Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este sábado 6 de diciembre de 2025

El drama de la UD: del cielo al infierno en siete días

El efecto Pepe Mel duró una semana y ayer se volvieron a ver las costuras de un equipo desnortado con tantos cambios. La derrota supone un jarro de agua fría que confirma lo que se temía desde hace tiempo: la UD seguirá en Segunda un año más.

Domingo, 17 de marzo 2019, 22:26

Era el día para dar el paso definitivo. Pegar un golpe sobre la mesa y demostrar que la UD, a pesar de una crisis que le condujo a tener hasta tres entrenadores en la misma temporada, seguía viva. Y más con el viento a favor después de su victoria con Coruña. Pero se desaprovechó la ocasión. Es muy complicado cuando se dan tanto giros en tan poco tiempo. Los jugadores han tenido que aprender tres manuales de estilos diferentes. Sistemas, estrategias, automatismos... Demasiados cambios como para saber a lo que estás jugando.

Todo eso que demostró tener aprendido el Mallorca le faltó ayer a la Unión Deportiva, que al final se ve abocada a depender exclusivamente de los destellos individuales y a los golpes anímicos que consiga dar a los jugadores el técnico de turno para sacar adelante los partidos. Pero estando siempre por detrás en la pizarra, se le cede demasiada ventaja al rival. Una concesión que, aunque no impide ganar de vez en cuando, suele ser mortal en carreras de larga distancia.

Así despertó, una vez más, Las Palmas del sueño. Duró siete días el efecto Pepe Mel. De la euforia en Riazor a la decepción en el Gran Canaria en justo una semana. Esta vez la suerte no acompañó. Tampoco es que los amarillos la merecieran. Ayer no aprovechó la obra de arte con la que Mir adelantó a los suyos, un acrobático taconazo a centro de De la Bella y, por primera vez en este curso, a la Unión Deportiva le remontaron un partido que comenzó ganando y prácticamente dice adiós a sus opciones de alcanzar el sexto puesto. Con 12 jornadas por delante.

Porque aunque las matemáticas siguen diciendo que se puede, lo normal a estas alturas de campaña y con tantos puntos aún en juego, la realidad es que, con once equipos por delante -muchos de ellos todavía sin sumar los tres puntos del Reus-, es una quimera pensar en que los playoffs son posibles.

Y es que por muy buen entrenador que pueda ser, Pepe Mel no hace milagros. Apostó por la base del once que ganó en Riazor y solo hizo dos cambios. Mir por el lesionado Araujo y Fidel Chaves por Blum. Los mismos que ilusionaron frente al Deportivo se encargaron de evidenciar cuál es la realidad de este equipo desnortado. Persiguieron sombras durante 90 minutos, no pudieron nunca ante el juego coral bermellón y acabaron cayendo con justicia.

Fue la primera derrota en casa de la temporada, y se traduce en la conclusión de la temporada para los amarillos. La gente, que había llegado ilusionada al Gran Canaria, se marchó resignada, tras acabar desesperada con las pérdidas de tiempo de los visitantes y la inoperancia local. Ahora solo queda terminar con la máxima dignidad posible, no arrastrar el escudo ni, por supuesto, sufrir por un hipotético descenso. Ya solo faltaría.

Sigues a Ronald Ramírez Alemán. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 El drama de la UD: del cielo al infierno en siete días

El drama de la UD: del cielo al infierno en siete días