Marc Cardona cierra heridas a menos de una semana del derbi

Apretó el acelerador el Levante nada más comenzar la contienda, sabedor de su racha triunfal en los últimos cinco partidos y queriendo prolongar su euforia. Quiso morder De Frutos, pero se encontró con los guantes de hierro del debutante este curso en Liga Álex Domínguez, que suplía a Valles, recientemente operado. Acto seguido volvía a intervenir el meta catalán, aunque el colegiado anulaba la jugada por posible fuera de juego.

Respondía Viera con un misil desde fuera que no cogió trayectoria de red por muy poco. En la construcción de juego pasaban los de Pimienta a elaborar con tres centrales. No quería riesgos atrás el técnico, que apostaba por Florin Andone como referencia arriba.

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En el camino del tiempo crecía Las Palmas, que frenaba el corazón azulgrana con pausa y calidad. Tocaban bien los isleños, con Viera como eje de todo el fútbol visitante. Enzo, Nuke y Clemente mezclaban los ingredientes en la coctelera y la UD comenzaba a lanzar su juego.

El Levante quería imponerse yendo a todas las broncas y protestando tarjetas donde no las había. Entre el lodo se empañó el fútbol y el choque llegó al descanso con el marcador sin ningún tipo de movimiento. Tablas y todo muy repartido. Algo tendría que tocar Pimienta de cara al segundo acto. Quizás el nervio de Pejiño o el olfato goleador de Marc Cardona si quería volver a la senda de las victorias.

Tras el intermedio, y luego de que el árbitro acudiese al VAR, se adelantó el Levante, por mediación de Soldado (1-0) en el minuto 52. Sergi Cardona perdió la marca en una falta y arrolló a Vezo, cometiendo penalti. No falló el delantero desde la pena máxima contra Álex Domínguez. Tocaba remar a contracorriente y reinventarse para darle la vuelta al marcador.

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Álvaro Jiménez no se llevaba a nadie y Clemente acontecía desnortado, con muy poco acierto en todas sus acciones. Consciente, Pimienta hacía una llamada de emergencia: Pejiño y Moleiro al campo con media hora para desatascarlo todo. Necesitaba picante Las Palmas para competirle a un Levante, hasta el momento, claramente superior. El de Barbate, nada más entró, probó a Cárdenas desde su casa. Sin muchos apuros atajó el disparo, pero ya avisaba Pejiño.

Tan descarados fueron Moleiro y Pejiño en sus primeras intervenciones, que hasta Mfulu se atrevió con un latigazo que casi sube las tablas. Se tuvo que estirar al máximo Cárdenas. Suárez, de cabeza, también lo acarició. Se sacudía el letargo el combinado grancanario. Al fin se quitaba las cadenas Las Palmas.

Más dinamita al campo con Marvin por Sergi Cardona para ganar en velocidad. Pejiño pasaba a la izquierda con todo el carril para percutir. En la primera cabalgada de Marvin casi llega la igualada, pero el balón se paseó por delante del arco sin que nadie metiera la pierna. Había volado el carrilero. Pejiño también rompió a su par. Se merecía el gol la UD. Cardona, a diez para el final, se batía con Cárdenas en un mano a mano que el cancerbero escupió a córner. A la siguiente no pensaba perdonar.

Y, cuando ya en el Ciutat de Valencia celebraban la victoria local, apareció Marc para hacer buenísimo un centro de un Marvin que fue pura vitamina para la UD y evitar otro tropiezo amarillo. Cabezazo hacia la liberación (1-1). Solo suma dos puntos de los últimos doce posibles Las Palmas, una cifra algo escasa, pero Cardona cierra heridas a menos de una semana del derbi canario.