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Valles se emplea a fondo para sacar una mano antológica. efe
La magia de Moleiro y el ángel de Valles sacan oro en Pamplona

La magia de Moleiro y el ángel de Valles sacan oro en Pamplona

Fútbol ·

La UD Las Palmas suma un punto en su visita a Osasuna en un encuentro con poco brillo de los amarillos | El tinerfeño anotó un golazo y el arquero salvó dos tantos cantados

Kevin Fontecha

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 11 de noviembre 2023, 19:28

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Cuando las dinámicas son al alza, hasta en un momento de flaqueza se puede seguir andando sin tropiezos. La UD, que llegaba a El Sadar tras lograr cuatro victorias en los últimos cinco partidos, sacó petróleo en un campo de minas. No era plaza fácil, ni mucho menos. Osasuna necesitaba un triunfo para contentar a su hinchada y Las Palmas resistió aun en un día gris. No estaba pasando nada hasta que Pimienta llamó a Moleiro, que anotó un golazo. Pura seda su golpeo. Una caricia a la red. Un mordisco. ¡Qué creído! ¡Dónde la puso! Siempre fue un descarado. El eterno salseo del niño pródigo.

Antes lo había salvado todo Valles. No se hundieron los isleños porque el portero miró cara a cara a la agonía para levantar a los suyos. En la tristeza enseñó los dientes. Una sonrisa angelical la suya. Nada pudo hacer cuando Coco la mandó en propia puerta. Al menos pudo sumar un punto importante para seguir creciendo y poniendo más tierra de por medio con los puestos de descenso.

Saltó la UD a morder en Pamplona, sabedora del buen momento por el que vive, queriendo la pelota y saliendo con valentía desde atrás. Con Sory Kaba -otro combate nulo el suyo- por Moleiro en el once, buscando también centímetros para competir el físico de Catena y David García, los chicos de Pimienta tocaban y tocaban. Pero, en una de esas, a Perrone le pasó la bola por debajo de los tacos y Mármol, en una acción de matrícula de honor, cortó un disparo de Budimir cerca del área pequeña, cuando ya se disponía a batir a Valles. Primer aviso rojillo. Vida extra para Las Palmas. Aunque con consecuencias.

Porque Osasuna comenzó a desdibujar a la UD, incrustándola alrededor de su área y prohiendo que Kirian pudiera imponer sus artes. La intensidad de los de Arrasate fomentaba los errores de Perrone, que tampoco se encontraba. Sory, arriba, no ganaba ni un mísero duelo, que es lo que se le pide. Munir y Marvin, en las alas, ni siquiera lo intentaban.

En un pase al espacio de Moi Gómez al vuelo de Mojica, con centro maravilloso del colombiano, tuvo que sacar una mano escandalosa Valles para echar el cerrojo en su arco ante Budimir y mantener el 0-0 hasta el descanso. Había ganado el salto el delantero a Mika y solo la intervención divina del sevillano censuró el grito de gol que ya preparaba todo El Sadar.

Moleiro sube el nivel

Tras el intermedio, de nuevo tuvo que exhibir reflejos Valles. Esta vez fue a un cabezazo del inmenso David García, que se iba directo a la red. El de la Rinconada salvó otro gol cantado mientras Osasuna pedía que la pelota había superado la línea. Sigan, le dijeron desde el VAR al árbitro. Por paradas como estas, se reclama a Luis de La Fuente, seleccionador nacional, que merece su sitio en la convocatoria pese a que no estuvo entre los elegidos. No le vendría grande.

Marvin y Mojica.
Marvin y Mojica. efe

Las Palmas se sentía superada por un Osasuna con más raza, por lo que Pimienta acudía a Alberto Moleiro. También a Enzo Loiodice. Dejaron sitio Sory Kaba y Perrone, flácidos ambos. Todavía quedaba media hora de fútbol en Pamplona. Quería la UD levantarse a través del jocundo regateo del tinerfeño. Y más temple con la delicadeza del centrocampista galo. Mientras, la luminiscencia de Valles seguía presente. La que parecía apagarse era la luz de Marvin, que le quitó un remate a Munir casi en el área pequeña que defendía Sergio Herrera. Seguía el 0-0. Estaba esperando el gol por Moleiro.

Mendigaba el partido su irrupción. Y así fue. En la primera que acarició Moleiro la mandó a guardar. El canterano recogió el esférico por la izquierda, fue bailando hacia adentro, buscando la zona perfecta para armar la pierna, hasta que le metió curva al disparo. Un mordisquito travieso. Sergio Herrera no la vio ni entrar. Golazo para poner a la UD 0-1 en el minuto 70. Aunque poco iba a durar la alegría. Porque un centro potente de Moncayola igualó la contienda (1-1 en el 73). Molestó Budimir y Coco, en el intento de despeje, batió a Valles en propia portería, que nada más pudo hacer. Ya luego poco más pasó. Mejor. Porque la UD sumó sin hacer su mejor partido. Y lo hizo en una plaza compleja. Hasta cuando no está tan fina la escuadra isleña es capaz de competir. Así se fabrican las permanencias.

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