Mel, durante un partido de la UD. / ud las palmas

«Hemos matado a golpes toda la ilusión que habíamos despertado»

El técnico reconoce que el partido de pasado mañana ante el Cartagena supone «más que tres puntos» por la crisis actual.

Ignacio S. Acedo
IGNACIO S. ACEDO Las Palmas de Gran Canaria

En uno de los momentos más críticos de la UD desde que Pepe Mel manda desde el banquillo, con tres derrotas consecutivas y un rendimiento deprimente, el técnico evita excusas y demanda un paso al frente de los suyos. El partido del sábado marca frontera y así lo reconoce abiertamente.

-La UD viene de perder tres partidos pero, por sensaciones y prestaciones, parece que la sucesión de derrotas es mayor. ¿Lo comparte?

-Es algo normal en el fútbol. Cuando ganamos tres partidos consecutivos hace un mes, frente a los que son, posiblemente, los equipos más fuertes de la categoría, se disparó la ilusión. Y esa ilusión la hemos matado a golpes con lo que hemos hecho posteriormente. Que entre el desánimo es normal porque, insisto, del buen momento que vivimos tras vencer al Espanyol, Mallorca y Leganés, que es fácil decirlo y difícil hacerlo, bajamos el pie del acelerador y, también hay que decirlo, hemos acusado las ausencias. No podemos pasar por alto que no es lo mismo tener a Sergio, Rober, Kirian o Sergio que no tenerlos, por dar algunos nombres. Se nos han caído jugadores importantes y no tenemos el fondo de armario de otros.

-Habla de las bajas, que han tenido alta incidencia en la trayectoria reciente del equipo. ¿También eleva la autocrítica?

-Yo tengo toda la autocrítica del mundo. Tienes que asumir lo que ocurre, replantearte decisiones, buscar soluciones. Porque aunque los errores siempre parten de lo individual, el responsable del grupo es el entrenador, en este caso, yo. Y no escondo la cabeza. Sé leer estas situaciones, es la ventaja que tiene la experiencia que ya llevo acumulada como entrenador.

-Por su talante y estilo, parece más de sugestión que de broncas a la hora de establecer las correcciones que pretende...

-Los errores se corrigen trabajando. Puedes hablar todo lo que puedas, pero lo que cuenta siempre es la práctica, pues es lo que te va a llevar a mejorar. Si no actúas, todo queda en nada.Es básico que los futbolistas crean en lo que les dices, que detecten que sabes de lo que estás hablando. Y, como decía antes, la experiencia es lo que te permite hacerlo. Tengo esa ventaja. Fui jugador y llego veinte años como entrenador en categoría profesional. Las broncas pueden funcionar en un momento dado. Pero lo que es más importante es generar seguridad, el convencer desde los argumentos y el trabajo más allá de un grito. Es así como creo que se puede revertir una situación como la que estamos viviendo.

-¿Percibe que el vestuario sigue creyendo en usted?

-Todo trabajador, no hablo solo de fútbol, pasa por diferentes momentos. Buenos y malos. Y, a veces, con merma de confianza por la no obtención de resultados. Todos estamos expuestos a eso, al desgaste. Es ley de vida. En lo que nos ocupa, la UD, parece que han pasado muchos años desde que logramos algo que todos elogiaron, derrotar a los tres grandes candidatos al ascenso y hacerlo de manera convincente. No veo muy justo que se pase tan rápido del todo a la nada. Pero no me pilla de sorpresa y asumo que esto forma parte del fútbol. Frente al Mirandés y Sabadell nos condenaron nuestros errores. Perder en Almería era algo que podía entrar en las previsiones, aunque en la primera vuelta fuimos capaces de vencerles y justamente. Pero igual que hemos bajado en rendimiento, podemos subir, recuperar nuestro nivel. Y si me preguntan si veo a los jugadores convencidos y comprometidos, respondo afirmativamente porque lo que veo es ilusión, responsabilidad, ganas de trabajar y de recuperarnos. Es lo que siento cada vez que estoy con los jugadores.

-Atrás mal y arriba, invisibles. ¿En las áreas se localizan todos los males recientes de la UD?

-En las áreas se definen los partidos y se dan los resultados. Frente al Espanyol, el balance defensivo fue muy bueno y arriba, entre Araujo y Rober inventaron un gol y eso nos alcanzó para ganar. Con el Mallorca, exactamente lo mismo. Y, en lo que respecta al Leganés, el nivel también fue de altura. No es lo mismo tenerlos a todos que no tenerlos.

-Jesé lleva dos semanas entrenando, Rober ha dejado atrás el virus, Pejiño tuvo minutos en las dos últimos partidos, también está Araujo. ¿Le van a caber todos en el once ahora que parece que los podrá juntar?

-Claro que quiero contar con todos ellos y, por lo que nos pueden dar, espero que se note. Pero todo lleva un proceso. Si no tenemos paciencia en ese sentido, nos vamos a equivocar. Jesé está en pretemporada, este Pejiño no es el que era porque viene de muchos meses parado, Rober no viajó a Almería porque me dijo que se sentía sin fuerzas por el coronavirus... Vamos a necesitar todavía un tiempo más y que reine la normalidad, que no nos vuelva a pasar nada negativo.

-Ante el Cartagena, ¿más que tres puntos?

-Sí. Entiendo que es un partido muy importante y que así debo contagiárselo a los jugadores. Sabemos que nos hemos metido en un problema y ahora, por el calendario, recibimos a un rival que marca una frontera, la del descenso a Segunda B, en la que nunca debemos estar. Es meternos en la incertidumbre o ganar en tranquilidad. Todo pasa por este partido. Así funciona el fútbol profesional. Estamos todos implicados, yo desde mi posición, por supuesto. Y también los jugadores. Debemos responder y sacar la cabeza. Lo hemos hecho antes y debemos volverlo a hacer. Hay que cortar la dinámica. Y este encuentro es muy importante. Por mucho trabajo y esfuerzo que hagas, todo pasa por ganar. Así de lógico y justo y, a la vez, de ilógico e injusto. Fútbol.

-¿Y cómo lo lleva usted? ¿Cómo digiere esta final a mitad de febrero?

-Lo llevo normal. Las he visto de todos los colores. Muchos años en el Rayo, Betis, en el Deportivo, en Inglaterra... Lo más importante es mantener la tranquilidad y la confianza. Sé que tengo una plantilla muy joven, muchos jugadores que no tienen experiencia en la categoría. Y mi labor es la de reforzarles, hacerles ver que están capacitados y que lo van a conseguir.

-¿Toca semana especial, por tanto, en esa labor psicológica en la que usted siempre ha incidido para los momentos que así lo requieren?

-En la primera sesión de trabajo específica para preparar el partido del Cartagena he visto lo que quería. Ganas de levantarse. Tenemos por delante más días para insistir en aspectos del juego que queremos potenciar y llegar al encuentro en la mejor condición posible tanto a nivel físico como mental. Fuimos capaces de ganar en el campo del Mallorca, de vencer a contrarios muy potentes. Claro que lo podemos volver a hacer. No tengo dudas.

-Enfrente, Rubén Castro. Que ya tiene doce goles. Alguno le hubiese venido muy bien a la UD en esta temporada...

-Con Rubén primó lo económico a lo deportivo. Nos hubiese encantado seguir teniéndolo. No me voy a poner yo a descubrir ahora lo que es Rubén. Pero, como pasó con Juanjo Narváez, el club no podía llegar y hubo que respetar la viabilidad de la UD, que no se mueve en los parámetros de otras entidades que sí se pueden permitir inversiones mayores. Y pienso que tanto Luis Helguera como Tino Luis lograron diseñar una plantilla con gente joven e interesante de mucho recorrido. Y yo encantado de que así sea porque de nada vale lamentarse de lo que no puedes tener. Rubén es un grandísimo delantero, pero ya demostramos, encajando un solo gol ante Espanyol, Mallorca y Leganés, que podemos hacerlo muy bien atrás. Somos capaces de repetirlo.

-En su análisis del mercado invernal deslizó que otro central hubiese sido recomendable. ¿Entiende que esa maniobra fallida está jugando en contra ahora con una defensa sin Aythami, con Lemos lesionado y Eric Curbelo con el problema que tuvo recientemente?

-El mercado ya está cerrado y sería un feo por mi parte quejarme. En su momento expresé mi opinión a la dirección deportiva y el entendimiento, como ha sido siempre, fue bueno. Tenemos un condicionamiento económico importante y, por lo que fuera, no fue posible reforzar la defensa. No hay que darle más vueltas.

-Es explícito en su deseo de renovar. Helguera fue más ambiguo al decir que hay que esperar a junio porque «puede pasar de todo». ¿Cómo lo digiere?

-Es normal que Luis hable así y lo entiendo perfectamente. El fútbol lo marca el hoy, no el mañana. De nada vale el ayer y el futuro es impredecible. No tiene sentido pensar más allá del Cartagena, por ponernos en nuestro caso. Cuando llegue junio, Dios dirá. Eso queda muy lejos.