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Sergio Ramos y Casemiro celebran el gol del empate.

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Sergio Ramos y Casemiro celebran el gol del empate. Uwe Kraft (Reuters)
Grupo B | Jornada 2

La épica salva al Real Madrid

Los goles de Benzema y Casemiro en la recta final del partido frente al Borussia Mönchengladbach mantienen con vida al campeón español, que rozó el precipicio con el doblete de Thuram

Óscar Bellot

Madrid

Lunes, 26 de octubre 2020

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Mencionar al Borussia Mönchengladbach supone conectar al madridismo con una de las epopeyas blancas en Europa. Treinta y cinco años atrás, el conjunto renano sucumbía por 4-0 en octavos de final de la extinta Copa de la UEFA con sendos dobletes de Jorge Valdano y Carlos Alonso Santillana que sirvieron para culminar una de las grandes remontadas de la historia. Los alemanes se habían impuesto en la ida por un contundente 5-1 en una jornada para olvidar en Düsseldorf en la que Rafael Gordillo salvó la honra. La escuadra que tutelaba Luis Molowny estaba contra las cuerdas. Pero aquel 11 de diciembre de 1985 ofreció un recital de raza, orgullo y pegada en el Santiago Bernabéu con una conclusión épica. A los 18 minutos ya mandaban los locales por 2-0 gracias a un par de cabezazos de Valdano a pase de Juanito. El miedo agarrotaba las piernas del cuadro teutón, al que dirigía un tal Jupp Heynckes que, trece años después, guiaría al Real Madrid hasta la ansiada 'séptima'. Santillana firmaría el tercero bien entrada la segunda parte y, a un minuto del final, el cántabro remataba la faena metiendo la puntera. Los saltos de Juanito camino del banquillo se convirtieron en el daguerrotipo de un club que nunca se rinde por titánico que sea el reto.

Sobre aquellos 'potros' reposaba el legado de un equipo que dominó en Alemania en los años setenta con futbolistas de la talla de Guntzer Netzer, Bertie Vogts, Allan Simonsen, Uli Stielike, Henning Jensen o el mismo Heynckes. Ambiciosos y descarados, conquistaron cinco veces la liga alemana, levantaron dos Copas de la UEFA y solo el Liverpool de Bob Paisley pudo apartarles de la 'orejona' en la final de la Copa de Europa disputada el 25 de mayo de 1977 en el Olímpico de Roma. Hoy, lejos de aquellos tiempos de esplendor, el 'Gladbach' funge como contendiente de los blancos en una prematura 'final' en octubre.

Porque el duelo en el Borussia Park reviste un carácter determinante para el futuro del Real Madrid en el continente. La imprevista derrota frente al Shakhtar Donetsk ha colocado a los blancos en una complicadísima coyuntura y les obliga a sumar en su visita a Alemania para no agitar el fantasma de una eliminación tempranera. Colista de un grupo que hace temblar, el Real Madrid no tiene margen de error antes de recibir el próximo martes al Inter en otro pulso a vida o muerte.

Hazard, en la recámara

Los blancos llegan a la cita espoleados por el subidón de adrenalina que ha supuesto su victoria en el clásico disputado en el Camp Nou. Un golpe de autoridad que ha servido para calmar las aguas y reforzar la unión de Zidane con el vestuario. El marsellés se reivindicó en el feudo azulgrana y ahora le toca enderezar el rumbo en la Champions. Para ello recupera a Hazard, que ha acortado plazos en su recuperación. El belga fue la gran sorpresa en la convocatoria pero llega sin ritmo. No juega desde la derrota ante el Manchester City el 7 de agosto y su incorporación debe ser paulatina para no sufrir una nueva recaída que agrave el 'vía crucis' que vive desde que viste de blanco. Pero su entrada en la dinámica de grupo es un motivo de alegría en un Madrid que le necesita en plenitud de condiciones para pelear con los colosos del continente.

La plaga de bajas en el lateral derecho dará continuidad a Lucas Vázquez, rehabilitado tras el clásico, en una retaguardia que luce su rostro más rocoso con Mendy en el carril zurdo. De mediocampo en adelante, los mismos cromos que en el Camp Nou, por lo que Modric volverá a guardar turno en el banquillo pese a reivindicarse en el feudo azulgrana con un gol de bandera.

Enfrente estará un 'Gladbach' que llega en buena forma tras ganar a domicilio al Mainz en un partido en el que su técnico, Marco Rose, reservó a numerosos titulares, y sacar un meritorio empate ante el Inter en San Siro, en el estreno de la que es su tercera participación en la fase de grupos de la Champions. La fortaleza defensiva sigue siendo la asignatura pendiente de una escuadra que ha encajado diez goles en los ocho partidos oficiales que ha disputado este curso y cuatro en los dos últimos. Se esperaba la presencia de unos 300 espectadores en la grada para disfrutar de un enfrentamiento con aroma de leyenda, pero las autoridades revocaron el permiso por el aumento de casos de coronavirus en la región.

La casta mantiene al Real Madrid con vida en Europa. El equipo de Zinedine Zidane, que durante muchos minutos se vio al borde del precipicio en la Champions por el

Los

Metió el Madrid intensidad y ritmo, persuadido de la elevada factura que le pasó su apatía frente al Shakhtar, pero

Borussia Mönchengladbach

Sommer, Lainer, Elvedi, Ginter, Bensebaini, Kramer, Neuhaus, Hofmann, Stindl (Wolf, min. 79), Thuram (Herrmann, min. 70) y Plea (Embolo, min. 79).

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Real Madrid

Courtois, Lucas Vázquez, Varane, Sergio Ramos, Mendy, Casemiro, Valverde, Kroos (Modric, min. 70), Asensio (Rodrygo, min. 83), Vinicius (Hazard, min. 70) y Benzema.

  • Goles: 1-0: min. 33, Thuram. 2-0: min. 58, Thuram. 2-1: min. 87, Benzema. 2-2: min. 93, Casemiro.

  • Árbitro: Orel Grinfeld (Israel). Amonestó a Stindl, Bensebaini , Neuhaus y Casemiro.

  • Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo B de la Liga de Campeones, disputado en el Borussia Park a puerta cerrada.

Al Madrid se le ponía el asunto en chino mandarín. Tocaba aportar mordiente. Lo intentó Asensio con un disparo a bocajarro que repelió Sommer con manos de titanio. Pero

De vestuarios volvió un Madrid más agresivo. Asensio estrelló la bola contra la madera y Ginter impidió poco después que embocase cuando ya se relamía. El balear fue la mayor fuente de problemas para la zaga germana, más preciso que un Vinicius sin tino en una acción pintiparada. Eran los mejores minutos de un Madrid al que el cronómetro presionaba. El empate entre Shakhtar e Inter le daba aire, pero solo si sumaba en Renania. El 'Gladbach' resistía sin perder la cara. Kramer pudo avivar el fuego, pero Casemiro sacó el extintor.

El resultado acuciaba a Zidane, que envidó con Modric y Hazard, de vuelta 81 días después. El belga pudo acortar distancias a pase de Benzema, pero el golpeo se le fue a la red. Ordenó zafarrancho de combate Sergio Ramos, que se instaló como delantero. Arreaba el Madrid, al que el orgullo jamás abandona. Y así, a base de coraje, consiguió acortar distancias. Colgó Valverde al segundo palo, salvó Casemiro con la testa sobre la línea y

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