«No dejo de construir castillos en el aire»
Alberto Cortez canta esta noche, a partir de las 21.00 horas, en el Auditorio Alfredo Kraus, y mañana repite en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife, dentro del festival Mar Abierto. Abordará los grandes éxitos de su carrera, entre los que no falta el icónico Castillos en el aire, a cuyo espíritu se aferra «para seguir soñando».
José Alberto García Gallo (Rancul, 1940), conocido artísticamente como Alberto Cortez, llega al Festival Mar Abierto con muchas «ganas» de reunirse «con un público que siempre ha entendido muy bien» su música, tal y como define a sus seguidores en las islas.
«Puede que sea porque Canarias está en la mitad del viaje entre Europa y América, pero siempre me he encontrado en las islas con un público muy afín a mi predisposición, al que le gustan las canciones bien escritas y sensitivamente interpretadas», asegura el cantante, que esta noche actúa en el Auditorio Alfredo Kraus, a partir de las 21.00 horas, y que mañana repite, en el Teatro Guimerá, a las 20.00 horas.
En estos conciertos isleños, al que se sumó el que ofreció ayer en el lanzaroteño auditorio de los Jameos del Agua, repasa los principales éxitos de su dilatada carrera. «Es lo que la gente quiere escuchar. Son las canciones que siempre han aplaudido. No se trata de un éxito concreto. Es una proposición que le hacemos al público y éste lo acepta o no. En Canarias, siempre lo han aceptado», señala.
No puede faltar dentro de su repertorio temas como Mi árbol y yo, En un rincón del alma, Cuando un amigo se va o Castillos en el aire. Preguntado sobre éste último, el cantante argentino, afincado desde hace años en España, explica que su espíritu sigue muy vivo. «Intento no dejar de construir Castillos en el aire, porque significa estar dispuesto a soñar. Eso es algo tan hermoso y activo en cada ser humano que acaba representando la forma de ser de cada individuo», puntualiza.
La poesía siempre ha sido un elemento esencial dentro de sus composiciones. Con el paso de los años, esta pasión no le ha abandonado. «La poesía es la expresión del alma y una de las más nobles expresiones del ser humano. Leo la poesía que me llama la atención. Leo a Lorca y a Machado constantemente. De los actuales, tengo cierta confusión de nombres, pero cada vez que me encuentro con un poema nuevo, lo leo con el mismo entusiasmo que si fuera un clásico. Tengo un libro de versitos de andar por casa. A ver si encuentro un editor con pajaritos para editarlo», confiesa entre risas.
Se presenta en esta nueva gira en un formato íntimo. «Es una apuesta compleja. Trabajar solo con un pianista no resulta fácil. Cuando saltas al escenario con un grupo que sacude el ambiente sonoro, es más sencillo que el cantante triunfe. En este formato, tienes que contar con un pianista excelso y con el que te entiendas muy bien. El trabajo lo engrandece en este caso un profesional como Fernando Badía. Viaja conmigo a todos sitios y existe una comunión muy intensa y humana entre nosotros», asegura este cantante y compositor, que se ha «retirado del mundo del disco» porque no comparte los caminos actuales de esta industria.