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El milagro de Spalletti en el Nápoles

El milagro de Spalletti en el Nápoles

Treinte y tres años después de conquistarla con Maradona, el cuadro del sur vuelve a ganar la Liga italiana, esta vez de la mano de un gran técnico

Iñigo Agiriano

Viernes, 5 de mayo 2023, 08:23

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En la década de los sesenta, cuando grandes masas de migrantes del sur de Italia llegaban a las ricas ciudades del norte, podían ver carteles que rezaban «Non si affitta ai meridionali» ('No se alquila a los sureños'). Esta anécdota es solo una muestra de la profunda brecha que divide Italia entre el norte y el sur. Esta división tiene su reflejo en el fútbol. Los grandes equipos de Italia o bien pertenecen a ciudades del norte (Milán, Turín) o bien a la capital, Roma. Ellos se han repartido la mayor parte de títulos nacionales desde la creación de la Serie A.

El primer equipo que rompió el dominio del norte fue el Cagliari en 1970. Sin embargo, la pertenencia de la isla de Cerdeña al Mezzogiorno es controvertida, por lo que podríamos dar el honor de ser el primero en acabar con la tiranía septentrional a un tal Diego Armando Maradona. Aquel Nápoles de finales de los ochenta, comandado por el genio argentino, ganó la Serie A dos años (1987 y 1990) y devolvió el orgullo a una región largo tiempo despreciada. Pues bien, 33 años más tarde, el Nápoles ha vuelto a ganar el campeonato italiano y lo ha hecho, además, con una rotundidad que no se veía en el país desde 2014, cuando la Juventus sumó 102 puntos.

Luciano Spalletti es el gran artífice de este Nápoles. Posiblemente uno de los técnicos más infravalorados de Europa, ha dejado su sello en los lugares donde ha estado. Su palmarés en Italia se limita a dos Copas y una Supercopa que ganó con la Roma, pero el de Certaldo es un entrenador que va mucho más allá de éxitos particulares. Udine, Empoli, Roma, Milán y San Petersburgo son ciudades que dan testimonio del impacto que tuvo Spalletti en sus clubes y del bello fútbol por el que siempre se han caracterizado sus equipos.

Líder desde la jornada 7

Recaló en Nápoles la temporada pasada y, tras un inicio prometedor, que auguraba que podía competir por la Liga, se cayó en la segunda vuelta. Esta temporada, sin embargo, el equipo ha logrado mantener un gran nivel durante todo el curso. Se hizo con el liderato en la jornada siete y, desde entonces, no lo ha soltado. Llegó al Mundial invicto tras quince jornadas y aunque cayó ante el Inter en el primer partido tras el retorno, su equipo no dio síntomas de flaqueza.

El mérito de este Nápoles es doble, ya que tuvo que afrontar este verano una profunda reconstrucción de su plantilla. Jugadores de la talla de Koulibaly, Mertens, Insigne y Fabián Ruiz abandonaron la entidad y en su lugar llegaron futbolistas desconocidos para el gran público como Kim Min-Jae y Kvaratskhelia. Su rendimiento ha sido excepcional. El surcoreano se ha erigido en el líder de la defensa napolitana, mientras que el georgiano ha formado una sociedad letal con Victor Oshimen. El nigeriano lleva 21 tantos en Serie A y lidera el pichichi de la competición con amplia ventaja sobre el segundo. Kvaratskhelia, por su parte, se ha convertido en apenas un año en uno de los futbolistas más cotizados del planeta, gracias a sus goles, asistencias y extraordinaria calidad.

Aunque estos jugadores han destacado sobremanera, sería injusto olvidar a algunos de sus compañeros, fundamentales para entender la soberbia temporada del Nápoles. El guardameta Meret, el capitán Di Lorenzo y el excepcional centro del campo formado por Lobotka, Anguissa y Zielinski también pasarán a la historia del club. Su excéntrico presidente, Aurelio di Laurentiis, ya tiene el título que tanto anhelaba y, por un tiempo, el sur de Italia puede proclamar orgulloso que ha derrocado la tiranía del norte.

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