UD Las Palmas

La batalla psicológica que se comprime en cinco jornadas

Una batalla psicológica en toda regla. Así se plantean en la UD el tramo final de temporada y el mano a mano con los adversarios directos por la permanencia. La alternancia clasificatoria que se está dando, una jornada en descenso y otra fuera, se considera como algo normal dada la paridad clasificatoria y las diferencias mínimas establecidas en la parte baja.

«Ni hace dos semanas estábamos descendidos, ni ahora estamos salvados», venía a recordar Diego Martínez días atrás para reclamar el equilibrio necesario en estos momentos y en lo que viene, con cinco partidos (tres en casa y dos fuera) en los que hay que sumar, al menos, otros diez puntos.

Porque con cuarenta parece que no va a alcanzar para asegurar la salvación, lo que obliga a acaparar el 66% de las unidades que quedan por disputar hasta finales de mayo. Esto es, una eficiencia casi infalible y con escaso margen de error.

Mantener la entereza emocional y saber competir aún estando como ahora, entre los tres últimos, se anuncia como fundamental para que el tono competitivo recuperado en las últimas jornadas, con rendimiento al alza ante Getafe, Atlético de Madrid y Athletic Club, se traduzca en los resultados necesarios.

«Veo al equipo bien y fuerte y sabemos que vienen partidos duros», insistió el entrenador, tras el 1-0 en San Mamés, para evidenciar su optimismo antes de encarar la recta final del camino. Este parecer es compartido, de igual manera, en el vestuario.

Todos los jugadores creen con argumentos que se va a poder coronar el objetivo y saben que el atajo más infalible pasa por hacerse fuertes en casa: vienen dos jornadas seguidas en Siete Palmas (Valencia y Rayo Vallecano) y un pleno en este intervalo supondría un avance casi definitivo.

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