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Tras conquistar la Supercopa en Arabia Saudí, con sendas victorias frente al Barcelona y el Athletic y tirar de heroica para remontar con uno menos en el Martínez Valero y avanzar a cuartos de final de la Copa del Rey, el equipo de Carlo Ancelotti regresa a casa para medirse de nuevo al Elche, esta vez en el torneo de la regularidad. Obligado a responder con otra victoria en el homenaje a Paco Gento, una de sus grandes leyendas, fallecido el martes a los 88 años. También habrá lugar para rendir tributo a Lorenzo Alocén, exjugador del Real Madrid de baloncesto desde 1961 a 1963 que también falleció el martes, a los 84 años.
Recupera Carlo Ancelotti para esta cita a Thibaut Courtois y Karim Benzema, ausentes en el compromiso copero reciente por una indisposición en el caso del portero belga y por un merecido descanso en relación al delantero. Bastante reacio a las rotaciones en esta campaña y teniendo en cuenta que al Real Madrid la esperan después 10 días sin partido, hasta el duelo copero del 3 de febrero en San Mamés, el técnico italiano apostará por su once de gala a excepción de la entrada de Lucas Vázquez por Carvajal, baja por coronavirus.
Siempre baila un puesto en la banda derecha del ataque y esta vez Carletto lo desveló en la víspera del partido. Ni Marco Asensio, ausente por problemas musculares, ni Rodrygo; esta vez el protagonismo será para Eden Hazard, premiado por ese gol en Elche que rescató al Real Madrid. No solo confirmó su titularidad tras un mes siendo carne de banquillo, sino que también quiso regalarle los oídos al belga al afirmar que «entra en la planificación de la próxima temporada». Una frase cariñosa para quedar bien y motivar a su estrella que contradice la postura del club, deseoso de escuchar ofertas por Hazard, lastrado por las lesiones y con contrato hasta el 30 de junio de 2024.
También subrayó Ancelotti que espera la ayuda de aquí al final de curso de Gareth Bale, convocado ya para el último partido en el Martínez Valero aunque no llegó a reaparecer. «Está en un buen estado físico», afirmó el entrenador sobre el galés, inédito por culpa de las lesiones desde el triunfo del 28 de agosto ante el Betis en el Benito Villamarín. Las malas lenguas aseguran que el Expreso de Cardiff se ejercita a mejor ritmo porque se encuentra en plena pretemporada para llegar en plenitud a la eliminatoria de repesca para el Mundial de Catar que los galeses afrontan en marzo ante Austria.
Como el Barça y el Atlético, sus rivales habituales, se encuentran en situación crítica, parece que el Real Madrid tiene la Liga ganada ya en enero. La realidad, en cambio, dice que los blancos no pueden permitirse excesivas relajaciones porque el Sevilla está cerca y comenzó la jornada con solo cuatro puntos de desventaja. Por eso Ancelotti apela a la cautela frente a un Elche que acude con más motivación que angustia tras enlazar dos victorias ligueras consecutivas ante el Espanyol y el Villarreal, que le han revitalizado y alejado del descenso con Francisco Rodríguez como técnico.
Se presentan los ilicitanos en el Bernabéu, donde jamás han podido ganar, muy limitados de efectivos. Padecen lesiones musculares los centrales Pedro Bigas y Enzo Roco, el centrocampista Iván Marcone y el delantero Guido Carrillo. Además, Antonio Barragán, Josema Sánchez y Javier Pastore siguen fuera del grupo por la covid-19, igual que el entrenador y su segundo, pendientes de dar negativo para poder estar en el Bernabéu. Los franjiverdes celebran al menos la recuperación de Pablo Piatti, tras superar el coronavirus, y el goleador Lucas Boyé.
Al Real Madrid, líder con cuatro puntos de ventaja sobre el Sevilla y salvo caída inesperada futuro campeón, jamás se le puede dar por muerto. No llegó a remontar como en el reciente choque copero del Martínez Valero, pero el equipo de Carlo Ancelotti rescató un punto en un partido que se le puso con 0-2 cuando Pere Milla marcó a falta de un cuarto de hora.
De nuevo, la heroica de los blancos, el tembleque de los ilicitanos y dos goles, uno de penalti anotado por Modric y otro de cabeza, sellado por Militao tras una porfía y un gran centro de Vinicius. Tablas que quizá no colman de felicidad a nadie, pero que rinden otro tributo al fútbol en un duelo de emoción máxima, con polémica, una pena máxima errada por Karim Benzema y lesiones de Tete Morente y el delantero francés.
Sin restarle méritos al Elche, que compite muy bien desde la llegada a su banquillo del almeriense Francisco, ausente en el Bernabéu coronavirus, fue casi un milagro que los franjiverdes se marchasen al descanso ya en ventaja. Pero sabido es que los designios del fútbol son inescrutables y por eso es el deporte rey, injusto a veces como ninguno. Si en otras ocasiones este Real Madrid de Ancelotti encontraba mucho antes los goles que el fútbol, esta vez la contundencia no fue su gran arma en las dos áreas en el primer período.
Real Madrid
Courtois, Lucas Vázquez (Valverde, min. 79), Militao, Alaba, Mendy, Casemiro, Kroos (Rodrygo, min. 63), Modric, Hazard (Isco, min. 79), Benzema (Jovic, min. 58) y Vinicius.
2
-
2
Elche
Edgar Badia, Palacios, Verdú, Diego González, Mojica, Tete Morente (Fidel, min. 24), Raúl Guti, Gumbau, Pere Milla, Lucas Pérez (Josan, min. 88) y Lucas Boyé.
Goles: 0-1: min. 42, Lucas Boyé. 0-2: min. 76, Pere Milla. 1-2: min. 82, Modric, de penalti. 2-2: min. 90+2, Militao.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco): Mostró amarilla a Militao, Vinicius -se pierde el próximo partido- y Alaba.
Incidencias: Partido de la 22ª jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu. En los prolegómenos, homenaje y minuto de silencio en memoria de Paco Gento, leyenda del Real Madrid, fallecido el 18 de enero. 39.746 espectadores.
Salieron los blancos con buena actitud, fútbol notable y ni un ápice de confianza frente a un enemigo al que acababan de superar de forma casi milagrosa en el torneo del KO. Muy activos Lucas Vázquez, Benzema, Vinicius y hasta Hazard, maestros Kroos y Modric en la distribución y el manejo del tiempo y el espacio, y bastante atentos en defensa se mostraron los merengues en ese período. Pero les frenó el buen orden del rival, las intervenciones excelentes de Edgar Badia, un pequeño lince, y algo muy inusual, un penalti lanzado al limbo por Benzema. La acción previa fue polémica, no por el claro derribo de Palacios a Vini sino por la falta previa no indicada en el robo de Kroos sobre Pere Milla.
Lastrado ya a causa sus numerosas ausencias por diferentes lesiones musculares y el dichoso covid, ese virus asesino que no se muere nunca, el Elche sufrió pronto la lesión de Tete Morente tras un intento de cortar un contragolpe que conducía Casemiro. Le sustituyó Fidel y fue quien, precisamente, cerca del descanso dibujó un centro perfecto que cabeceó Lucas Boyé para el sorprendente 0-1. Fue la única distracción grave reprochable a los locales en ese primer acto.
Quedaba toda la segunda parte por delante, un mundo con el Madrid enfrente, y más en el Bernabéu. Se reanudó el choque con más lío. De Burgos indicó penalti tras una caída de Hazard, pero el VAR le instó a revisar la jugada y a corregir porque no hubo derribo al belga. Estaba mucho más cómodo el Elche y más impreciso y ansioso el Madrid que en el primer período. Además, sufrió la
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Se marchaba un jugador con una influencia devastadora en el ataque del Real Madrid, quizá el más en forma de las grandes ligas, y Jovic afrontaba otra oportunidad para reivindicarse. Nada cambiaba y Carletto buscó alteerar el guion y reactivar al líder con Rodrygo en lugar del metrónomo Kroos. El Elche se sentía comodísimo, pero aún podía acusar el vértigo de verse ganador en el Bernabéu. Había mucho cansancio físico y mental, con esos 120 minutos coperos tan recientes. El Elche encontró otra jugada aislada, con gran manejo de Boyé y enorme definición de Pere Milla.
Apeló de nuevo el Madrid a la heroica, virtud que forma parte de su idiosincrasia, acortó distancias de penalti, transformado por Modric tras mano de Pere Milla indicada a instancias del VAR. Pudo haber otra pena máxima por mano clara de Verdú, pero a estas alturas ya nadie entiende nada. Se llegó a los cuatro a descuento y Militao rescató un punto para el líder tras un centro soberbio de Vinicius. Jornada de locos. ¡Viva el fútbol!
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