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CARMEN CARVALLO
Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 23 de septiembre 2020, 01:00
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La canterana del SPAR Gran Canaria, Astou Ndour (22 de agosto de 1994), mejor jugadora del último Eurobasket vistiendo la camiseta de España y hoy en las filas de Dallas Wings, franquicia de la liga WNBA, estuvo ayer en La Paterna rememorando los momentos de su juventud junto a quienes le enseñaron los fundamentos del baloncesto de competición, Begoña Santana y Domingo Díaz, en cuya casa se aloja siempre que viaja a Gran Canaria, unas cuatro veces cada año.
La pívot senegalesa se prepara para volver a competir al máximo nivel, entre Turquía y Estados Unidos. Ha firmado por el equipo otomano Hatay Basketball. Así lo ha confirmado ella misma. De origen senegalés pero formada en Gran Canaria a través del SPAR Gran Canaria, adonde llegó en 2008, quiere seguir labrando su historia de superaciones y éxitos.
Es la segunda vez que Ndour actúa en Turquía, ya que en 2014 jugó con el Fenerbahce de Estambul, donde logró el título de la Copa.
A pesar de haber competido con la histórica Sancho Lyttle por una plaza en la selección española durante los últimos años, Ndour ha sido una pieza importante para el seleccionador Lucas Mondelo.
Su crecimiento en las categorías inferiores iba a hacer que pronto diera el salto a la absoluta. Astou Ndour ya cuenta con varios éxitos internacionales, bronce en el Mundial de Tenerife y oro en el Eurobasket de 2019 entre otros. En este último torneo, la pívot fue nombrada como MVP del campeonato.
El pasado mes de diciembre culminó el proyecto que perseguía desde que llegó a la élite: poder inaugurar la fundación Astou Ndour Sports-Études.
«La idea que tuve siempre fue la de unir el deporte y la educación, que son las armas más poderosas para cambiar el mundo. Y el objetivo, cuando retomemos la normalidad, es acoger a unos cien niños, entre los cuatro y los 14 años de la zona. Ofrecerles instalaciones y material. Pero no nos podíamos apartar de la realidad de estos tiempos. Así que nos organizamos para entregar a la gente los alimentos básicos y paliar la falta de recursos. El virus nos ha frenado, pero no podemos parar», prosigue Astou. Una voluntad solidaria con una clara esencia biográfica.
«No quiero que las próximas generaciones sufran los problemas que yo sufrí», dice. «De pequeña nunca tuve unas zapatillas, por ejemplo. Me entrenaba con unas sandalias de plástico. Nunca me quejé porque quería seguir intentándolo», recuerda con dulce nostalgia.
Ndour llegó a Las Palmas en busca de una oportunidad en 2008, con 14 años y 58 kilos, 20 menos de los que pesa en la actualidad.
Sus condiciones innatas estaban lastradas por la anemia y un físico enclenque, como recogía el diario 'El País'.
Domingo Díaz, y su mujer y también entrenadora, Begoña Santana, la acogieron en su casa y la sacaron adelante.
«El baloncesto era mi pasión desde pequeña. En Senegal, cuando eres una niña, es muy pero que muy difícil que te dejen soñar. A mí siempre me decían que este deporte era solo para los chicos. Se burlaban de mi altura, me llamaban flaquita. Como no seas fuerte y tengas un objetivo claro, te hacen abandonar y que te rindas», comenta la chica de la voz tranquila.
En el año 2011, Domingo Díaz consiguió que obtuviese el pasaporte español, un trámite fundamental para cimentar su carrera profesional y que se produjera el esperado despegue en las canchas.
A los 19 años, debutó en la WNBA y, en 2015, debutó con la selección absoluta, con la que ha ganado cuatro medallas en cuatro torneos.
Astou, un ejemplo de lucha y éxito estuvo ayer en La Paterna y sabe que un día volverá a vestir la camiseta del SPAR Gran Canaria.
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