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Ariarne Titmus, oro en 200 y 400 libres. Jonathan NACKSTRAND / AFP
Tokio 2020 / Natación: Ariarne Titmus y Yui Osashi toman el mando de la natación
Tokio 2020 / Natación

Ariarne Titmus y Yui Osashi toman el mando de la natación

Logran su segunda medalla de oro en Tokio al superar de nuevo a las hasta ahora intratables Ledecky y Hosszu

igor barcia

Tokio

Miércoles, 28 de julio 2021, 04:46

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Ariarne Titmus y Yui Ohashi reinan en el Centro Acuático de Tokio. Cuando llegaron a los Juegos, eran aspirantes que debían destronar a dos leyendas de la natación como son Katie Ledecky y Katrinka Hosszu. Desde esta mañana, suman dos medallas de oro después de dos dobletes incontestables que confirman ese relevo generacional. A Ledecky le queda al menos su contundente victoria en los 1.500 metros -la prueba se estrenaba en unos Juegos entre las mujeres-, pero no es alivio para una estrella que no conocía lo que era caer derrotada, y por partida doble, como ha sucedido en estos Juegos.

El primer golpe fue duro, el segundo ha podido ser decisivo. Años atrás era inimaginable que Katie Ledecky dejara escapar un título, un oro. Pero en Tokio dos circunstancias juegan en la hasta ahora reina de la piscina. Por un lado que no ha llegado a estos Juegos en su mejor momento. Por otro, que se ha encontrado con Ariarne Titmus, desde ya una de las grandes estrellas, sino la principal, de la natación en Tokio 2020. Después de doblegar a Ledecky en los 400 metros libre, esta mañana ha hecho un alarde de confianza para ganar unos 200 metros que parecían volar hacia Hong Kong. Al iniciar el último largo, Siobnan Bernardette Haughey estaba en disposición de dar la gran sorpresa. Pero ha emergido la nadadora australiana para en un final imponente haya puesto las cosas en su sitio y se haya hecho con el doblete 200-400, mientras Ledecky y otra ilustre de la natación como la plusmarquista mundial Federica Pellegrini quedaban fuera del podio.

Queda un tercer duelo entre Titmus y Ledecky, en la final de los 800 metros libre, pero de momento, la confirmación de que el relevo generacional ha llegado es evidente. Y desde luego es un regalo para la natación, porque supone la confirmación de una deportista de 20 años que está aquí precisamente por Ledecky, su fuente de inspiración cuando la vio por la televisión en los Juegos de Río. Titmus, que se ha convertido en el orgullo de Tasmania, su región de origen, pensó que nadie podría ganar a aquella estrella, pero se equivocó. Ella ya la ha ganado dos veces esta semana y aspira a una tercera. Por eso cuando ganó en 400, reconoció que «yo no estaría aquí sin ella. Ella llegó a un nivel increíble y yo he estado tratando de perseguirla». Para alcanzar a su referencia, no dudó en dejar su tierra para trasladarse a entrenar a Brisbane. Hoy, la hija de un productor de televisión y de una exvelocista de atletismo ya está entre las figuras de estos Juegos Olímpicos.

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Ohashi, por su parte, ha logrado el doblete 200-400 metros estilos y ya tiene un hueco en el corazón de los japoneses. Su victoria en los 200, con Mireia Belmonte cuarta, fue bastante más contundente que hoy en el 400, que ha tenido que batallar hasta el final para superar a Alex Walsh por solo 13 centésimas. Pero el margen daba igual, porque su felicidad era evidente. Atrás habían quedado las dudas de una nadadora que estuvo a punto de tirar la toalla en dos ocasiones. Primero en 2015, cuando quedó la 40 en el campeonato japonés. Una anemia tenía la culpa de aquel pobre rendimiento. Después en 2019, cuando las dudas la bloquearon. Una vez superadas, Osashi desborda confianza. Hoy ha quedado claro. Lejos, muy lejos de la japonesa, volvía a quedar la doble plusmarquista mundial de los estilos, la húngara Hosszu, quien ha evidenciado que en su caso, el tiempo hace mella en el rendimiento. Ohashi no competirá más a nivel individual, así que Titmus tiene la gran oportunidad de desempatar en la final de 800 metros del 31 de julio que se presenta apasionante.

Hacia ese camino, entre los más reconocidos de Tokio, quiere ir el húngaro Kristof Milak, quien ha brindado una espectacular marca de 1.51.25 en los 200 metros mariposa, a 52 centésimas de su propia plusmarca mundial.

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