Dreyer y Camarero, estrategas para que Gran Canaria sea hegemónica
Voleibol ·
Los técnicos están a a un paso de ganar las ligas femenina y masculina con Olímpico y Guaguas, respectivamenteEl voleibol grancanario está a punto de acaparar la hegemonía nacional tanto en categoría femenina como masculina. El Olímpico, con 2-0 a favor ante el Haris en la gran final de la Liga Iberdrola, puede proclamarse campeón el próximo domingo (17.00 horas) en Tenerife. Y se ha ganado hasta dos oportunidades más para certificar su conquista en caso de derrota. Muy mal se le tienen que dar las cosas al equipo capitalino para que el cetro se le escape de las manos. Y, en lo que respecta a la Superliga, el Guaguas inicia este sábado (18.30 horas) el cruce culminante de la temporada frente el Río Duero de Soria y con el factor cancha de su lado.
Esto es, se asegura el desenlace al calor del CID si hiciese falta agotar la serie. Que los dos representantes isleños tengan a un paso el alirón constata el excelente trabajo realizado en los clubes, con una planificación medida, plantillas competentes y dirección técnica a la medida. En este sentido, el mérito de los arquitectos de uno y otro bando es incuestionable: Marcos Dreyer y Sergio Miguel Camarero.
Dreyer, en su primera temporada al frente del Olímpico, quiere certificar que es un hombre de palabra. «Vine para hacer un equipo campeón», señaló semanas atrás cuando se le cuestionó por los objetivos propuestos. La Copa de la Reina, precisamente ante el Haris, se escapó de manera inverosímil pero la venganza ya se ha cocinado en un alto grado. Haber ganado los dos primeros encuentros constituye una ventaja casi definitiva, aunque en el vestuario no quieren dejarse llevar por la euforia y tienen presente lo acontecido en la última final para tratar de rematar la faena cuanto antes.
El preparador brasileño, que inició su periplo en el club trabajando con la base y tiene en su hija Paula, de 17 años, a uno de los grandes baluartes de este Olímpico, ha confeccionado un equipo de autor, mecla de la veteranía y oficio de las Saray Manzano o Sulian Matienzo, con la savia nueva y pujanza que personifica como nadie Paula. Y en nada puede recoger los frutos a un año marcado por la disciplina, el trabajo y la mentalidad ganadora.
En tanto, Camarero no necesita presentación alguna. Leyenda del Guaguas, campeón como jugador y técnico, ahora persigue su enésimo éxito. Hay paralelismos como el Olímpico: también hubo decepción en la Copa y se viene de una temporada 2021-22 en la que las vitrinas no registraron novedad. Bajo ningún concepto él y sus hombres van a permitir que la película se repita y, buena prueba de ello, es la trayectoria que llevan en el campeonato regular y las dos eliminatorias disputadas hasta ahora. El resumen no puede ser más sencillo e ilustrativo. Y es que han ganado todo lo que han jugado, una muestra de autoridad incontestable y que ha generado intimidación en el resto.
El pulso del CID
Que Olímpico y Guaguas comiencen a tener cara de campeones se explica, además del mérito en la pista, del factor ambiental, como bien se han encargado de recordar desde las directivas. Un CID que ha recuperado el pulso del voleibol, como en los viejos tiempos, y ejerce el influjo que se necesita supone otro elemento de peso para los dos escudos.
Si el Olímpico tuvo viento de cola con el calor de su gente y sabe que, de necesitarlo, que no es intención por el deseo de celebrar cuanto antes esta edición de la Liga Iberdrola, volvería a tenerlo, en el Guaguas manejan previsión de lleno total para el próximo sábado 6 de mayo, día en el que disputará el tercer encuentro y en el que podría ser campeón ante la afición grancanaria si se trae de Soria un 0-2 como así se espera.