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Se había complicado la cita en el Carlos Tartiere con el penalti de Fabio, que supuso un jarro de agua fría para los amarillos. Borja Bastón no marró la pena máxima y los de Pepe Mel tuvieron que remar a contracorriente. El Oviedo buscó el segundo mientras Las Palmas quería igualar la contienda. Ahí apareció la figura de Raúl Fernández, imperial bajo los palos, para salvar a los suyos y dejar siempre con vida a la escuadra isleña. Luego llegó el gol de Kirian, que subió las tablas al marcador y colocó a la UD en órbita otra vez. Porque esté equipo siempre compite y jamás escatima en esfuerzos. Así es como se ha ganado su sitio entre los candidatos al ascenso a Primera. Porque, sino se puede ganar, buenos son los empates para seguir sumando.
Tenía un compromiso de altura Las Palmas, sabiendo que de puntuar trasladaría presión al Eibar, que jugaba acto seguido, y no pudo empezar peor en el encuentro. Penalti y gol de Borja Bastón. Pero una vez más los grancanarios se levantaron. Porque eso de que caemos para aprender a levantarnos viene grabado en la etiqueta de las camisetas amarillas. Kirian oxigenó y la UD continúa siendo, junto con el Real Zaragoza, próximo rival que visita el recinto de Siete Palmas, el conjunto de la categoría de plata que menos encuentros ha perdido hasta el momento, solo dos. Si no se gana, por lo menos hay que puntuar. Y se logró.
Va a tener que ganar encuentros a domicilio el conjunto isleño, de eso no hay duda y tanto el cuerpo técnico como el vestuario lo saben. Para estar en la pelea final por el ascenso hay que sumar de tres también fuera. Ante la Real Sociedad B se estrenaron los amarillos. Y contra el Real Oviedo, comenzando perdiendo, se lograron unas tablas meritorias para lo visto en el choque. Los asturianos juegan, tienen a un tal Borja Bastón, que les sonará de algo porque fue pichichi de Segunda hace no mucho tiempo, y querían la victoria. Los de Mel se repusieron, clavaron el empate y dejaron el casillero de derrotas a dos. Competir siempre, esa es la consigna que la UD ya tiene bien clara. Es el camino.
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