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«¿Y por qué no el ascenso directo?»

«¿Y por qué no el ascenso directo?»

En la UD manejan el discurso prudente de siempre pero, en la esfera interna, ven motivos para aspirar a la vía directa a Primera

IGNACIO S. ACEDO

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 8 de noviembre 2021

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La pregunta ya resuena en la zona noble de Pío XII, también en el vestuario y alrededores, marca la actualidad de esta UD efervescente que luce candidatura sin disimulo: «¿Y por qué no el ascenso directo?». Con el equipo tercero, a un punto del Eibar, segundo, y con un colchón de cinco con el Ibiza, séptimo, los motivos para plantearse un salto cualitativo casan con la realidad y se fundamentan en números y sensaciones. Cierto es que el discurso oficial no va más allá de la cacareada «permanencia sin apuros» y que el listón de exigencia se vería satisfecho con entrar entre los seis primeros para optar al salto de categoría, que no se ha logrado en los tres últimos años, pero el crecimiento exponencial del grupo, ratificado por resultados y rendimiento, invita a elevar miras. Y, sin perder la prudencia, y con un tramo estimable de competición satisfecha, la evidencia de que no hay rivales que mejoren lo que aquí se tiene, ni siquiera un Almería líder ante el que ya se puntuó en su feudo, alimenta las pretensiones expuestas de acceder a la máxima categoría por la vía directa. Está claro que todo vale con tal de militar el año que viene en Primera, sea con una de las dos primeras plazas o en las eliminatorias para los siguientes cuatro clasificados, pero parece al alcance ahorrarse mayores suspenses.

La UD es el equipo que menos partidos ha perdido en Segunda (2), en casa sigue invicto, dibuja una proyección estimable tras sumar diez de los últimos doce puntos y, lo más importante, ha sobrevivido a bajas de la importancia de Viera, Pejiño, Sergio Ruiz, Peñaranda o, más recientemente, Mfulu, todos lesionados de mayor o menor consideración. Sin olvidar las ausencias puntuales de Moleiro por sus compromisos con la sub-19. Seis titulares en condiciones normales, más de medio once, y que ha puesto en valor el fondo de armario de Pepe Mel, con sustitutos que han tenido respuesta inmediata. Fabio, Kirian o Benito, las apariciones esporádicas de Pinchi y hasta la puesta en escena reciente de un inédito Coco acreditan la profundidad de recursos. En cualquier otra plantilla, estas circunstancias sobrevenidas, con la enfermería repleta, hubiesen tenido un peaje clasificatorio irremediable. No ha sucedido así en una UD fortificada, que ya se maneja con los automatismos que pretende el entrenador y que está a tiempo de todo en sus retos clasificatorios. Con el escenario próximo de ir recuperando efectivos, lo que implicará un rearme indudable, y la confianza acumulada de las jornadas precedentes, hay plena confianza en que Las Palmas mantenga su línea uniforme y en la que, por encima de jugar mejor o peor, siempre se garantiza réditos en su casillero. Ni más ni menos que el camino para poder estar a la altura de las expectativas.

Mel no va a salir de su discurso prudente y en el que privilegia las luces cortas, el ir jornada a jornada, pero es consciente de que la UD se ha posicionado como debe, ajustándose a sus mejores previsiones, y vaticina un mayor margen de crecimiento, más si va sumando futbolistas en plena evolución y que darán más nivel y competencia, lo que redundará en el beneficio colectivo. Con todos, caso Sergio Ruiz al margen por su casi segura salida en enero, sabe que reúne garantías para sostenerse arriba y no descartar que el desafío de regresar a la máxima categoría pueda darse y sin promociones.

En la cúpula de la entidad observan con satisfacción el compromiso y el inconformismo como ejes vertebrales del comportamiento de los profesionales, indicativo de una mentalización forjada desde el verano y que está dando sus frutos con el calendario en curso. Se pondera, además, que la dirección deportiva construyó una plantilla precisamente para esto, para generar ilusión y no bajar de la parte alta, considerando la competencia de mayores presupuestos y la complejidad de una competición larga y tan igualada como peligrosa. La previsión de que, con el retoque estelar de Viera a última hora, lo normal es que pasara lo que está pasando no quita que se valore de la mejor manera el trabajo realizado, lo que genera el mejor de los escenarios para lo que viene, con el Zaragoza como escollo más importante al ser el inmediato.

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