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Valentino Rossi, frente a la moto de Morbidelli por los aires. EP
El domingo de los milagros
Análisis

El domingo de los milagros

La cuarta vuelta de la carrera de Moto2 y la novena de la de MotoGP vivieron dos accidentes que obligaron a parar las dos pruebas y que dejaron unas imágenes espeluznantes que ejemplifican los riesgos de un deporte como el motociclismo

BORJA GONZÁLEZ

Madrid

Lunes, 17 de agosto 2020, 17:58

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Vuelta cuatro de Moto2 del GP de Austria, lidera Jorge Martín. Enea Bastianini, líder de la categoría en el inicio de la prueba, sufre una extraña caída en la recta posterior a la primera curva del Red Bull Ring. Su moto queda cruzada en medio de la pista en un momento en el que todavía el pelotón no se había roto, con los pilotos todavía rodando muy seguidos. Las primeras unidades que persiguen al italiano comienzan a esquivarla, algo que no consiguen hacer tres hombres: Edgar Pons, Andi Farid Izdihar y, sobre todo, Hafizh Syahrin. El malasio y su moto salen propulsados, y éste pega un fuerte costalazo sobre el asfalto.

Con la pista llena de restos del accidente, se para la carrera, mientras las asistencias médicas atienden al ex de MotoGP. Por suerte, un accidente que no le deja secuelas físicas de importancia. «Me siento bien, afortunado después de la caída porque no me he roto nada. Siento dolor en las piernas, cerca de la ingle, como si la pierna estuviera rota, aunque hemos confirmado que no hay fracturas», explicaba Syahrin el domingo por la tarde de regreso de un hospital donde se le practicaron diversas pruebas.

Vuelta nueve de MotoGP, lidera Pol Espargaró. Johann Zarco, noveno, rebasa tras la minicurva 2 al octavo, Franco Morbidelli, y para cerrar la opción de que el italiano le pase en la próxima siguiente frenada, la de la 3, se le coloca justo delante, en un peligroso movimiento que genera una turbulencia que lanza la Yamaha contra la Ducati. Los dos pilotos caen por los suelos, las dos motos salen propulsadas mientras rebotan contra el asfalto hacia la salida de la curva 3, por donde pasan en esos momentos el sexto, Maverick Viñales, y el séptimo, Valentino Rossi. Un punto del trazado austríaco que siempre ha sido polémico por su peligrosidad, aunque más cuando la pista está mojada.

Rossi y Viñales ven cómo las dos motos les pasan rozando, generando esto una escena cargada de dramatismo y que bien podría haber terminado en una histórica tragedia. El italiano, como el resto de pilotos, regresa a su box después de que Dirección de Carrera saque la bandera roja para detener la prueba. Se sienta en su silla, se quita el casco y observa con cara de pavor la repetición del incidente y lo cerca que ha estado de ser golpeado con violencia por cualquiera de las dos motos. «Me siento muy mal, he pasado mucho miedo», reconocía después de la segunda carrera, en la que pudo terminar quinto. «Ha sido muy peligroso. Este tipo de situaciones cambian mucho si nadie sale herido, como hoy. Ninguno de los cuatro pilotos hemos sufrido lesiones, pero la situación sería radicalmente distinta en el caso contrario», apuntó Rossi.

Ataques a Zarco

Mientras que el incidente de Moto2 fue totalmente fortuito, en el de MotoGP todos los dedos señalan a Zarco. «El Red Bull Ring es un poco peligroso en algunas partes, especialmente cuando llegas a puntos de frenada de 300km/h a 50», explicaba Rossi en referencia a esa zona del trazado y a una escalofriante velocidad de aproximadamente 200km/h a la que impactaron Morbidelli y Zarco. «Pero creo que más peligroso que el trazado es no tener respeto por los pilotos. Zarco ha frenado en la cara de Franco para que no le adelantase de nuevo, pero estaban demasiado cerca y Franco no tenía la oportunidad de frenar. El riesgo era muy alto, y sobre todo nos ha puesto en riesgo a mí y a Maverick», lanzó Rossi.

Precisamente, fue Morbidelli el más duro con el francés. «Es casi un asesino, frenar de esa manera a 200km/h es de tener muy poco amor por ti mismo y por aquellos con los que corres», sentenció el italiano, una afirmación ante la que Zarco quiso defenderse. «Pude adelantarle en la recta porque había una gran diferencia de motor entre él y yo. Cuando estaba delante al frenar no me abrí más que de costumbre y no lo hice a propósito. A casi 300km/h no puedes cambiar la trazada en el último momento», respondió. Una polémica que tendrá el siguiente episodio desde el jueves, cuando los pilotos vuelvan a encontrarse en el Red Bull Ring y, sobre todo, desde el viernes, cuando se vuelvan a ver las caras para el Gran Premio de Estiria.

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