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Dilema en la UD: ¿qué hacer con Tana?

Dilema en la UD: ¿qué hacer con Tana?

El futbolista, devaluado tras una temporada nefasta, ha pedido irse aunque tiene contrato hasta 2019 y el club, fiel a lo expresado por el presidente en cuestión de salidas, no hará rebajas, pero hay opiniones de peso que aconsejan su salida.

Jueves, 1 de enero 1970

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Tana es uno de los jugadores que ha pedido a Miguel Ángel Ramírez salir de la UD, pese a que tiene contrato en vigor hasta 2019, con una cláusula de rescisión que asciende a treinta millones de euros. No es el único con vínculo en vigor que tiene la tentación de emigrar. Pero, como al resto, la respuesta del presidente ha sido contundente: o llega con una buena oferta que compense al club, o no hay nada que hablar. Y, de momento, más allá de rumores y suposiciones, Tana carece de propuestas que deseen invertir en él lo suficiente como para afrontar un traspaso por sus derechos federativos, lo que invalida cualquier posibilidad de cumplir sus deseos. El club estaría dispuesto a negociar desde una cantidad que rondara el 50% de su libertad pactada, aunque, tras la nefasta temporada realizada por el jugador, se ha quedado sin mercado en Primera División. Únicamente Quique Setién podría plantearse reclutarlo para el Real Betis. Fue, precisamente, bajo las órdenes del técnico cántabro, en las temporadas 2015-16 y 2016-17, cuando el canterano alcanzó su mejor versión, con actuaciones memorables como la protagonizada en el Bernabéu, el año pasado, y un rendimiento que le encumbró. Su realidad actual está en las antípodas de aquella etapa. Y la UD no hará rebajas con Tana. Si el Betis, llegado el caso y por recomendación de Setién, pregunta por él, sabrá que sus opciones de prosperar pasarán por poner encima de la mesa una cantidad importante de dinero.

Ahora bien, explícita la posición de fuerza de la UD, dispuesta a hacer valer los contratos pese al descenso de categoría, con Tana hay debate en la entidad. Y no son pocas las voces que abogan por negociar su salida ante el temor que siga devaluándose y pueda quedar libre en doce meses. Porque las dudas sobre una posible renovación son incuestionables y la oportunidad de hacer negocio con él es ahora o nunca.

La sombra de indisciplina y hábitos poco recomendables fuera del césped siempre ha planeado sobre el atacante, quien meses atrás, sin ir más lejos, afrontó un juicio que le ha privado un tiempo del carné de conducir. Esta incidencia, que se une a otras anteriores («hemos tapado mucho», deslizan desde la entidad al respecto), perjudicó gravemente a Tana, de nuevo envuelto en misterios ajenos al balón en las últimas semanas, cuando, de manera sucesiva, se ha quedado fuera de las convocatorias sin que mediara explicación alguna por parte de Paco Jémez. Son inevitables las sospechas. Y numerosas, y a cuál más preocupante, las teorías que circulan sobre sus reiteradas exclusiones.

En el vestuario no han sido pocas las reprimendas que ha recibido Tana por parte de los compañeros al entenderse que no siempre ha estado a la altura del escudo, pese a que en la UD le dieron una segunda oportunidad cuando parecía perdido para la causa. Ni con mimos y confianza ha terminado de explotar un futbolista que, camino de los 28 años, afronta un verano cargado de incógnitas que él mismo se ha encargado de cultivar.

El verano va a ser largo con Tana. Está por ver cómo encaja en el nuevo proyecto (si encaja) y, también, si persisten sus deseos de cambiar de aires. Ramírez considera que puede ser una pieza importante en el proyecto de ascenso, aunque es conocedor de circunstancias que no dejan en buen lugar al futbolista y tampoco erradica posibilidades relacionadas con su futuro. Lo que se tiene claro en la zona noble del Gran Canaria es que, en adelante, no se tolerarán comportamientos que sí se han consentido y que, a la larga, han terminado por pasar factura a todos los niveles. Tana es el ejemplo de ello.

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