Lionell culmina su gesta tras cruzar la meta en Maspalomas: «Fue lo máximo»
Atletismo ·
En un año ha pasado de conocer que padecía leucemia a vencer al cáncer y completar con éxito los 42 kilómetros de la maratónCruzar la línea de meta en la prueba reina (42 kilómetros) de la Gran Canaria Marathon Maspalomas fue para Lionell Sánchez una justificación vital. «El mejor momento que recuerdo, lo máximo», asegura emocionado, todavía con secuelas físicas y emocionales de lo que vivió el pasado domingo a lo largo del recorrido y que, con el calor reinante, exigió al límite. En su cruzada por concienciar a todos en la donación de médula ósea, en estrecha colaboración con el Instituto Canario de Hemodonación, Lionell cumplió con el desafío que se propuso ya durante su estancia hospitalaria y luchando contra la leucemia que venció.
En mitad de las sesiones de quimioterapia, con su cuerpo y organismo consumidos, se prometió a sí mismo que volvería a correr. No se quedó ahí y apuntó a una distancia prohibitiva para la mayoría. En menos de un año ha pasado de ser diagnóstico de un cáncer en la sangre que le cambió por completo su existencia a coronarse en Maspalomas. «Llegar era mi triunfo y, aunque empleé cuatro horas y 37 minutos, un poco más de lo que preveía, lo conseguí», añade.
Raza, orgullo y fe
Lionell reconoce que, pese a la ilusión y empeño que puso a la hora de iniciar el trazado, pasó por momentos de extrema dificultad: «El dolor en la rodillas se me hizo insoportable casi al final, cuando restaban siete kilómetros. Pensaba que no podría seguir. Pero, en un avituallamiento, cogí hielo y lo froté en las articulaciones. Me alivió. Luego caminé un rato, pero pensé que andar no me iba a solucionar nada. Así que tiré de orgullo, le puse lo que le tenía que poner, y llegué a la meta».
«Mi familia y amigos estaban esperándome. Cerca de 40 personas. No puedo describir lo que sentí en ese momento. Una felicidad inmensa. Se me vinieron a la cabeza muchas vivencias que he pasado en los últimos meses. Pero sentí que todo había merecido la pena, que todos los esfuerzos realizados se justificaban en haber podido completar una carrera que, para mí, tiene un valor enorme, un simbolismo muy especial por todo lo que he pasado», añade.
La grabación de un documental de su preparación previa, así como de los 42 kilómetros que culminó, permitirá difundir la historia de Lionell y remar en favor del propósito que se marcó cuando su enfermedad le postró en una cama: se puede y se debe luchar contra el cáncer.