Las empresas españolas se comprometen a un 2022 con parámetros más sostenibles

Morán participó 'online' junto al economista, exministro de Administraciones Públicas y presidente de Red Eléctrica Española hasta 2020 Jordi Sevilla, en el Impact Hub Piamonte 'Retos y Oportunidades para un Futuro Sostenible', en el que intervinieron además representantes de empresas líderes y emergentes y emprendedores con impacto positivo.

El secretario de Estado de Medio Ambiente subrayó que para transicionar hacia esta «nueva cultura» y construir sociedades más responsables, es imprescindible la educación; y para los que están fuera del ámbito educativo, se ha de incidir en la información, la comunicación, la publicidad y la mercadotecnia, que han de cuidar los mensajes que emiten a la sociedad.

«En la actualidad los programas educativos son muy diferentes a los de hace dos o tres generaciones, pero el problema es que no podemos esperar dos o tres generaciones más para un nuevo cambio», señala Morán, que lamentó la situación de desgaste en la que se encuentra el país tras la pandemia, «a la que se suman desastres globales anteriores como el cambio climático o la pérdida de la biodiversidad, que están alcanzando límites insoportables».

Insistió en que si se asume que no se puede «seguir esta deriva», es importante interiorizar que en este proceso de transición no se ha de reconstruir el pasado, sino «construir un nuevo futuro, identificando las oportunidades que pueden surgir en cada ámbito».

Asimismo, señaló como reto fundamental el cambio cultural y en los patrones de consumo, que serán los que permitan hacer frente a otros muchos desafíos como, entre ellos, la crisis climática.

Jordi Sevilla analizó las oportunidades derivadas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, así como las tendencias del contexto económico en el marco de los Fondos Next Generation de la Unión Europea, y la importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).

Para ello insistió en que no se ha de calificar la pandemia como «crisis económica», más bien «sanitaria con impacto económico», lo que la convierte en diferente e inequiparable a la de 2008 y para la que los gobiernos han respondido de una forma distinta.

Asimismo, insiste en que «los fondos no son de recuperación, sino de reestructuración de la economía y las empresas hacia lo verde y lo digital».

El rescate para la UE sometió a los países a condiciones pactadas, no impuestas; por primera vez, se emitió deuda conjuntamente para financiar un proyecto común, lo que estableció las bases de lo que Sevilla califica como «un tesoro comunitario de la UE», por primera vez desde 1955.

En el caso de España, Jordi Sevilla resaltó que la inversión está destinada a fines y propósitos concretos con un impacto determinado, esto es, los fondos están destinados a financiar proyectos y no territorios, por lo que «analizar fondos que financian proyectos en términos territoriales es poco riguroso».

Sin embargo, «podría haberse hecho de otra manera», declaró, ya que teniendo la oportunidad de hacer algo innovador con colaboración público-privada que no se había conseguido con fondos tradicionales, se ha premiado más la comodidad, no se han modificado normas y reglas, y se ha perdido el impulso transformador, la fuerza innovadora e incluso la astucia en los proyectos.

Sostuvo que «lo que hoy está ocurriendo, hace tan solo 20 años era impensable», lo que demuestra que las cosas pueden cambiar y depende de la ciudadanía, el sector civil, las empresas, las ONGs o el tercer sector, «que tienen más fuerza y poder» del que muchas veces se cree.