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Ramírez estará en Anoeta

Ramírez estará en Anoeta

El presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, presenciará el trascendental encuentro del domingo ante la Real Sociedad en Anoeta. Esta temporada tan solo ha podido viajar a Mestalla y al Sánchez Pizjuán. De perder, podría tomar decisiones desde San Sebastián.

Jueves, 1 de enero 1970

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Las Palmas viaja a San Sebastián para medirse a uno de los equipos que más en forma está en Primera División y Miguel Ángel Ramírez arropará al equipo desde el palco. La Real Sociedad de Eusebio Sacristán recibirá a una UD muy necesitada. Los amarillos llegan como colistas, mientras que los donostiarras, séptimos, están en la pelea por entrar a puestos europeos. Además, el fútbol desplegado por los blanquiazules está siendo de los mejores de la Liga. No obstante, los números como local invitan al optimismo insular: dos victorias (Villarreal y Eibar), dos empates (Betis y Espanyol) y dos derrotas (Valencia y Real Madrid).

En una semana convulsa, en la que el técnico Pako Ayestarán ha pendido de un hilo, la plantilla ha apelado a la unión para salir del pozo. Y Ramírez no iba a ser menos. El presidente de la entidad grancanaria ha sido partícipe de las mejores gestas de la UD. Cómo en aquella arenga que dio en el Molinón. Las Palmas necesitaba la victoria ante el Sporting, tras perder la ida en el Gran Canaria (0-1). En el vestuario, antes de saltar al verde, el máximo mandatario instó a los suyos a dejarse el alma. «No pueden con nosotros, somos la Unión Deportiva Las Palmas», chilló. Pasado el minuto 90, cuando todo parecía imposible, Asdrúbal destrozaba la red defendida por el Pichu Cuéllar y metía a los insulares en la final del playoff. Luego llegó la catástrofe ante el Córdoba. El maldito 22J. Un día negro pero que trajo consigo la ilusión de conseguirlo al año siguiente. Y así fue.

Es por ello que la escuadra amarilla no debe perder la fe en revertir la situación. Ya lo han subrayado Jonathan Viera y David García, emblemas de este equipo, a lo largo de la semana. Las Palmas llega colista al enfrentamiento, con una hemorragia defensiva y rota anímicamente, pero sigue siendo la UD, esa que cuando se cae, se levanta. Siempre lo ha hecho y siempre lo seguirá haciendo.

El crítico momento por el que está pasando el conjunto grancanario obliga al desplazamiento del presidente. Ya que de volver a perder -sería la séptima derrota consecutiva con Ayestarán al mando-, Ramírez podría optar claramente por un cambio de técnico. Partido a vida o muerte para el preparador guipuzcoano, que cuenta con el apoyo de la plantilla, pero al que ya no le quedarían más comodines si no trae los tres puntos a la isla. La batalla se antoja complicada por la inercia de resultados, pero la Unión Deportiva no puede fallar más.

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