Once artistas a escena
fútbol ·
La UD recibe este lunes (21.00) horas al Andorra con el bloque triunfal de Málaga y con la intención de mantenerse en lo alto de la tabla
Después de la lección de arte y fútbol ofrecida en La Rosaleda, la UD regresa a casa con impecable fama y un cartel que invita. Más allá del 0-4 en Málaga, de enorme mérito por el procedimiento que tuvo y pese a algunas ausencias destacadas como Viera, el equipo desprende aroma fiable, con jugadores iluminados, Moleiro o Álvaro Jiménez al frente, y un plan para seguir con máximas aspiraciones. Y sin estrenar, Vitolo y Sandro, munición mayor. Y el mismo patrón, García Pimienta, hacedor del buen acelerón final del curso pasado y ahora obsesionado en que los suyos nos bajen el pistón. De ahí la exigencia impuesta desde el kilómetro cero, sin excusas y con el planteamiento uniforme: balón, dominio, área contraria y tres puntos.
Sin entrar en triunfalismos, agosto todavía en vigor ayuda a relativizar todo, da la impresión de que no se recuerdan tiempos mejores. Incluso sobrevuela el presentimiento que que viene en camino una temporada que sí, que va a ser la definitiva en el sueño de volver a Primera. El esfuerzo realizado en materia de fichajes no tiene precedentes en los últimos años, hasta el punto de conformar una plantilla con puestos doblados y, en determinadas demarcaciones, futbolistas de un nivel supremo.
No hay más que analizar el frente ofensivo, acaso el mejor de Segunda sobre el papel, que, como no podía ser menos, tocará demostrarlo convenientemente.
Expectativas al margen, lo que ocupa y preocupa es lo inmediato, el Andorra que llega con la etiqueta de advenedizo. «Nos pueden pasar por encima», dijo Pimienta en un alarde quizás excesivo. Desde todos los respetos que merece, mucho y bueno tendría que hacer el Andorra para ese ejercicio de superioridad. Y, con una óptica realista, no se detectan muchos rivales capacitados en Segunda para someter de tal manera a una UD que, por otra parte, viene de lucirse y luce unos niveles de confianza y fortaleza más que evidentes. Y a poco que siga en esta línea, poca contestación va a encontrar de parte del enemigo de turno.
Eso no rebaja la tensión competitiva, imprescindible para sobrevivir en este ecosistema. Dicho de otra manera, si los futbolistas elegidos tanto de entrada como de refresco, dan lo que tienen quedar, resulta incuestionable la condición de favorito de Las Palmas.
No garantiza nada esa ventaja teórica, aunque sí es un indicativo de lo que puede deparar el partido en condiciones normales. Eder Sarabia anunció que los suyos serán valientes. En realidad, no les queda otra porque salir a campo abierto en el Gran Canaria y a resguardarse es sinónimo de perdición. Y está por ver que se hagan con la pelota como pretenden, que Mfulu, Loiodice y Moleiro en el pasillo central toleran lo justo y están para lo que están, que es imponer su gobierno, marcar cada tiempo y mandar.
En el once de la UD no se espera ningún ajuste porque los que estuvieron la última vez cerraron cualquier debate al respecto. Desde Valles a Cardona, pasando por Clemente o Coco, debe bastar. Y más con la muchedumbre que se espera detrás empujando.
