Gloria o más pena
La UD busca con urgencia su segundo triunfo fuera de casa para poder mirar hacia arriba y dejar de bailar en tierra de nadie
La vida es eso que transcurre mientras se piensan demasiado las cosas. El tiempo vuela a la velocidad de la luz y, cuando se quiere volver a atrás, ya no hay opción. Las Palmas tan solo ha vencido una vez en lo que va de campeonato lejos del Gran Canaria, dato que sería anecdótico si no fuera el pan de cada día año tras año. Le cuesta un mundo imponerse a la UD en tierras peninsulares. Y ahí es donde nace el lastre. El déficit de puntos. La ansiedad. Sin tregua para lamentaciones, el conjunto amarillo necesita una victoria a domicilio ya. No puede demorarse más. Es ahora o nunca.
La estadística no suele mentir, es fiel reflejo de las matemáticas, que nunca engañan. Y en su currículum, la Unión Deportiva solo ha ganado al Mallorca esta campaña lejos de su fortaleza isleña. Lo hizo, además, en un campo de enjundia ante un coloso. De resto, mucho plomo y aún más barro. Ahora, visita al peor equipo de toda la Segunda División como anfitrión, el Fuenlabrada. Los madrileños llevan sin triunfos en el Fernando Torres desde septiembre, casi nada. Diez empates y dos derrotas en los últimos cinco meses.
Si ante el Castellón hubo cierto aire de grandeza y el tropiezo fue mayúsculo, esta tarde habrá batalla. Y será así porque Pepe Mel no ha parado de insistir en la importancia de salir a competir como si no hubiera mañana. El técnico no quiere ni una gota de tranquilidad ni conformismo. Espera que sus pupilos den un paso al frente y, por fin, se quiten las piedras de la mochila fuera de la isla.
Para ello, Mel juntará a los artistas en ataque en la que será la primera vez de Sergio Araujo y Jesé Rodríguez en la lanzadera. En el arco repetirá el inamovible Álex Domínguez, a las puertas de una posible convocatoria con la sub-21 española y que querrá terminar de llamar la atención. En línea de cuatro atrás, con Eric y Álex domo centrales y Dani en el carril izquierdo, queda la duda de quién ocupará el derecho. Lemos ya está de vuelta y Ale Díez ha cumplido en su ausencia. Otra opción es que el gallego galope desde posición de extremo, con el extremeño sacando colmillos a su espalda. Por delante, en el doble pivote, estarán Sergio Ruiz, que llega poderoso a la cita, y Javi Castellano. Sin Maikel Mesa, la banda izquierda será para Araujo, que enlazará con Jesé y Rafa Mujica, que ejercerán de arietes. El puesto que queda libe lo pugnan Lemos, Kirian y Clemente, aunque los más optimistas sueñan con volver a ver ya a Rober golear.
Con todo, y con la necesidad imperiosa de sumar de tres fuera de casa, Las Palmas debe dar un golpe sobre la mesa si quiere, y todavía no se le ha pasado el tren, caminar hacia arriba en la tabla y soñar con algo más que con la mediocridad. Enfrente, un rival al que la vida le va mejor fuera de tierras madrileñas, pero que el curso pasado casi entra en playoffs de ascenso y que con Oltra ha vuelto a sonreír con más asiduidad. No lo tendrá fácil la UD que, además, nunca ha vencido en el Fernando Torres. La victoria se cotiza al alza y eso debe añadir todavía más mordiente a la necesidad imperiosa de los de Mel. No hay más. Gloria o pena. Mirar hacia adelante y quedar en tierra de nadie. Esa es la tesitura en la que se encuentra ahora mismo el combinado grancanario. Y para escalar en la tabla hay que sumar de tres en tres. En casa, lejos y en todos sitios. Nueva reválida para justificarse. Por nombres que no sea, porque los hay.