Vitolo, ahora o nunca
Vitolo apura por recuperarse y estar listo ante el Celta. Consciente de que se le acaba el tiempo en la UD y que su presencia no ha tenido el brillo que todos esperaban, trabaja por superar los problemas físicos que le están aguando el comienzo de temporada con la UD Las Palmas.
Solo ha podido disputar tres partidos en las siete primeras jornadas, y lo ha hecho forzando. El único choque que completó fue el del Valencia, en el resto fue sustituido y los jugó renqueante. 211 minutos de los 630 que podría haber ya sumado con la camiseta amarilla. Primero fue por culpa de una distensión en el ligamento colateral de su rodilla, provocado en un entrenamiento con la Roja y que le obligó a abandonar la concentración. Y ahora, una microrrotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda sufrida en el duelo ante el Sevilla con la Las Palmas, lo tiene en el dique seco y sin poder tocar el balón.
Ayer fue el protagonista de la actualidad amarilla al saltar al césped de El Hornillo y poder realizar carrera continua. Un signo de mejoría esperanzador y que le da opciones de estar frente al Celta. Aunque es el que menos claro lo tiene. Es el único de los lesionados que aún no toca la pelota y su presencia en el Gran Canaria va a estar en el aire hasta los últimos días. Aún así, los médicos del club son optimistas y aseguran que pronto podrá integrarse a la dinámica de grupo.
«Aunque pases por momentos malos siempre tienes que intentar sacar una sonrisa. Todo cambia», escribió ayer Vitolo en su cuenta personal de Twitter. A un futbolista con el hambre del grancanario, esta odisea con las lesiones le está martirizando. Regresó con grandes expectativas a la isla, pero el físico no le está dejando triunfar. Sabe que en enero se irá al Atlético, y no soporta ver el transcurso de las jornadas desde la grada. Además, en año de Mundial, se ha perdido las dos últimas convocatorias con España, y su presencia en Rusia podría peligrar. Aún así, no se desanima, este tiempo sin competir le vendrá bien y espera regresar con más fuerza que nunca para recuperar el tiempo perdido.