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Con el ascenso como objetivo de vida

Con el ascenso como objetivo de vida

La nueva UD Las Palmas se presenta ante su afición con la meta de regresar a la élite entre ceja y ceja. Los amarillos, que se encomiendan al olfato goleador de Rubén Castro, buscarán los tres primeros puntos de la temporada en el Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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La UD Las Palmas comienza este domingo lo que lleva esperando desde el mes de mayo. Todavía no había acabado la temporada y la escuadra isleña ya pensaba en el siguiente curso. Una nueva campaña para enmendar errores pasados y devolver a sus aficionados la alegría caída en el olvido. Esta noche, a partir de las 21.00 horas, los amarillos buscarán dar el primer paso hacia Primera División. Con el objetivo del ascenso entre ceja y ceja, El Reus debe ser la primera víctima en el largo camino que le espera al conjunto grancanario.

Y para ello, Jiménez está obligado a convertir el Gran Canaria en un fortín inexpugnable. Hacerse grandes y fuertes en casa es sinónimo de regularidad, y esta, sin duda, siempre conduce al éxito. El cartel de favorito de la Unión Deportiva en Segunda División, a la que vuelve luego de tres campañas consecutivas codeándose con los mejores equipos de España, es una evidencia y Las Palmas tratará de corroborarlo a primeras de cambio. El sevillano no quiere ni media broma. Se acabó la pretemporada y, como ha dejado claro en muchas intervenciones a lo largo del verano, «si no se logra el ascenso será un fracaso». Alto y claro. El preparador andaluz no se anda con medias tintas y sabe que, de vencer al Reus, el equipo volvería a creer en sí mismo. El curso pasado, repleto de infortunios y despropósitos, sigue flotando en el aire del archipiélago y el técnico de El Arahal quiere espantar fantasmas.

La experiencia en la élite regala a la UD una dosis de credibilidad. La llegada de Jiménez, doctorado ya en el mundo del fútbol, aporta serenidad y, cómo no, fortaleza a la escuadra insular. Los fichajes que han llegado, con galones y jerarquía, deben mostrar el músculo y el potencial de esta reconstruida Las Palmas.

Hoy es el día. La afición, tocada y despegada durante el final de campaña pasado, ya vuelve a sentir esa conexión letal con el equipo de sus amores. El recinto de Siete Palmas se teñirá de amarillo para saborear el aroma del fútbol de antaño. Tal vez, desde la grada, algún seguidor no sea capaz de distinguir a los jugadores entre tanto fichaje, pero, lo que está claro es que, meta quien meta, se va a celebrar como si no hubiera mañana. Hay ganas de fútbol y de revancha. Se siente en las calles y debe ser el Reus quien, con total respeto, pague ese dolor. La Unión Deportiva debe desquitarse y desahogarse. Destrozar al rival y volver a quererse.

Además, el Reus se presentará en el Gran Canaria bastante tocado. Mermado por las lesiones y sanciones y, por si fuera poco, debido a las bajas federativas. Y es que hasta cuatro jugadores no podrán estar en la primera cita del año. Cuatro piezas que, por galones, deben ser muy importantes en los esquemas de Xavi Bartolo. El nuevo timonel del cuadro catalán no podrá contar con Lekic, Vítor Silva, Karim Yoda ni Miguel Linares. Tampoco estarán Shaq Moore y Olmo, que arrastran sanción de la temporada pasada, ni Querol ni Ricardo, tocados.

Manolo Jiménez, por su parte, podrá contar con todo su arsenal, salvo Sergio Araujo. El preparador andaluz deberá resolver su primer gran rompecabezas. Con la línea defensiva y la portería prácticamente claras, le queda rellenar el puzle del centro del campo. La salida de Vicente Gómez al Deportivo de La Coruña le supone un quebradero de cabeza. No porque no haya buenos futbolistas, como de Galarreta, Rivera, Josemi o Fabio, sino porque los dos primeros aún están lejos del ritmo de competición y los dos segundos son jugadores del filial. Con todo, Javi Castellano se antoja fijo en el primer once del curso.

En la meta, Raúl Fernández es el elegido para la pelea por el ascenso. La línea de cuatro está clara. David García, que podría igualar a Germán Dévora como hombre con más partidos en la historia amarilla, acompañará a Cala en la zaga. Por el carril zurdo galopará el gemelo Dani. Mientras que, en banda contraria, Lemos. En la sala de máquinas, con Javi como coche escoba, podría entrar el asturiano Rivera. En línea de tres cuartos todo hace indicar que Jiménez se decantará por de Galarreta, Mir y Momo. Eso sí, sin olvidarse de Hadi Sacko o de Galarreta. Y en la punta del ataque, el pistolero Rubén Castro.

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