Viera sigue en las mismas: quiere irse pero no hay acuerdo

Jonathan Viera jugó ayer con la UD y, que se sepa, no se ha despedido del club como se había especulado en las horas previas al choque. El futbolista quiere irse al Beijing Guoan después de que trascendiese la oferta de la entidad china, que le pone encima de la mesa cinco millones netos por cada una de las tres temporadas que le pretende firmar.

Sábado, 17 de febrero 2018, 22:11

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Hasta ahí, todo claro. El escollo para que pueda hacer ya las maletas viene porque Miguel Ángel Ramírez, en representación de los intereses de la UD en calidad de máximo mandatario, establece un mínimo de 18 millones de euros para acceder a su venta y, considerando que Las Palmas únicamente posee el 60% de sus derechos federativos, la única manera de llegar a este montante es satisfaciendo el pago de su cláusula de rescisión, que asciende a 30.

Desde el Beijing Guoan se ha ido subiendo la cantidad por los servicios de Viera hasta 23, pero, hasta el momento, no se ha movido de este techo, insuficiente a todas luces a ojos de la UD. En la zona noble del Gran Canaria recuerdan que no tienen necesidad alguna de vender al capitán, como ha reiterado públicamente Ramírez cada vez que le han preguntado al respecto, y la única manera de cambiar de planteamiento es cubriendo las demandas económicas que Las Palmas impone. «Y mientras no sea así, que no ha sido, no hay nada que hablar», deslizan fuentes oficiales de la entidad, que desmienten acercamiento alguno con los ejecutivos asiáticos, aunque tampoco se cierran a novedades.

«Se puede ir mañana mismo o jugar en Leganés. Estamos abiertos a lo que pueda ocurrir porque aquí todo puede cambiar en cuestión de minutos. Hoy no hay nada. Pero una llamada de teléfono varía todo si se ajusta a lo que queremos», insisten desde la UD a propósito de Viera.

Las partes ya se han puesto en todos los escenarios posibles. Viera en que termine quedándose, pese a haber dejado claro ya que la oferta es irrechazable. Y en la UD valoran también el impacto que tendría su salida aún dejando las arcas repletas hasta arriba de millones. Elucubraciones al margen, la única realidad tangible es que a Jonathan le liga un contrato hasta 2021 que debe respetar. Ya descartó, en su comparecencia pública del pasado martes, que fuese a tomar medidas de presión, tales como declararse en rebeldía, en el caso de que la operación se siga dilatando. «No quiero que se siga mareando la perdiz», expuso a modo de deseo. Pero los plazos que él y su entorno manejaban, con insinuaciones, incluso, de que ya no jugaría ante el Sevilla, no se están cumpliendo.

Corre el calendario y los márgenes en el mercado de fichajes en China se agotan. Cerrará a final de este mes, con lo que el calendario ya corre en contra. Por si fuera poco, el Beijing, en previsión de que lo de Viera pueda torcerse definitivamente, ha explorado otras alternativas. Ya es pública la opción de Iago Aspas, delantero internacional del Celta de Vigo, y también han preguntado en la Bundesliga por hombres de ataque. Los siete intermediarios que hay implicados en la operación de Viera lo saben y ven peligrar sus comisiones de mantenerse el inmovilismo. Aunque una llamada de teléfono...

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