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La situación de Álvaro Valles en la UD no depara avances, ya con el mes de agosto en curso, algo que en el club no inquieta, dadas las previsiones de que su caso agote los plazos del mercado estival de fichajes, que conluye el próximo 30 de agosto. «Es posible que haya que esperar hasta última hora para que se resuelva todo», deslizan desde Pío XII al respecto. Con Cillessen y Horkas fichados para la portería y el meta andaluz deseando irse al Real Betis, con el que el presidente Miguel Ángel Ramírez ha desvelado que ya tiene un acuerdo cerrado, las partes están condenadas a entenderse. Es inviable la continuidad de Valles y en la UD ya han hecho números a propósito de su venta.
La UD y Valles asumen con resignación la espera por un Betis que no termina de llegar a la cantidad que desbloquearía esta situación. Pero hay confianza en que todo se resuelva de manera favorable y termine procurando al jugador el destino esperado y a las arcas amarillas un mínimo que iguale, al menos, lo que ofertó el Olympique.
La cláusula de rescisión de Valles está fijada en 30 millones de euros y la UD entiende que pedir un tercio de la misma ya es una concesión considerable en su deseo de ayudar al futbolista, revalorizado como nunca tras brillar la campaña pasada en Primera División. Pero por menos no cederán.
Lo sabe el Betis, que tiene por delante varias semanas para poder armar una propuesta que mejore a la que ya hizo y que apenas se acercaba a los 4 millones. Está obligado a doblar su apuesta.
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