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Sarabia marca de penalti el gol de la victoria de España. Aris Messinis (Afp)
España despeja el camino al Mundial
Mundial | Fase de clasificación

España despeja el camino al Mundial

El ajustado triunfo frente a Grecia y la derrota de Suecia contra Georgia hacen que a La Roja le baste un empate el domingo en La Cartuja para estar el próximo año en Catar

Óscar Bellot

Madrid

Miércoles, 10 de noviembre 2021

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Revolucionario once de Luis Enrique para medirse a Grecia. Con Rodri como pivote, sin Busquets y con una línea de ataque conformada por Raúl de Tomas, Álvaro Morata y Pablo Sarabia, la selección española afronta una auténtica batalla en Atenas de la que depende su asalto definitivo a Catar. Segunda de grupo con 13 puntos, dos menos que Suecia, La Roja busca la victoria frente a la peliaguda Grecia para colocarse líder y encarrilar el pase directo al Mundial del próximo año. La derrota de Suecia frente a Georgia allana el camino.

Cierto es que en el peor de los casos la selección española tendría garantizada la repesca, pero ese escenario la abocaría a un campo de minas que podría desembocar en su primera ausencia en una Copa del Mundo desde Alemania-74. Para sortear ese panorama conviene imponerse en la cuna de la democracia y será ineludible responder con grandeza al formidable reto que le planteará el domingo el bloque escandinavo en Sevilla, la ciudad que fue un talismán para el combinado nacional cuando sufría más de la cuenta para estar en los grandes torneos.

Como en aquellos tiempos de padecimiento extremo, La Roja llega a las dos últimas jornadas de la fase de clasificación para el Mundial del próximo año con la soga al cuello. Lo bueno es que sigue dependiendo de sí misma para acceder de modo directo a la controvertida Copa del Mundo que acogerá el fastuoso emirato entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre de 2022. Lo malo, que no hay margen de error porque los 'playoffs' que tiene asegurados en virtud de su condición de subcampeona de la Liga de Naciones serían a cara de perro: dos eliminatorias a partido único en los que se jugaría el tipo con huesos durísimos de roer.

Decía Luis Aragonés que el objetivo era ganar y ganar y volver a ganar. Más razón que un santo tenía el Sabio de Hortaleza. Que se lo digan si no a la España de Luis Enrique, que camina sobre el alambre tras una titubeante fase de clasificación que estrenó empatando precisamente frente a Grecia en el Nuevo Los Cármenes el día en que Pedri y Bryan Gil tomaron la alternativa con la absoluta. Morata adelantó a La Roja en el primer tiempo, pero un derribo de Iñigo Martínez a Masouras dentro el área permitió igualar a los pupilos de John van't Schip un encuentro en el que a la selección española le faltó pegada para trasladar al marcador su abrumador dominio.

Aunque los triunfos sobre Georgia a domicilio y en casa frente a Kosovo aliviaron a la soldadesca de Luis Enrique, el rejonazo frente a Suecia en Solna volvió a complicarle la vida. Al menos los nórdicos se dejaron tres puntos en Grecia en la cuarta fecha que resultan vitales para que ahora la semifinalista en la Eurocopa multisede afronte las dos finales que restan sin depender de una carambola de resultados.

Sin red

Las cuentas son nítidas. Sumando cuatro de los seis puntos en liza, España competirá en la que sería su decimosexta Copa del Mundo, la duodécima consecutiva. Tras el tropiezo de Suecia en Batumi, también podría bastarle el empate o incluso la derrota, siempre y cuando venza a los nórdicos en Sevilla.

España encara ese 'match-ball' con la autoestima reforzada por su gran actuación en la 'final four' de la Liga de Naciones, donde se le escapó el título por una uña. Fue el segundo golpe de autoridad consecutivo de una selección que venía de sacar nota también en la Eurocopa, donde se sobrepuso a un cúmulo de problemas para rozar la final. Sucumbió ante en la tanda de penaltis frente a la postre campeona Italia, pero volvió a congraciarse con una afición desencantada tras los fracasos encadenados que siguieron al ciclo regio que se extendió entre 2008 y 2012. Sin embargo, un fiasco en la fase de clasificación, por mucho que quede el consuelo de la repesca, devolvería a La Roja a la casilla de salida.

Grecia también acude a la cita sin red. Tercera clasificada del grupo y ya sin posibilidad de lograr el pase directo al Mundial, únicamente le vale la victoria para apurar las opciones que tiene de meterse en el 'playoff'. Los helenos, que cerrarán contra Kosovo en la última jornada, solo han derrotado una vez a España en los once enfrentamientos previos entre ambas selecciones, pero han sumado en tres de sus cinco choques más recientes. Aunque el combinado de John van't Schip se siente más cómodo con el bloque bajo, esta vez no le quedará otra que arriesgar. «Tenemos que defender tan arriba como sea posible para crear ocasiones de peligro», avanzó el preparador neerlandés.

España despejó en Atenas el camino hacia el Mundial de Catar. La ajustada victoria frente a Grecia, sumada a la inopinada derrota de Suecia ante Georgia, permitió a La Roja auparse al primer puesto del grupo B y deja el pase directo del combinado de Luis Enrique a tiro de piedra. Le bastará con empatar el domingo contra los escandinavos en La Cartuja para certificar su duodécima presencia consecutiva en la fase final de una Copa del Mundo.

El gol de Sarabia desde el punto de penalti en la primera parte consumó la cuarta victoria consecutiva de la selección española en suelo griego, donde sigue sin hincar la rodilla tras cinco visitas al territorio que cimentó las bases de la civilización occidental, enderezando una ruta que nació desviada con el empate en casa frente a los helenos en la primera jornada y amenazó con un ignominioso descarrilamiento tras el traspié contra Suecia en Solna dos meses atrás. Los griegos, por su parte, se despidieron de las escasas opciones que tenían de acudir al Mundial tras sufrir su primera derrota como locales desde junio de 2019.

El

Grecia

Vlachodimos, Androutsos, Goutas, Tzavellas, Tsimikas, Giannoulis (Limnios, min 67), Siopis, Bouchalakis (Pelkas, min. 78), Mantalos, Masouras (Tzolis, min. 46) y Pavlidis (Douvikas, min. 46).

0

-

1

España

Unai Simón, Carvajal, Laporte, Iñigo Martínez (Azpilicueta, min. 89), Gayá, Rodri, Gavi (Busquets, min. 65), Koke, Raúl de Tomás (Rodrigo Moreno, min. 57), Morata (Fornals, min. 65) y Sarabia (Dani Olmo, min. 57).

  • Gol: 0-1: min. 26, Sarabia, de penalti.

  • Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a Siopis, Sarabia, Tsimikas, Goutas, Carvajal y Tzavellas.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la fase de clasificación del Mundial de Catar, disputado en el Olímpico de Atenas ante unos 5.000 espectadores.

El combinado de John van 't Schip tenía una vía de escape para estar en Catar que pasaba por doblegar primero a España, después a Kosovo en la última fecha y confiar en que Suecia sumase frente a La Roja en Sevilla, lo que habría mandado a Grecia a la repesca como segunda de grupo. Producto de esas exigentes cuentas, los helenos salieron con cierto ímpetu, pero les duró un suspiro. Porque los pupilos de Luis Enrique rebajaron enseguida sus ínfulas adueñándose del cuero y maceraron el duelo con paciencia y ritmo.

Eso dio lugar al tradicional embudo. Porque Grecia se resguardaba bien con tres centrales y dos carrileros que tenían más cepo que vuelo. Aunque Van 't Schip avanzó en la previa que la idea era presionar muy arriba, en realidad intentó que España careciese de profundidad cerrándole los espacios con un bloque bajo. Koke encontró una rendija para superar el bosque de piernas cuando se llevaba un cuarto de hora filtrando un balón en largo para el desmarque de Raúl de Tomás, que malogró una ocasión pintiparada pensando seguramente que arrancaba en fuera de juego. Error grueso porque el ariete del Espanyol, que a renglón seguido tendría otra buena oportunidad en un remate a la media vuelta que desvió Tzavellas, estaba habilitado por los centrales.

Por suerte para España, el panorama se aclaró pronto y no hubo tiempo para lamentos. Una acción embarullada en el área local acabó con Iñigo Martínez por los suelos. El polaco Marciniak vio penalti. El VAR lo corroboró. Justito. Para qué quejarse. A España le debían en cualquier caso una por la acción de Eric García en la final de la Liga de Naciones. Sarabia no perdonó engañando a Vlachodimos.

El plan de los locales se desmoronaba. Les tocaba dar un pasito adelante y se abrieron espacios. Morata encontró pista libre para internarse en el área y retar a Vlachodimos, que atajó con el hombro. Grecia tenía en la velocidad de Masouras su mejor argumento ofensivo, pero apenas tuvo opciones de correr porque España convirtió la primera parte en un monólogo. Las estadísticas al descanso reflejaron un dominio abrumador de los hombres de Luis Enrique: 74% de posesión y seis disparos, tres de ellos a puerta, por dos de los griegos, solo uno entre los tres palos.

Agitó Van 't Schip la delantera tras el paso por la caseta y Grecia subió líneas en busca de un gol que le devolviese la esperanza. Sacudió su tridente Luis Enrique concediendo descanso a Raúl de Tomás, Sarabia y Morata para la final contra Suecia, a la vez que rodaba a Dani Olmo, acoplaba de nuevo a Rodrigo Moreno al engranaje de La Roja y daba carrete a Fornals. Achuchó Grecia, que perdonó en un par de centros rebosantes de veneno. Perdió comba España, que sufrió pero retuvo un botín extraordinario.

Lo hizo ya con Busquets sobre el campo. El mediocentro superó a Iniesta con 132 internacionalidades y cazará el domingo frente a Suecia a Xavi, su nuevo entrenador en el Barça, como tercer futbolista que más veces ha vestido la casaca nacional. Un partido al que España llegará con la moral reforzada pero sin bajar la guardia. Un punto le servirá para sortear la repesca tras una jornada que no pudo ser más favorable para sus intereses, pero no hay que confiarse. Porque Suecia se batirá el cobre por recuperar lo que perdió en Georgia. Nada está atado. Sevilla dictará sentencia.

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