El grupo Martinón y los trabajadores recurren la adjudicación de los activos de Santana Cazorla en la subasta
La entidad División Turística Valle Taurito (del grupo Grumasa Martinón) y el comité de empresa de Mar Abierto solicitan la nulidad del auto por el que resultaron adjudicatarios Lopesan y Servatur. Entre otros argumentos Martinón dice que Lopesan no defiende la estabilidad del empleo
La subasta de los hoteles y demás activos -solares edificables y locales comerciales, entre otros- de la empresa Mar Abierto, filial del grupo Santana Cazorla, se complica en la fase final de liquidación y una vez que han resultado adjudicatarios las empresas Lopesan y Servatur.
De un lado, el grupo Grumasa Martinón, que había presentado oferta para hacerse con parte de los activos adjudicados a Lopesan -entre ellos los tres hoteles de Taurito y que gestiona actualmente a través de la marca Livvo- y de otro, los trabajadores del comité de empresa de Mar Abierto, han solicitado al juez de lo Mercantil 1, Alberto López Villarubia, que pare la adjudicación por distintas razones. Ambos presentaron sus recursos el mismo día, este miércoles 24 de septiembre y parte del planteado por Grumasa Martinón se basa en el apoyo explícito que los trabajadores dan a su oferta frente a la de Lopesan, al que ataca duramente en su escrito y al que acusa de «tergiversar» el procedimiento.
Como se recordará, Lopesan se ha hecho con los cuatro hoteles de Mar Abierto en Taurito (Lago, Valle, Costa) y el de las Tirajanas (en concesión administrativa) 26 locales comerciales y dos solares edificables en Meloneras por un importe total de 97 millones mientras que Servatur se quedó con un solar edificable en Arguineguín por 2,6 millones, según el auto publicado el pasado 17 de septiembre por el juez de lo Mercantil 1 y en el que instaba al administrador concursal a comunicar ya a los ganadores de la puja la adjudicación de los bienes.
En el caso del grupo Grumasa Martinón, ha presentado un recurso de reposición a través de la sociedad División Turística Valle Taurito y como «tercero con interés legítimo» tras haber participado en la subasta y haber presentado oferta por los hoteles y los locales comerciales de Santana Cazorla sin haberla ganado por un escaso margen de 1.000 euros.
Noticias relacionadas
Martinón considera que el auto del juez instando al administrador concursal a comunicar ya a Lopesan y Servatur que son adjudicatarios es «nulo de pleno derecho» al haber vulnerado el procedimiento en varios artículos de la Ley Concursal. De entrada, se apunta en el recurso que no se dio audiencia previa a los representantes de los trabajadores a pesar de que al Juzgado le constaba expresamente el interés de personarse en el procedimiento, «causando indefensión».
En el recurso se apunta que, aunque el juzgado trate de dar esa audiencia a posteriori, antes de la adjudicación definitiva, no convalida el trámite legal preceptivo. Hay que recordar que los trabajadores se han manifestado a favor de Martinón al entender que Lopesan no garantiza la continuidad de su empleo. «Esta falta de audiencia previa a los representantes legales de los trabajadores es especialmente grave en este asunto (...) porque el mantenimiento del empleo en una actividad como la hostelería es un elemento esencial para el funcionamiento mismo de la empresa, algo que las ofertas de grupo Lopesan no garantizan en modo alguno o lo hacen en mucho peores condiciones» que Martinón, según se recoge en el recurso.
En segundo lugar, desde Grumasa Martinón se entiende que en el procedimiento no se respetaron las reglas de la subasta conforme al propio pliego. Como se explica en el recurso, en el auto se ha vulnerado la valoración de las unidades productivas, en concreto, de los hoteles, que han sido valorados como «meros inmuebles» en lugar de como unidades productivas con condiciones en el pliego del concurso distintas. Como recoge el recurso, no solo se tendría que haber tenido en cuenta la mejor oferta económica presentada (1.000 euros distaban a Lopesan de Martinón en la oferta por los hoteles) sino también la «incidencia de la oferta» en los trabajadores. En este sentido, como se ha señalado anteriormente, Martinón considera que su oferta es más ventajosa para las plantillas que la de Lopesan.
También considera el grupo Grumasa Martinón que el auto del juez del 17 de septiembre «vulnera» las facultades del administrador concursal, que entre otras cosas y como recoge el pliego de este concurso, «tiene competencia exclusiva para valorar las ofertas de las unidades productivas» y su criterio debe ser tenido en cuenta para valorar el importe ofertado de las unidades productivas «y su perímetro». Además se le da competencia exclusiva, según este recurso, para acordar una última subastilla entre los dos mejores postores. En su opinión, ninguno de estos pasos se han dado y por tanto, el auto «debe ser anulado y dejado sin efecto». «El auto desatiende la relevancia del mantenimiento del empleo, la continuidad de la actividad y la protección de los contratos esenciales para el funcionamiento de las unidades productivas», se apunta.
Para Grumasa Martinón no se ha ponderado de forma adecuada los 1.000 euros de diferencia en la oferta de los hoteles ni el respaldo que las plantillas daban a la oferta del grupo Martinón como actual gestora de los hoteles a través de Livvo frente a la de Lopesan, al que apuntan de «poner en riesgo» la estabilidad laboral y la viabilidad de las instalaciones, «ya que no asume la totalidad de la plantilla ni garantiza la subrogación en contratos esenciales tales como lavandería, parque acuático o aparcamientos, cuya resolución provocaría despidos, pérdida de derechos sociales y graves disfunciones para empleados, clientes y operadores turísticos».
Grumasa Martinón va más allá y considera que existe un conflicto de intereses y falta de imparcialidad de Lopesan al tener una «relación empresarial continuada» con los hermanos Santana Cazorla a a través de su participación a través de Anfi del Mar. «Grupo Lopesan ha actuado sistemáticamente en beneficio de sus propios intereses y no en el interés del concurso, procurando la adjudicación de los activos de Mar Abierto en perjuicio de los acreedores y con la finalidad de perjudicar a su competidor», se indica en el recurso, en el que se pone en duda que Lopesan se haga con derechos económicos de uno de los socios.
En cuanto a los trabajadores, en su escrito de reposición reclaman su derecho a personarse en el procedimiento para defender los derechos de los trabajadores. Denuncian que no se les ha dado trámite de audiencia previo a la adjudicación y reclaman la nulidad de la adjudicación para ser escuchados antes de otorgar los bienes. Los trabajadores han cerrado filas junto a Martinón, que es el que actualmente gestiona los hoteles de Taurito en concurso bajo la marca Livvo.