-¿Qué sensaciones tiene en plena cuenta atrás para la cita en Anfi?
-Correr en Canarias, en Gran Canaria, para mí significa correr en casa. He estado varias veces allí y es una isla que me encanta. La prueba de Anfi tiene un circuito espectacular y aunque no se ajusta a mi conveniencia, con subidas y bajadas, me motiva muchísimo. Además, la gente se vuelca, hace que te sientas arropada. Recuerdo muchísima afición animándote, implicada en dar fuerza a los atletas... Todo increíble. No en todas las partes del mundo sucede esto y en Canarias se nota, se percibe, que estás en una tierra de triatlón. En este sentido, es un privilegio repetir la experiencia. Tengo que felicitar a la organización porque así se lo merecen. Voy muy ilusionada.
-Y eso que no está como querría...
-Comencé a correr la semana pasada por la caída que tuve. Para nadar y dar pedales me veo bien, no tanto para la carrera a pie. Pero nunca busco excusas. Cuando tomo la salida, quiero lo máximo, forma parte de mi manera de vivir la competición y este deporte. Quiero mejorar lo del año pasado, cuando unos problemas de estómago me impidieron quedar en mejor posición. Si me respeta eso, seguro que puedo hacerlo bien porque estoy llevando un entrenamiento muy completo y exigente.
-¿Qué plan seguirá hasta el día de la prueba? ¿Baja o aumenta la intensidad?
-En esta semana afronto cuatro días de sufrimiento, de acumular fatiga, de pasarlo mal como se suele decir porque iré al límite. Está todo calculado y previsto. Y el lunes llegaré a Gran Canaria y, sobre el terreno, seguiré hasta que llegue el gran día. Lo normal es bajar el volumen a medida que se acerca la prueba, pero en mi calendario tengo más compromisos y no puedo permitirme ahora un respiro. Por eso iré a tope hasta el inicio de la prueba en Anfi.
-Fatiga, sufrimiento y pasarlo mal. ¿Hay que ser de otra pasta para practicar el triatlón?
-En mi caso tengo claro que siempre quiero mejorar, ir a más, evolucionar. Empecé en la natación y ahora, en el triatlón, nunca me conformo con nada. Lo que más preocupa son las lesiones. Si no me lesiono, no me impresiona entrenar, esforzarme al máximo. Está claro que la mentalización es clave. Pero si no sufres, si no te impones un perfeccionamiento, nada es posible. Me ha costado mucho llegar hasta donde estoy ahora y el camino lo conozco y pasa, precisamente, por querer dar un paso más cada día.
-Va a encontrar dura competencia en el Anfi Challenge Mogán Gran Canaria. ¿Es un aliciente extra?
-Desde luego. Siempre quiero medirme a las mejores y sé que allí van a estar. Nicola Spirig ya ha ganado medallas olímpicas, es de las mejores. Saber que vas a correr para tratar de superarla es algo increíble. El cartel es perfecto y lo tiene todo para que se viva un gran espectáctulo, que es de lo que se trata.
-Antes aludía a la pasión con la que se vive en Gran Canaria este triatlón de Anfi. ¿Qué cree que supone, bajo su experiencia, que la isla sea epicentro mundial de esta modalidad?
-Un privilegio seguro, porque asçi se pueden ver el clima, el paisaje y las condiciones que reúne Gran Canaria y que son magníficas. A mí me encanta por todo lo que reúne.
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