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Novak Djokovic celebra su victoria en Wimbledon. Hannah Mckay (Reuters)
Djokovic, a la espera de buenas noticias
Análisis

Djokovic, a la espera de buenas noticias

El serbio, con el título de Wimbledon aún caliente, hace frente ahora a meses de incertidumbre por no vacunarse

ENRIC GARDINER

MADRID

Lunes, 11 de julio 2022, 19:21

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«Voy a descansar durante las próximas dos semanas», dijo Novak Djokovic ya con el trofeo de Wimbledon entre sus garras. «Ahora comienzan mis vacaciones, no sé cuánto durarán», explicó Goran Ivanisevic, su entrenador. Y es que ahora mismo el calendario de Novak Djokovic es toda una incógnita. El serbio solo sabe seguro que podrá jugar en la Laver Cup de septiembre en Londres y que podrá asistir a las Finales ATP de Turín. Esto último siempre y cuando no caiga del top 20, puesto que los ganadores de Grand Slam tienen asegurado un hueco en la Copa de Maestros siempre y cuando formen parte de los 20 mejores del mundo.

El problema para Djokovic es que el torneo que más querría jugar, el único marcado a rojo en su calendario por la posibilidad de sumar 22 Grand Slams, el US Open, es toda una incógnita, o, mejor dicho, un imposible. «Espero que me den alguna buena noticia sobre el US Open», prosiguió el siete veces campeón de Wimbledon. «Porque quiero jugar. La única noticia que espero es el que quiten la norma de tener que estar vacunado o que me den una exención», agregó.

La opción de vacunarse ni la contempla. A principios de torneo fue claro y cuando le preguntaron si tenía claro que no pasaría por el pinchazo respondió con un «sí» y una sonrisa. Ahora ya lo admitió públicamente: «No estoy vacunado y no planeo estarlo». Esto le cierra las puertas de Estados Unidos, que no permite la entrada de no vacunados. «Tal vez Biden cambie de opinión», sopesó Ivanisevic.

Lo cierto es que con el repunte de casos por covid en el mundo parece complicado que se produzca un cambio en la legislación en mes y medio, lo que resta para que comience la acción en Flushing Meadows (29 de agosto-11 de septiembre). «Si Novak va a Estados Unidos, va a ser bonito. Si no va, ¿qué podemos hacer? Es otro torneo. Ya veremos. Muchas cosas locas están sucediendo en el mundo. Todos los días cambia algo. Veremos lo que va a pasar», añadió Ivanisevic.

Alivio

Si se confirma su ausencia, será el segundo Grand Slam que se pierde esta temporada, después de ser deportado de Australia en enero. Firmaría unos cuartos de final en Roland Garros y la victoria en Wimbledon, esa que calificó como «alivio», tras unos meses muy difíciles por lo ocurrido en Melbourne.

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«Necesité tiempo para que la tormenta de Australia escampara. No estaba mentalmente ni físicamente bien. En Dubái, mi primer torneo del año, tenía mucha presión encima. Tuve paciencia y confié en que en algún momento estaría al nivel que quería estar», apuntó el serbio, que podría no haber vivido su último capítulo de la saga Australia contra Djokovic.

Como le retiraron el visado en enero, el serbio necesita un permiso del Gobierno australiano para entrar al país, por lo que su participación en el próximo Abierto de Australia también está en entredicho. Al menos, el veto a no vacunados en el país oceánico terminó hace varias semanas por lo que, a no ser que se produzca un cambio en la ley, este obstáculo lo tendrá solventado.

Con este paradigma, la carrera por ser el tenista con más Grand Slams en la historia queda aplazada hasta Roland Garros 2023, con dos torneos de margen para que Rafa Nadal aumente su renta e incluso para que Roger Federer pueda volver al circuito.

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