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Causas por las que puede fallar la calefacción del coche

Causas por las que puede fallar la calefacción del coche

Puede parecernos descabellado poner la calefacción en pleno agosto, pero cada dos meses unos minutos sin que tan siquiera nos encontremos dentro, puede servir para que no se averíe por falta de uso

S. M.

Madrid

Jueves, 19 de noviembre 2020, 09:56

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Cuando comienza la época de frío, seguro que más de uno ha entrado en el coche, helado, y ha intentado poner la calefacción del coche sin éxito. Y es que no se puede esperar a entrar en plena época invernal para realizar un correcto mantenimiento de elementos tan fundamentales como este. Puede parecernos descabellado poner la calefacción en pleno agosto, pero cada dos meses unos minutos sin que tan siquiera nos encontremos dentro, puede servir para que no se averíe por falta de uso (al igual que ocurre con el aire acondicionado).

Y es que son múltiples las causas, tal y como detallan desde SPG Talleres, que producen que deje de funcionar. La principal por la que suele fallar la calefacción del coche es la falta de uso, lo cual provoca que la válvula de paso de refrigerante se resienta. Otras causas que podrían determinar en tu taller mecánico de confianza serían el mal funcionamiento de la bomba de agua eléctrica; un fallo en el termostato; un taponamiento interno de algún manguito de agua, o por un fallo en las electroválvulas.

Una última causa puede ser debida a que algún componente del motor no esté funcionando adecuadamente y con ello, que no se alcance la temperatura adecuada (la calefacción, excepto la que funciona de forma eléctrica, se pone en marcha aprovechando el calor producido por el motor, que es dirigido hacia el interior del vehículo).

Asimismo, evitando malos hábitos podemos asegurar gran parte de su correcto funcionamiento cuando más lo necesitemos. Por ejemplo, es importante que no lo encendamos nada más poner en marcha el coche. La calefacción, al contrario que el aire acondicionado y tal como hemos visto al comienzo, aprovecha el propio calor del motor (lo cual, al contrario de lo que algunos puedan llegar a pensar, produce un consumo mínimo de combustible), por lo que si lo activamos cuando éste ya esté caliente, evitaremos su sobreesfuerzo o que circule aire frío que hará que tardemos más en calentar el habitáculo.

Si además de esperar unos minutos a encender la calefacción, la redirigimos adecuadamente para que abarque un mayor espacio a calentar, conseguiremos una temperatura confortable en menor tiempo. Para ello redirige la circulación hacia los pies y hacia el parabrisas.

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