Tres cosas hay en su vida: café, yo y Pedraza

8.00 horas. Nada más levantarme, tengo por costumbre beber agua. Eso y tomar un café son cosas que van asociadas. Lo he de confesar: soy totalmente dependiente de la cafeína. Después del desayuno escucho algo las noticias, me gusta estar al tanto de los acontecimientos políticos. Luego suelo mirar los correos. Me estoy metiendo en Twitter por esto de promocionar los trabajos con Álex de la Iglesia. Mi mujer dice que estoy cambiando. Y es verdad que las redes sociales son un poquito como una droga, aunque por el momento no es mi caso.

10.00 horas. Desde hace 30 años practico yoga, lo cual me salva la vida. Si no lo hiciera sería un 'killer'; el yoga me calma y aporta paz. Todos mis maestros han sido de California, donde lo aprendí, y ahora, gracias a la experiencia acumulada, es algo que puedo hacer solo.

12.00 horas. Recuerdo que los compañeros de 'la serie 'Friends' eran fantásticos. La fama y el dinero no han cambiado a Jennifer Aniston, y lo mismo ocurre con Courteney Cox. Para conseguir el papel de Paolo acudí a un 'casting'; el personaje encajaba bien con mi estilo. Cuando me presenté creí haber llegado tarde, estaba seguro de que ya habían elegido a otro candidato. Pero improvisé unas frases en italiano y parece que gusté a los productores. Enseguida, en cuestión de horas, me llamaron para comenzar los ensayos. Lo sorprendente de 'Friends' es que es un fenómeno intergeneracional. La ha visto el público de mi edad, el de la edad de mi hija mayor, de 31 años, y el de Greta, la pequeña, de 13.

17.00 horas. Vivo entre California, donde he pasado media vida, y Roma. Echo mucho de menos aquella tierra, donde tengo mi segundo domicilio, porque ahora con la pandemia no puedo viajar. Allí pago mis impuestos y voto -en esta ocasión lo he hecho por Biden- y allí está mi hija mayor, Jade, que vive en Texas. Ahora pasa algo curioso, y es que siento que mi otra familia está en España.

18.00 horas. En Roma estamos muy confinados. Llegó el verano y creímos que habíamos liquidado al virus, pero ni mucho menos. Ha vuelto y está matando de nuevo. El lado positivo de todo es que como no puedo salir mucho, pues a las seis de la tarde cierran todos los bares y restaurantes, he empezado a hablar con mis vecinos. A partir de las diez, si quieres andar por la calle, has de llevar un justificante de que, por ejemplo, vas a la farmacia o algo por el estilo. Es todo bastante triste.

19.00 horas. Un día perfecto sería aquel en que pudiera levantarme en Venice Beach, un barrio costero de Los Ángeles y comer en mi restaurante favorito de sushi; tomar chocolate en Angelina, en París; y cenar en Roma con los amigos. No soy un gran bebedor, el deporte me ha salvado y aportado disciplina. No puedo beber porque enseguida me emborracho. No obstante, me gusta más el vino que los cócteles, aunque tomarse un Negroni en Venecia es una experiencia total. Por cierto, me ha sorprendido la cantidad de cerveza que bebe la gente en España. Muchísima.

19.00 horas. Hago mucho deporte para tener la mente equilibrada. La interpretación es una de las profesiones más difíciles porque vives pendiente de que te llamen para trabajar. Y para eso hay que tener mucho temple, cosa que solo consigo con el ejercicio. Antes de ser actor me dediqué al deporte profesional hasta los 21 o 22 años jugando al waterpolo. Luego empecé a estudiar Derecho por la presión de mis padres. Ya entonces tocaba la guitarra y me gustaba muchísimo el mundo del espectáculo y el teatro, pero no tenía ocasión de aprender porque vivía en una ciudad de provincias pequeña, Matera, donde no había escuela de arte dramático.

19.00 horas. Me encantaría comprar una casa en Pedraza, donde rodamos '30 monedas'. Ojalá volvamos allí a trabajar para devolver todo lo que me ha regalado su gente. Pedraza es una de las ciudades más bonitas del mundo.

12.00 horas. Sigo practicando el español. Siempre quise aprenderlo pero nunca pude, de manera que no tuve más remedio que estudiarlo muy rápidamente. Cuando Álex me llamó, mi agente pensaba que hablaba español porque una vez hice de mexicano en una película, pero no era cierto. Así que contacté con una actriz española en Roma y le rogué que me enseñara a pronunciar un texto. Lo memoricé, lo grabé y se lo envié a Álex. Le agradecía que hubiera pensado en mí y él consideró que estaba preparado para interpretar al padre Ángel.

20.00 horas. Estoy deseando viajar a Estambul, de donde es mi mujer, Yasemin Sannino, turcoitaliana y una cantante maravillosa. Mi primera mujer también lo era. Es curioso que en mi vida haya tenido tanta presencia la música. Cuando llegó la moda de los videoclips, hice muchos para cantantes y músicos. Sting, Santana, Plácido Domingo... Fue una gran oportunidad para actores jóvenes como yo.

22.00 horas. No me da miedo la muerte. Lo que me fastidia de ella es que no podré hacer todo lo que quiera. Tememos lo que ignoramos, y si al miedo le pones rostro, ya le coges confianza. La oscuridad da miedo, pero en cuanto alumbras una llama, se va.