Kirian falló un penalti que no debía haber lanzado

El penalti errado por Kirian ante el Alcorcón y que, al final, terminó siendo decisivo para que la UD no pasara del empate sin goles tiene, además de su deficiente ejecución (según los puristas, pena máxima que no acaba en la red siempre está mal tirada) su propia intrahistoria. Y es que el tinerfeño se saltó el protocolo de lanzamientos ya previsto a nivel interno y que daba esa responsabilidad a Rober o Iemmello según los futbolistas que estaban en el campo.

De hecho, se pudo ver en el mismo césped un pequeño corrillo debatiendo quién pateaba el penal. Rober, que había forzado el penalti, quiso terminar él la acción e Iemmello también merodeó el punto fatídico en ademán explícito de que, igualmente, pretendía lo mismo. Kirian, finalmente, cogió el balón e impuso su voluntad, aunque su disparo con la derecha, excesivamente ajustado, lo escupió el palo. El mediapunta se quedó clavado cuando comprobó que su intento se arruinaba, poste de por medio, y tuvo que ser consolado por varios compañeros. Le quedó una cara de funeral en clara muestra de su abatamiento y, ya a partir de ahí, no levantó cabeza hasta ser cambiado.

El del domingo fue el segundo penalti sancionado a favor de la UD en la presente temporada, después del que se dio en la visita al Albacete, en la novena jornada, a finales de octubre, y que anotó Maikel Mesa para la definitiva igualada en el Carlos Belmonte (1-1). Mesa estaba en el banquillo cuando, frente al Alcorcón, el colegiado Ávalos Barrera, al filo del descanso, otorgó a Las Palmas la oportunidad de cobrar ventaja desde los once metros.

Además de los mencionados Rober, Iemmello y Kirian, también estaban futbolistas de buen pie como Loiodice o Rivera, capacitados igualmente, y llegado el momento, para una ejecución fallida y hoy lamentada.