Dreyer: «Vine para hacer campeón al Olímpico y asumo esa presión»
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El técnico brasileño confía en su equipo en puertas de iniciar el playoff por el título liguero. El domingo, primer asalto de semifinalesComienza lo bueno para el Hidramar Olímpico Gran Canaria, ya en la fase decisiva para asaltar el título liguero que tanto ansía. La final de Copa perdida ante el Haris recientemente dejó una herida abierta que el equipo quiere suturar con el campeonato. «Aquello fue una lección y hemos aprendido», asegura Marcos Dreyer (Río de Janeiro, 1971), entrenador y arquitecto de un proyecto que busca su consagración. El domingo, primer partido de la serie de semifinales ante el Cajasol de Sevilla al mejor de tres. El entrenador brasileño focaliza toda su atención en lo inmediato. «De lo contrario, nos equivocaríamos», advierte.
-El Hidramar llegó a la final de Copa y está en la pelea por la Liga y con todas las opciones. No es mal balance para la que es su primera temporada en el banquillo.
-Sabía que tenía una base muy importante y de mucha calidad. Los cambios que realizamos han resultado muy bien, pero ahora nos falta levantar algún título, que es lo que todas las personas que pertenecemos a este club queremos.
-¿Cómo llega el equipo a las semifinales?
-Tuvimos dos semanas de parón y pudimos trabajar mucho la parte física sin competición y eso ha sido una ventaja, aunque estar sin competir siempre te genera alguna duda. La espera se ha hecho muy larga, aunque la motivación de estar en el playoff nos hará demostrar un gran nivel, que es el que tenemos.
-Hablaba de levantar títulos. ¿Lo que pasó en la Copa, dejado escapar una final que estaba encarrilada, tiene que servir de estímulo extra?
-Fue un palo duro lo que nos pasó, pero también una lección. De la manera que nos pasó todo nos dolió. Jugamos bien pero no hicimos las cosas como teníamos que hacerlas en el momento en el que correspondía. Ahora nos toca enfocarnos en el playoff y llega la hora de demostrar que, tras un año de trabajo muy bueno, sabemos cómo competir.
-Con todo, en la Copa se demostró que este equipo puede ser campeón si da todo lo que tiene.
-No hay duda de los equipos que son los favoritos para la Liga, entre los que estamos nosotros, pero esto no te da ni un punto de ventaja. Si nos los creemos y no lo trabajamos es peor. Hay que ir con la confianza del trabajo que hemos hecho durante el año, como en la Copa, en la que hicimos muchas cosas bien aunque nos faltara ganarla, todo el equipo está bien, con alternativas de juego muy variadas. Estamos con mucha confianza.
-¿Importante ganar en Sevilla el domingo para quitarse presión de cara a los siguientes en el CID?
-Nosotros pensamos en ganar el domingo. No en lo que puede pasar si no ganamos. Lo afrontamos como una final. Luego tendremos una semana para recuperar y volver a disputar otra final. Todo lo que queda por delante son finales.
-¿Qué aspecto le preocupa más del adversario?
-Nuestro rendimiento es el que tiene que definir la eliminatoria, pero Cajasol ha sido para mí la revelación de la Liga. Juega muy bien y en su casa más si cabe. No tienen nada que perder porque han llegado muy lejos y esa tranquilidad y descaro que les da esta situación le hace más peligroso.
-¿Se siente Marcos Dreyer en la obligación de hacer campeón al Olímpico?
-Sí. Por más que se diga que hay que valorar el trabajo y el esfuerzo, a este proyecto no le vale con entrar en el playoff y ya. Yo tengo aquí las condiciones para ganar títulos, con jugadoras de muchísima calidad. Y esa presión la asumo con naturalidad. Después se analizará todo con lo que pueda pasar. Pero, de entrada, yo estoy en el Olímpico para salir campeón.
-¿Eso se lo ha dicho así a las jugadoras?
-Ya lo saben. Este equipo está hecho para ganar desde antes de que viniera. Aquí muchas jugadoras que han ganado títulos y, como yo, quieren más.
-¿Se habla ya del futuro o el playoff lo centra todo?
-Ahora solo pensamos en el partido del domingo. Lo demás hay que dejarlo fuera de la pista.
-Pero tras trabajar en la base del Olímpico y llevar el primer equipo lo mismo le gustaría dar continuidad a su trabajo durante más tiempo independientemente del desenlace de la temporada...
-Es normal que se hable del futuro, de ofertas y posibilidades, pero somos profesionales para centrarnos en la competición. La intención de la mayoría es seguir aquí porque, como dije antes, estamos en un club en el que es muy fácil trabajar con todas las condiciones. Pero ahora lo que manda es el Caja Sol.
-Su hija es una de las figuras del equipo. ¿Cómo vive Marcos Dreyer como padre y como entrenador la eclosión de Julia?
-Como entrenador es una maravilla entrenar a una jugadora con esa proyección. Es muy joven, tiene unas grandes condiciones y, además, está en el club en el que se ha desarrollado, con el apoyo de todas las compañeras. Como padre es un orgullo inmenso. Mi miedo de que la relación se pudiera desgastar por convivir en un vestuario no se ha hecho realidad. Tenemos mejor relación incluso ahora que antes.
-17 años y en boca de todo el mundo...
-Vive el voleibol desde siempre en casa por su madre y por mí. Es precoz en todo. Todavía no ha cumplido 18 años y tiene la posibilidad de ganar la Liga... Hay que recordar que Pascual Saurín se la llevó a una concentración con 13 años y ella fue muy valiente al ir. Lo más importante es que no para de aprender, que tiene actitud para el trabajo y humildad y que disfruta muchísimo con lo que hace. Debe seguir así y con el apoyo importante de sus compañeras, que le ayudan muchísimo tanto dentro como fuera de la cancha.
-Usted quiere seguir aquí, ¿su hija también?
-Bueno, el futuro se verá cuando toque. Ahora tenemos un playoff por el título. Ella está en una edad en la que le pueden surgir muchas posibilidades, incluyendo becas de estudios... Pero ahora en su mente y en la de todo el equipo no cabe otra preocupación que no sea esta eliminatoria ante el Cajasol.