Camille Saint-Saëns y Fernando de León y Castillo. Una relación parisinac7
Camille Saint-Saëns y Fernando de León y Castillo. Una relación parisina
«Un primer acercamiento a la relación entre ambos personajes, al albur de unas cartas conservadas por el compositor y el conflicto bélico con los Estados Unidos, en 1898».
Dionisio Rodríguez
Domingo, 7 de abril 2024, 19:46
Fernando de León y Castillo (Telde, 1842–Biarritz, 1918), marqués de Muni y embajador de España en París (1887-1918) durante la regencia de María Cristina y el reinado de Alfonso XIII, tuvo trato y relación con Camille Saint-Saëns (Paris, 1835–Argel, 1921). Las ... primeras noticias de don Fernando ligadas a las estancias en Canarias de don Camilo que tenemos documentadas, hacen referencia al año de 1890. Saint-Saëns había sido «reconocido» en Las Palmas, tras su larga primera estancia de incógnito por Andalucía y las islas, ausente en las comunicaciones con su familia y amigos franceses. En el revuelo mediático internacional ocasionado por dicho 'reencuentro', Canarias y en especial la ciudad de Las Palmas aparecen novedosamente en la prensa internacional. Como ejemplo, el parisino 'Le Matin', no sólo reproduce los textos de los hermanos Luis y Agustín Millares al respecto de la estancia del francés en la isla, sino que incluye también una breve descripción de la ciudad de Las Palmas y las Islas Canarias, mal conocida por los franceses, según reconoce el periódico.
«Nuevos detalles sobre la estancia de M. Saint-Saëns en Canarias. Uno de los miembros más conocidos de la colonia española de París ha tenido la amabilidad de comunicarnos una serie de nuevas informaciones que han llegado desde las Islas Canarias.
Las Palmas, donde se había refugiado Saint-Saëns, es la ciudad más importante de Canarias. Tiene nada menos que 30.000 habitantes. Situada junto al mar, se extiende a lo largo de 5 a 6 kilómetros, sus terrazas totalmente blancas, sus miradores y sus altas palmeras que le dan el aspecto de una ciudad árabe, contrastan con las altas torres españolas de sus iglesias. […]
Las Islas Canarias, poco conocidas en Francia, son especialmente frecuentadas por los ingleses, que las han elegido residencia de invierno o vienen como turistas a escalar el famoso pico del Tenerife. […] Las Palmas ha estado representada en las Cortes desde 1870 por un oriundo del país que ha tenido una brillante carrera política. Es el Sr. León y Castillo, actualmente embajador de España en París, uno de nuestros diplomáticos más amables».
El último día de abril de ese año (1890), publica 'La Época' (Madrid) un artículo de Eusebio Blasco titulado «París-Madrid», que da cuenta de la esperada y próxima llegada de Saint-Saëns a París y de la celebración, en los salones más distinguidos, del éxito de su ópera 'Ascanio'. En este caso, el de la editora y directora de la 'Nouvelle Revue', Juliette Adam. Parte del contenido lo va a reflejar 'El Liberal' de Las Palmas días más tarde.
«Madame Adam, esta excelente amiga de los hombres de letras y de los artistas, ha terminado sus recepciones del invierno con dos fiestas nocturnas, en las que hemos encontrado, como de costumbre, a los amigos y colegas. […] La última noche, Gallet, el autor del libreto de 'Ascanio' estaba materialmente acosado de preguntas; y nuestro embajador, muy satisfecho del éxito que tiene ahora en París la ciudad de Las Palmas, que el incógnito de Saint-Saëns ha hecho célebre en pocos días. El extravagante compositor estará de vuelta en París dentro de poco, y podrá apreciar el éxito de su ópera».
A su retorno de las islas, recibe Saint-Saëns una carta del grancanario Diego Ripoche Torrens, residente durante muchos años en la ciudad del Sena, solicitándole una colaboración económica para enviar a El Museo Canario una colección de bustos de las razas humanas, asunto que ya hemos tratado en estas páginas. Ante la sorpresiva misiva del desconocido, don Camilo contacta por carta a finales de mayo con el embajador parisino, al respecto de la solicitud recibida, la personalidad del tal Ripoche y de sus intenciones. Éste le contesta, en francés, en carta con membrete de la embajada de España y fecha de 2 de junio de 1890.
«Señor. En respuesta a su carta de 31 de mayo, le debo informar que el señor Ripoche es, en efecto, natural de Gran Canaria y corresponsal del Museo en esta villa. Él se dirigió a mí en esa condición, y persuadido de que se trata de una suscripción hecha entre personas del país y como yo mismo soy nacido en la Gran Canaria, le he remitido 80 francos.
F. de León y Castillo».
En noviembre de 1893, un buque, el Cabo Machichaco, cargado de explosivos, estalla en el puerto de Santander causando cientos de muertos, heridos y produciendo cuantiosas pérdidas. El día 5 de enero de 1894, estando el compositor ya en la isla para su segunda estancia, el diario local 'La Patria' recoge la crónica del concierto en París de la cantante española Elena Sanz, «la Dalila soñada», según el compositor. Con música del francés y fines benéficos, el conocido periodista Ricardo Blasco, corresponsal en la ciudad, relata detallada crónica del evento, desarrollado en la entonces recién construida Sala Olympia, propiedad de un español. La exiliada reina Isabel II, el presidente francés Sadi Carnot y el embajador León y Castillo, colaboraron en el evento organizado por la famosa contralto, retornada a su arte tras haber sido amante del monarca español Alfonso XII, al que dio dos hijos varones nunca reconocidos.
Elena Sanz, en el rol de Dalila.
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«En la función celebrada en París a beneficio de las víctimas de la catástrofe de Santander, se puso en escena la hermosa producción del Maestro Saint-Saëns que lleva por título 'Sansón y Dalila'. Elena Sanz interpretó la obra admirablemente recogiendo gran cosecha de aplausos».
El presidente francés, Sadi Carnot, sería asesinado por un anarquista unos meses después; en las solemnes exequias de estado que se le dedicaron en la catedral de Notre-Dame, Saint-Saëns tocó el órgano y León y Castillo representó a España y a la reina regente María Cristina.
Ya en 1898, a la llegada a Francia del compositor, tras una prolongada estancia insular, en la que debe salir subrepticiamente y en secreto de la isla, muy a su pesar, por mor de los tambores de guerra entre España y la expansionista administración estadounidenses, episodio también narrado en este mismo medio; se posiciona claramente Saint-Saëns con los españoles en su conflicto bélico con los Estados Unidos. El propio León y Castillo en sus memorias 'Mis Tiempos' habla del apoyo de los franceses: «En momento tan crítico, durante el periodo de la guerra entre España y los EE UU. Francia estuvo siempre a nuestro lado. […] La opinión francesa […] nos prestó por lo menos un apoyo moral extraordinario».
Participa Saint-Saëns en las veladas que recaudan fondos para España y realiza una donación a la suscripción de guerra. En carta oficial dirigida por el embajador español al banquero y cónsul general de Dinamarca, Émile Hosquier, el 27 de abril de 1898, dice: «Messieurs E. Hosquier & Cie. Señores: Vengo a rogarles agradezcan muy sinceramente al Sr. Camille Saint-Saëns, en nombre del Gobierno de S(u) M(ajestad), así como en el mío propio, los generosos sentimientos que ha manifestado hacia España, acusando recibo de la suma de mil francos que, por su mediación, ha tenido la bondad de enviar a esta Embajada para nuestra suscripción nacional. Reciban, señores, el testimonio de mi más distinguida consideración. F de León y Castillo.»
Las negociaciones de paz, durante la conocida como Guerra de Cuba, sitúan a Saint-Saëns en París como valedor de España en la contienda. Resulta llamativo que asunto tan serio se dirimiese entre saraos y banquetes, aunque sabemos que históricamente la «diplomacia de los manteles» ha propiciado acuerdos, hasta nuestros días, en asuntos políticos y empresariales de alto calado que se cierran en torno a un ágape.
Ya en octubre de 1898 y durante la negociación del armisticio/rendición de España, escenificado en París, con León y Castillo como embajador y anfitrión de las delegaciones de Estados Unidos y España; es el diario parisino 'Le Figaro' quien organiza un evento entre las partes. Hubo teatro y música, entre los actuantes, la actriz española María Guerrero interpretando a Echegaray. España aceptará finalmente, sin más que una tímida queja, las condiciones del todopoderoso vencedor, temeroso de que la contienda se traslade al otro lado del Atlántico y pierda también sus posesione insulares. No falta a la cita Saint-Saëns. Lo cuenta el diario 'La Época' (Madrid), el 15 de octubre.
«Ayer por la tarde inauguró 'Le Figaro' sus fiestas vespertinas de la estación actual con una recepción brillantísima, dada en honor de las comisiones que se hayan en París con objeto de concertar el tratado de paz definitivo entre los Estados Unidos y España. El importante periódico, tan genuinamente parisiense; mostró una actitud muy simpática hacia nuestro país durante la reciente guerra, y España no lo olvidará, de seguro, fácilmente. […] La dirección de 'Le Figaro' había invitado a la fiesta a todo el elemento oficial español y norteamericano que reside actualmente en París. […] También figuraban entre los invitados personalidades muy conocidas en los círculos parisinos, como el príncipe Rolando Bonaparte, el embajador M. Patenétre, que acaba de representar a Francia en España, el gobernador del Banco de Francia, el general Mourlin, los condes de Montsauliu y de Gabriac, Paul Boúrget, Sarcey, Paul Hervieu, Saint-Saëns, Edmond Rostand, el editor Ollendorf, el ministro del Brasil, el marqués de Girardin, etc. […]
Precisamente el martes próximo, el embajador de los Estados Unidos en esta capital, Mr. Horace Porter, dará un banquete en honor de los comisionados españoles; al que también están invitados el embajador de España y su señora. Y es de suponer que el señor León y Castillo, corresponderá al agasajo dando otra gran comida en honor de los comisionados norteamericanos. […] Apenas se ha instalado otra vez en París la señora de León y Castillo, procedente de Biarritz, y ya se han abierto los hospitalarios salones de nuestra embajada para recibir a los españoles que están pasando una temporada en París».
León y Castillo apostilla en las mencionadas memorias que: «El desastre de la guerra con los EE UU tuvo triste remate en el despojo y en las imposiciones del Tratado de París (armisticio). En el breve espacio de unos cuantos meses había España liquidado siglos de poderío y de grandeza histórica».
'El Liberal' de Tenerife se hacía eco, a mitad de mayo de 1898, de una noticia aparecida en 'La Patria' (Las Palmas), que a su vez hace mención de otro rotativo: «Según nuestro querido e ilustrado colega El Cronista (¿Las Palmas?) el eminente pianista y laureado compositor Mr. Camilo Saint-Saëns, regalará al Gobierno español, para que su producto se destine a la suscripción nacional, la propiedad de una nueva ópera que a la sazón se halla escribiendo el inspirado maestro».
No parece muy verosímil la noticia. Lo que estaba componiendo en ese momento Saint-Saëns, entre otras cosas, en Guía de Gran Canaria, es la música escénica para 'Dejanire', con libreto del mencionado Louis Gallet; espectáculo financiado por el mecenas de Bézier (Francia) Castelbon de Beauxhostes; aun así refleja una clara alusión al alineamiento del compositor con España, ya manifestado desde antes del comienzo de la contienda.
Seguramente Fernando de León y Castillo, reputado melómano, y Saint-Saëns, tuvieron ocasiones de verse y tratarse en Paris; ya que ambos figuraban en los salones más ilustres de la ciudad y eran destacados miembros de esa sociedad, en la que la esposa del marqués de Muni, María de las Mercedes Retortillo y Díez, como hemos visto, era activa colaboradora. Queda pendiente de una mayor investigación y de profundizar en las agendas comunes, la relación entre este singular canario y el afincado compositor francés, que nos visitó, vivió entre nosotros casi dos años de su vida, e hizo de nuestras islas su particular paraíso.
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