pedro Sánchez, para emplazarle a una reunión que defina el perímetro del diálogo social. En caso de que no hubiera respuesta o esta no fuera satisfactoria, Sordo amenazó incluso con llevar a cabo «movilizaciones».

Los sindicatos, al igual que la patronal, están muy molestos con el Gobierno por llevar a cabo reformas en la legislación laboral sin consultar previamente. El primer ejemplo que puso Sordo de incumplir el diálogo social fue modificar la reforma laboral, que pactaron hace apenas dos años, al introducir, sin avisar, un cambio en la ley para dar prioridad a los convenios autonómicos antes que a los estatales, una exigencia del PNV para apoyar la investidura de Sánchez. «No rechazamos el refuerzo del ámbito autonómico, pero una reforma tan sensible como es la estructura de la negociación colectiva debe hacerse como mínimo con los agentes que la llevan a cabo», reprochó el líder de CC OO.

Pero también criticó la forma de llevar a cabo la reforma del subsidio por desempleo, para la que tampoco hubo diálogo social, solo una consulta previa y luego una aprobación sin haberles siquiera enviado previamente el texto. «CC OO no va pasar porque se cambie un modelo de concertación y diálogo a uno que se base solo en la consulta a los agentes sociales y a veces ni eso. No se trata de hacer una norma y que te la pasen 24 horas antes y si haces alguna modificación, bienvenida sea, pero ya veremos si se incorpora o no», explicó.