«Recibiremos mejor al Betis que a Vitolo»
Al jugador le aguarda mañana un infierno en el Sánchez Pizjuán, estadio en el que se consagró y fue idolatrado hasta hace unos meses pero que ahora le espera con un ambiente hostil como jamás se ha dado.
Ignacio S. Acedo y /Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 19 de septiembre 2017, 14:44
«Recibiremos mejor al Betis que a Vitolo», clamaron las peñas y aficionados sevillistas cuando se consumó su fichaje por el Atlético, previo pago de la cláusula de rescisión (37,5 millones de euros).
En Nervión se tomaron su marcha como una traición imperdonable. Horas antes de anunciarse su marcha, José Castro, presidente del Sevilla, alardeaba a boca llena de que Vitolo ya había renovado su contrato hasta 2022. «Puedo asegurar que Vitolo está enormemente contento de seguir en el Sevilla, el equipo que le dio casi todo. Aquí es donde ha triunfado y ha ganado títulos. Vitolo es jugador del Sevilla para las próximas cinco temporadas. Se ha hablado mucho de ello y hay que tener un respeto hacia el Sevilla. Vestirá la camiseta blanca y roja del Sevilla. Estamos muy contentos por ello, hay que recordar que Vitolo es uno de los nuestros, lo da todo en el campo y sólo caben palabras de elogio». Nada más lejos de la realidad. Ese mismo día, un caluroso 10 de julio, Vitolo viajaba a Sevilla en lo que parecía un gesto de concordancia con lo expuesto... Pero para hacer escala anates de ir a Madrid y depositar en la sede de la Liga el importe de su libertad federativa. Se consumaba así lo que en la entidad andaluza entendieron como una puñalada que siguen sin digerir.
Desde entonces, a Vitolo no han dejado de atacarle acusándole de mentiroso y pesetero, entre otros calificativos pronunciados por el propio presidente y el director deportivo, Óscar Arias, además de entablar otro frente, ya en los despachos y de carácter judicial, con demandas dirigidas al Atlético, UD Las Palmas y el propio futbolista. Entienden en el Sevilla que Vitolo había rubricado su prolongación de contrato a través de terceros con poderes (su padre y la agencia de representación Bahía) y que, al certificar su transferencia, rompió de manera unilateral un acuerdo ya ultimado.
El clima de tensión no ha parado de crecer y desde la UD han querido proteger al jugador y defender su posición ante la oleada dialéctica. El pasado viernes, Miguel Ángel Ramírez acusó de «mala fe» al Sevilla y reclamó el pago de la comisión de traspaso de Vitolo, cifrada en algo más de cuatro millones de euros, que le corresponde a la entidad grancanaria y que todavía no ha sido abonada. Además, no descartan ulteriores reclamaciones por daños y perjuicios si así procediera.
Y ayer, más madera por parte de Pepe Castro: «Me da absolutamente igual que venga o no venga Vitolo. No voy a hablar de un jugador que ya es de otro equipo. Aunque desde otro punto intenten calentar el partido, mi responsabilidad es otra. La indiferencia es la mejor medida. La afición ha vuelto a entender que para animar no hace falta insultar porque un mal ambiente nos perjudicaría. En cuanto al presidente de la Las Palmas... Ha sido una irresponsabilidad en la que yo no voy a caer», dijo.
«Lo mismo el jueves hasta le cierran el campo al Sevilla. Aquí se teme lo peor y nadie puede garantizar que no se vayan a producir incidentes. La gente tiene muy presente lo que ha pasado y le tiene muchas ganas a Vitolo. Esperemos que la sangre no llegue al río, pero lo veo imposible», reconocía ayer uno de los periodistas que cubre la información del Sevilla.