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Efe

La cesta de la compra se dispara en abril con el IPC en el 8,3%

La inflación tocó techo en marzo rozando los dos dígitos, pero el abaratamiento de la energía y la subvención a los carburantes ha logrado reducir la tasa un punto y medio

Viernes, 13 de mayo 2022, 08:04

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En marzo la inflación llegó a su récord rozando el doble dígito (9,8%), la tasa más alta en cuatro décadas, pero en el mes de abril la situación se moderó ligeramente hasta el 8,3%, según confirmó este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). La inflación de abril fue punto y medio más baja que la de marzo, pero aún así la más alta desde 1986.

Esta gran bajada se debe, sobre todo, a la luz y a la gasolina. Por un lado, porque la electricidad ha comenzado a bajar de precio por el abaratamiento del gas natural, el aumento de la producción eólica y fotovoltaica y el menor consumo de los hogares por la llegada de la primavera. Y, por otro, por el descenso del coste del petróleo en los mercados -aunque sigue por encima de los 100 dólares por barril- y la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante aplicado en las gasolineras desde que entró en vigor el 1 de abril el plan anticrisis del Gobierno.

De hecho, frente a la subida del 61% que marcó la electricidad en la inflación de marzo, en abril se sitúa en el 33,7%, mientras que las gasolinas habían sufrido un incremento del 38,8% en marzo que ahora se modera al 29,9%. Pese a ello, siguen siendo los dos elementos que más tiran de la tasa del IPC hacia arriba, aunque no son los únicos. Los datos del INE revelan que los precios de los alimentos registraron en abril una tasa del 10,1%, tres puntos más que en marzo, destacando el encarecimiento de la carne, el pan, las legumbres y la leche.

También suben los hoteles y restaurantes, que marcan una tasa del 5,8%, casi un punto y medio más que en marzo. Y el ocio y la cultura suben casi dos puntos hasta el 2,9%.

Suben los huevos, la leche y los cereales

Más en detalle, desde abril del año pasado los aceites se han encarecido un 48,4%, seguido de la calefacción un 35,2%. Superan los dos dígitos también los huevos (21,6%), la leche (13,2%), los cereales (13,7%), así como la carne de ave (12,7%), la carne de vacuno (11,4%) y el pan (10,1%).

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos aseguran que ha sido una «rebaja significativa que rompe la tendencia alcista de los últimos meses, en la que se pueden apreciar los primeros efectos de las medidas adoptadas por el Gobierno para paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania, para reducir el coste de la energía para las familias». Asimismo, reconocen que a esta reducción ha contribuido también la «desaceleración» de los precios de la electricidad.

En el Ejecutivo esperan que la inflación siga su bajada los próximos meses gracias a la limitación de los precios del gas que este mismo viernes se aprueba en Consejo de Ministros extraordinario, lo que permitirá reducir «sensiblemente» el precio de la electricidad. «La bajada en la factura de la luz de los hogares y de las empresas se producirá cuanto antes», argumentan.

En tasa mensual (abril sobre marzo), la inflación baja un 0,2%, su primera caída tras dos meses de alzas. Con las cifras sobre la mesa, de marzo a abril destaca la caída de los productos energéticos (-13,5%), los combustibles (-6,4) y la calefacción (-14%). Por el contrario, lo que más subió de precio fue el aceite (15,6%), las legumbres (12%) y las prendas de vestir de niño y bebé (12,3%).

Inflación subyacente en el 4,4%

El problema ahora es la inflación subyacente, que permite observar cómo la tasa de IPC no es tan alta solo por la electricidad y la gasolina, sino que el incremento de precios es generalizado. Este indicador, que no tiene en cuenta energía ni alimentos frescos, subió en abril un punto hasta situarse en el 4,4%, la más alta desde diciembre de 1995.

Un problema para la economía española ya que es una tasa que «tiende a perpetuarse en el tiempo» y es más elevada que la media europea, lo que supone «pérdida de competitividad para España», explica a este periódico el director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, que asegura que la inflación subyacente es el «principal barómetro de la marcha de la economía». El economista advierte además de que esta es la medida que el Banco Central Europeo (BCE) mira para ajustar sus tipos de interés.

Por su parte, el IPCA, que proporciona una medida común de la inflación para poder hacer comparaciones internacionales, se situó en el 8,3% en tasa anual, un punto y medio por debajo de la de marzo.

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