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Buque metanero en el puerto de Bilbao. R. C.
La interrupción total del comercio con Rusia lastrará más el crecimiento y la inflación

La interrupción total del comercio con Rusia lastrará más el crecimiento y la inflación

El Banco de España apunta que la ruptura total recortaría 1,4 puntos el PIB y subiría otros 1,2 puntos los precios, sobre todo por el impacto de la energía

Martes, 31 de mayo 2022, 09:12

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El Banco de España ha alertado este martes de que una hipotética interrupción de las importaciones de materias primas energéticas procedentes de Rusia podría tener un efecto significativo sobre la economía española, que acarrearía un impacto sobre el PIB de entre un 0,8% y un 1,4% y un aumento de la inflación de entre 0,8 y 1,2 puntos porcentuales a lo largo del primer año respecto a un contexto sin esas restricciones.

Así lo señala el informe 'Consecuencias económicas de un hipotético cierre comercial entre Rusia y la Unión Europea', en el escenario considerado como más probable para el Banco de España, la reducción sería del 1,1% del PIB y el incremento de la inflación de 0,9 puntos porcentuales. Las previsiones del propio supervisor ya han sido rebajadas a la baja hasta el 4,5% y su estimación de inflación para todo el año se sitúa en el 7,5%.

«La dificultad para sustituir dichos productos a corto plazo supondría una reducción en la oferta de energía y un agravamiento del actual episodio inflacionista, lo que implicaría, por ambas vías, un lastre para la actividad económica», ha advertido el organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos en el informe.

En cualquier caso, el Banco de España ha subrayado que dado que la dependencia con respecto de la energía rusa es menor en España que en el resto de las economías europeas, los efectos sobre la economía serían notablemente más reducidos. En este sentido, ha señalado que en el caso de otras economías europeas, el impacto se situaría entre un 1,9% y un 3,4% para Alemania, un 1,2% y un 2% para Francia, y un 2,3% y un 3,9% para Italia. El impacto sobre el conjunto de la UE se situaría entre un 2,5% y un 4,2% del PIB y un incremento de entre 1,6 y 2,7 puntos en la tasa de inflación. «Estos valores deben considerarse como impactos a corto plazo y cuya magnitud iría reduciéndose según aumentase la capacidad de sustitución de las importaciones energéticas rusas», ha apuntado el organismo.

Las materias primas energéticas procedentes de Rusia son los productos cuya restricción de importaciones podría tener un mayor impacto sobre la actividad y los precios de las economías europeas.

La intensidad del impacto sería heterogénea entre los países de la Unión Europea (UE) en función de su dependencia energética de Rusia. Por ejemplo, en torno al 18% de los productos de la minería energética (gas y carbón) y el 9% de los productos derivados del petróleo que se consumen en la UE se importan de Rusia, frente al 3% y el 2,5%, respectivamente, en el caso de España.

Ahora bien, si la interrupción de las importaciones afectara solo a la minería energética (que incluye tanto gas natural como carbón), la repercusión sería mayor que en el caso de la suspensión de las importaciones de productos derivados del petróleo. En concreto, las proporciones aproximadas dentro de los efectos totales serían, respectivamente, del 70% y del 30%.

En líneas generales, los sectores más afectados serían aquellos más intensivos en el uso de energía, como son el transporte, la industria de metales básicos o la industria química, mientras que el efecto sería más limitado para los sectores de servicios, como las inmobiliarias, cuya actividad apenas se vería afectada. No obstante, la contracción del valor añadido en cada uno de los sectores se debe no solo al impacto directo debido al encarecimiento de la energía, sino también a la propagación de estos efectosdirectos a través de las cadenas de producción.

Por este motivo, el aumento de costes en algunos sectores con un papel central en las cadenas productivas, como, por ejemplo, el transporte o la industria química, repercutirá también sobre el restode las ramas, independientemente de la intensidad energética de estas últimas.

Además, el Banco de España señala que algunos sectores de la economía española como la fabricación de vehículos o la producción farmacéutica, tienen un alto nivel de dependencia de sus clientes y proveedores situados en otros países de la UE. Así, estos sectores se verían expuestos de manera indirecta a las limitaciones de producción en el resto de los países debidas a las restricciones energéticas.

Por último, en caso de un hipotético de un cese total de los flujos comerciales entre Rusia y la Unión Europea, el impacto en el PIB español sería de -1,8%. Es decir, implicaría una caída adicional de 0,7 puntos con respecto al escenario central de cese de las importaciones energéticas (1,1%).

Suministro garantizado

El presidente de Sedigas (Asociación Española del Gas), Joan Batalla, ha asegurado que el suministro del gas se encuentra «garantizado» de cara al próximo invierno gracias a la «diversificación» del sistema español. Las palabras de Batalla llegan apenas unas horas después de que la Unión Europea haya decidido vetar las importaciones de petróleo ruso de forma parcial a finales de año como represaria a la invasión de Rusia, y ante las negociaciones de los socios comunitarios para abordar ese mismo veto en el caso del gas, del que Europa depende en un 40% de Rusia.

El responsable de la organización gasista, que este martes celebra su reunión anual en Madrid, ha recordado que España tiene «una infraestructura moderna y resiliente» y un abanico de proveedores cada vez más amplio, que van más allá de Rusia, de donde España importó apenas un 8% del gas el año pasado. En concreto, ahora llega gas de 14 países diferentes a través de las seis regasificadoras en activo, que representan un 25% de todas las disponibles en Europa.

Además, en términos de almacenamiento, España representa un tercio de todas las reservas disponibles en Europa. En estos momentos, el sistema tiene reservas que representan un 66% de toda la capacidad disponible, a las puertas del verano, una etapa de menor consumo de gas. De cara al invierno, la UE recomienda hasta un 80% de almacenamiento disponible, una cifra que, según Joan Batalla, en España no ofrecerá ningún problema alcanzar a pesar de la conflictividad bélica en Ucrania y su impacto en el sector energético.

No ocurre lo mismo en términos de precios. El presidente de Sedigas ha reconocido que para lo que queda de 2022, el coste medio del gas en el mercado internacional se moverá en torno a los 70 euros/MWh. Es una cifra claramente inferior a los máximos registrados en marzo, cuando alcanzó los 210 euros/MWh por la guerra, aunque superará la referencia de 2021, cuando se movió en torno a los 40 y 50 euros/MWh, precisamente el tope propuesto por España y Portugal a Bruselas.

Ante esta evolución elevada de costes, Sedigas insiste en aplicar «las normas europeas que aún no se encuentran en marcha», como la rebaja de impuestos, en lo relativo al IVA o al Impuesto de Hidrocarburos. En el primer caso, se encuentra rebajado del 21% al 10% en la factura de la luz desde el pasado mes de junio. Joan Batalla ha insistido en que el límite al precio del gas, que aún debe avalar la UE para la 'excepcionalidad ibérica', «debe reconocer los costes reales de generación eléctrica a partir del gas natural». Se refiere al gas que usan las centrales de ciclos combinados, que representan un 16% de todo el 'mix' eléctrico «pero que son imprescindibles para la seguridad» del suministro. «No se trata de una ayuda ni un subsidio», ha recalcado Batalla, «sino de compensar los costes reales» en un país donde no hay recursos propios de gas natural.

Desde Sedigas también apuntan medidas estructurales de largo plazo, como la apuesta por los gases renovables para convertir a España «en un hub de gas renovable a nivel europeo». Batalla ha considerado que las actuales redes pueden servir también para este producto renovable de cara al futuro, al tiempo que ha insistido en la necesidad de poten ciar las interconexiones con la UE, que ahora se encuentran en mínimo.

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