Sanidad cede ante la Federación y vacunará a los jugadores de La Roja con Janssen y Pfizer

Las diferencias en los contactos comenzaron por la mañana. Cuando todo parecía listo para que el Ejército acudiese este viernes a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas a administrar el preparado de Pfizer a los integrantes del combinado nacional, el proceso dio un bandazo por la demanda federativa de que se les inoculara la monodosis de Janssen a aquellos que no hayan pasado el coronavirus, pese a que esa profilaxis no está recomendada para menores de 40 años a causa de unos rarísimos casos de trombos registrados entre la población joven.

El equipo de Rubiales consideraba que la decisión de suministrar los sueros a los componentes del grupo que debutará en la Eurocopa el lunes frente a Suecia llegaba tarde y temía posibles reacciones adversas que privarían a Luis Enrique de algún futbolista en pleno torneo, lo que lastraría las opciones de una selección cuyo plan de trabajo se vio dinamitado con el positivo de Sergio Busquets el pasado domingo, lo que obligó a establecer rutinas de trabajo individualizadas, limitó la labor táctica y motivó el llamamiento de seis nuevos futbolistas, a los que luego se sumarían otros once procedentes de la selección sub-21, para crear burbujas paralelas en previsión de nuevos contratiempos.

Con la incertidumbre y el desasosiego marcando el día a día de un bloque que debía estar centrado únicamente en preparar el Europeo pero que ahora contiene la respiración por los resultados de las pruebas PCR a las que se somete cada jornada, la Federación pisó el freno porque no veía lógico dispensar las dos dosis de Pfizer previstas por Sanidad a los futbolistas una vez metidos en faena, esto es, con el balón ya rodando. Los pinchazos requieren un espacio de tres semanas, por lo que aun en el caso de que el primero se produjese este viernes mismo, la segunda inoculación llegaría a comienzos de julio, justo la semana en la que se disputan los cuartos de final.

Lo que nadie quería era que el preparado de cualquier marca limite el rendimiento de los jugadores a pocas horas de su estreno en la Eurocopa, y por eso la Federación detuvo la iniciativa. Los efectos del profiláctico no son inmediatos y la protección total llegaría con la Eurocopa ya finalizada en caso de que se optase por Pfizer, por lo que en la selección se entendía que esa medida, más cosmética que otra cosa a estas alturas, apenas tendría impacto sobre la salud de los convocados y hasta podría resultar contraproducente para su desempeño deportivo.

Finalmente, ambas partes llegaron a un acuerdo de forma satisfactoria: Pfizer para los que han superado la enfermedad hace ocho semanas y Janssen para los demás miembros de la expedición.

En su primera comparecencia telemática desde que se produjo el positivo de Busquets, Luis Enrique mostró su malestar por la tardanza en las vacunaciones: «Nos hubiera gustado que se hubiera hecho en el momento oportuno, que era después de la lista oficial», declaró el seleccionador en una rueda de prensa en la que desveló que Rubiales le informó dos meses atrás que trabajaba en la vacunación de La Roja. «Eso no se pudo conseguir entonces», lamentó el técnico asturiano, que recalcó que le «fastidiaría mucho que hubiera reacciones adversas».