La exigencia de un paso adelante
Jémez espera recuperar la mejor versión de Las Palmas para la trascendental cita en Riazor de mañana. Aquella que mostró signos de resurrección ante Valencia o Barça. Han sido pocos los ratos en los que el equipo ha desprendido buenas sensaciones, pero han valido para demostrar que hay materia prima y que otra UD es posible.
La feroz competitividad que se mostró ante el Barça, o los momentos de buen fútbol que se vieron contra el Valencia. Esos son los ejemplos a seguir. Dos rivales potentes, primero y tercero respectivamente, que no lograron ganar en el Gran Canaria y ante los que la UD de Jémez evidenció su mejor nivel. Ahora, en el partido más importante del año junto al del Levante, los amarillos tienen que seguir esa línea y lograr su segunda victoria fuera de casa en lo que va de temporada. Con la salvación a cuatro puntos y frente a un rival directo, sumar de tres es innegociable para seguir soñando con la permanencia y devolver la ilusión a una afición que vio frenada todas sus expectativas con el mal encuentro ante el Villarreal.
El de mañana por la mañana es un choque que Jémez lo empezó a jugar desde la rueda de prensa posterior a ese último partido. «Es para que nos echen a todos y vengan 24 nuevos», dijo muy enfadado. Su intención es tocar el orgullo de los jugadores y que reaccionen ante una situación límite. Lo más probable es que tenga bajas importantes como las de Gálvez, Peñalba o Etebo, que pueden dejar el centro del campo a cuadros. Pero no quiere que eso sirva de excusa contra un rival que también está viviendo una situación dramática y que no gana desde el 9 de diciembre.
Asumido ya que el fútbol de toque y seda de antaño se ha dejado a un lado, y que ahora lo único que cuenta es ganar por lo civil o por lo criminal, Las Palmas debe recuperar la competitividad y la seguridad defensiva que ha mostrado en varios partidos desde que Jémez llegó al banquillo amarillo. Son las principales virtudes que ha adquirido el representativo con el nuevo entrenador al mando. Saben a poco, pero agarrarse y ahondar en estas dos premisas sería un gran paso para volver a ganar a domicilio y seguir en la pelea por continuar un año más entre los mejores. El premio merece la pena.