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El magistrado-juez Gumersindo Pedro Manso Abizanda, titular del Juzgado de lo Social nº8 de Las Palmas, ayer, durante el juicio. COBER
El primer juicio por acoso laboral contra Chichon y la OFGC está a la espera de las conclusiones

El primer juicio por acoso laboral contra Chichon y la OFGC está a la espera de las conclusiones

El juez Gumersindo Pedro Manso Abizanda presidió la vista por la demanda presentada por Isabel Turienzo, jefa de producción de la orquesta

VICTORIANO S. ÁLAMO

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 15 de julio 2021, 01:00

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El Juzgado de lo Social nº 8 de Las Palmas de Gran Canaria acogió ayer el juicio por la demanda de acoso laboral presentada por la jefa de producción, Isabel Turienzo, contra la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) y contra Karel Mark Chichon, director titular y artístico de esta formación musical.

Queda pendiente la celebración, aplazada hasta el próximo año, de un segundo juicio, también por una demanda de acoso laboral presentada por el hoy exgerente de esta entidad, Christian Roig Puig, contra Karel Mark Chichon y contra la Fundación OFGC.

El magistrado-juez Gumersindo Pedro Manso Abizanda, titular del Juzgado de lo Social nº8, presidió la vista tras la que otorgó diez días a las partes para que presentaran por escrito sus conclusiones y atendiendo a las mismas dictará sentencia. Este periodo temporal se debe a la gran envergadura de la testifical y a que durante el juicio la abogada de Isabel Turienzo presentó un audio de una reunión interna de la OFGC que se escuchó parcialmente ayer, por lo que el juez determinó el plazo señalado para que los abogados de la Fundación y del director británico puedan escucharla al completo, si así lo consideran oportuno.

Desde el primer momento, Manzo Abizanda dejó claro que en la sala correspondía «acreditar si se ha cometido un acto grave como es el de acoso laboral y no se ha venido a hablar del carácter de este señor», en referencia a Karel Mark Chichon, por lo que exigió a los tres abogados «ir al grano y a los hechos concretos».

Esta advertencia, que reiteró en varias ocasiones durante los testimonios, llevó a que algunos de los testigos convocados, tanto por Isabel Turienzo como por la defensa de Karel Mark Chichon, finalmente no prestaran declaración. «Ya está todo claro» y «eso ya se explicó anteriormente y no lo vamos a repetir» fueron varias de las puntualizaciones del juez Gumersindo Pedro Manso Abizanda, que incluso aceleró varias de las testificaciones que, a preguntas de la abogada de Isabel Turienzo, respondían cuestiones sobre el funcionamiento interno de la OFGC y no sobre los hechos.

Por petición del abogado de la Fundación declaró el perito Raúl Rojas, de la empresa de abogados Ecija, que elaboró un informe para analizar este caso de presunto acoso laboral. Ratificó ante el juez las conclusiones del mismo que consisten en una «ausencia de acreditación de los hechos por falta de pruebas». Apuntó que lo detectado ha sido «una relación tensa o intensa» entre la jefa de producción y el director titular y artístico, motivado por «un choque importante en las funciones a realizar» y una serie de «discrepancias laborales sin voluntad de dañar» por parte de Chichon.

Gisela Wachtendorff Frantzen, coordinadora de programación desde hace 29 años y «enlace» entre Chichon y la OFGC cuando el director no está en la isla, según reconoció ante un pregunta concreta del juez, relató que en una ocasión, en uno de los pasillos de la sede de la Fundación, Isabel Turienzo la llamó a gritos «mentirosa y espía» y que la bronca continuó horas después en el despacho, por lo que «presenté una queja ante el comité de empresa y una denuncia en el registro central del Cabildo de Gran Canaria a la consejera de Cultura y que sigue sin respuesta».

Tanto Jorge Betancort Rijo, de Aguilar Abogados y representante de la Fundación, como Francisco Fernández Garrido, de Wellaw Abogados en representación de Karel Mark Chichon, coincidieron en sus intervenciones iniciales en poner de relieve que en la demanda presentada por Isabel Turienzo «no se especifican tratos vejatorios» y que la misma se presentó cuando llevaba dos meses en el cargo, por lo que «no existe reiteración en el tiempo, que es una de las bases de los casos de acoso laboral».

«Una cosa son distintos puntos de vista y otra cosa es un caso de acoso laboral», subrayó Betancort Rijo, que también destacó que el instructor del informe de la empresa Igualia -anterior al realizado por Ecija-, que detectó «indicios de acoso laboral», sobrepasó sus funciones durante la realización del mismo.

Al respecto de ese informe, el abogado Fernández Garrido advirtió que en la demanda presentada por Isabel Turienzo en septiembre de 2020 «ya se solicitaba el informe de Igualia cuando no se había iniciado el mismo».

Guacimara Medina, en una imagen de archivo. c7

La consejera Guacimara Medina responde al juez que «sí» quiere que gane la jefa de producción

El magistrado-juez Gumersindo Pedro Manso Abizanda, titular del Juzgado de lo Social nº8, preguntó a cada testigo si quería que la parte que le había convocado «ganara» el juicio. Salvo la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, todos contestaron que no se decantaban por ninguna de las partes litigantes.

Medina, que fue como testigo de Isabel Turienzo, la jefa de producción de la OFGC, respondió abiertamente que «sí» quería que se decantara la balanza hacia ella.

Conviene recordar que cuando se presentó tanto esta demanda por acoso laboral como la que hizo efectiva por la misma acusación el hoy exgerente Christian Roig Puig, que también van contra la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, era la presidenta de su Patronato y de su comisión ejecutiva.

En febrero de este año, tanto Guacimara Medina como Miguel Ángel Pérez del Pino, que figuraba como vicepresidente del Patronato y parte de la comisión ejecutiva, presentaron su s respectivas renuncias a estos cargos en la formación musical isleña, tras lo que Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, recuperó la presidencia de esta Fundación, cargo que ostentó durante la anterior legislatura, con Carlos Ruiz como consejero de Cultura.

El abogado de Karel Mark Chichon preguntó a Guacimara Medina si Gisela Wachtendorff Frantzen, coordinadora de programación, le había entregado en mano una denuncia por acoso laboral contra Isabel Turienzo. Respondió que «no», tras lo que el abogado le pidió que viera el documento en cuestión, con registro oficial de entrada en el Cabildo. Entonces, la consejera dijo que «sí» se tenía «constancia en la corporación insular y que «no se había hecho nada» al respecto.

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