El agujero negro de las ayudas al cine
Los agujeros negros son uno de los grandes misterios que los astrofísicos no logran descifrar. Las subvenciones destinadas por el Gobierno de Canarias para que los cineastas isleños desarrollen su talento se han convertido en un fenómeno similar, a pequeña escala, de los que se desarrollan en los confines del universo conocido.
A día de hoy, el sector da por seguro que los 375.000 euros destinados por el Ejecutivo de Fernando Clavijo como apoyo a la producción para este 2018 no se van a ejecutar.
Hay que tener en cuenta que ni se han convocado las bases para optar a este dinero y el reglamento establecido por el propio Gobierno establece la creación de una comisión que evalúe los proyectos que se presenten y que todos los gastos tienen que estar auditados y justificados antes del 31 de diciembre.
Es más, la consejería de Turismo, Cultura y Deportes reconoce a este periódico que desde Economía aún no se ha transferido los 375.000 euros para poder realizar la convocatoria pública.
Este canto a la ineficacia de los máximos responsables autonómicos se suma al que el Clúster Audiovisual de Canarias, la Asociación de Cineastas de Canarias Microclima y la Asociación Canaria de Empresas y Profesionales del sector de la Animación, el videojuego y los efectos visuales (Save) denunció el pasado 16 de octubre. De los dos millones de euros destinados por el Gobierno de Canarias en 2017, casi 1,3 millones no se ejecutaron, según figura en la Cuenta General de Gastos de la Comunidad Autónoma.
«Habrá que ver qué se ha ejecutado del otro millón de euros que correspondía para este año de los tres que estipuló el Gobierno hace tres años. Sabemos que muchos proyectos se han quedado en el camino, porque vieron que era imposible cumplir con los requisitos, que ya advertimos en su momento que no se ajustaban a la realidad del sector», apunta José A. Alayón, cineasta, productor y presidente del Clúster Audiovisual de Canarias.
Sin ir más lejos, el que logró una mayor puntuación para este año, Hombres de leche, primer largometraje del grancanario David Pantaleón con el apoyo de la productora Volcano –con mucha experiencia en las islas– renunció a la subvención porque consideraba inviable su justificación cuando tenía planificado su rodaje para el pasado verano.
En su intervención en el Parlamento de Canarias, el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, Pedro Ortega, aseguró que el reglamento y el desarrollo de las ayudas habían sido consensuadas con los profesionales del sector.
«No es cierto. Desde el principio les dejamos claro que el reglamento era inviable. Solo se consensuaron en distintas reuniones algunas partes, referidas a los criterios de puntuación y otros apartados, pero los tiempos de justificación advertimos que eran inviables. Después se oscureció el proceso. Ni siquiera nos enseñaron un borrador previo, no existe una memoria, ni nada de nada. En marzo del año pasado presentamos una modificación de las bases y a día de hoy seguimos sin una respuesta. El sector ha hecho los deberes en todo momento. La descoordinación, la desidia y la falta de interés de las consejerías por el sector es absoluta», explica con pesar el cineasta Dailo Barco, actual presidente de Microclima.
Apunta «que desde agosto nos dicen que están trabajando en las bases», pero estamos en noviembre y nada se sabe de las mismas. «No es tan difícil. Desde el sector les hemos presentado las que se utilizan en comunidades como Galicia, País Vasco o Cataluña, donde existe un gran apoyo a la producción audiovisual y todo funciona muy bien. Y nada. Ni caso», dice la cineasta Macu Machín, vocal de la actual directiva de Microclima.
Marcos Martín, presidente de Save, se muestra tajante: «En el sector somos muy estrictos. Lo que no puede ser es que cargos públicos con responsabilidad no paren de tirar balones fuera. Hay algo que se nos escapa. El presidente Fernando Clavijo tiene que aclarar las cosas. En nuestra asociación tenemos a un afectado que no ha cobrado el dinero a desarrollo que le correspondía en 2017. Y eso que lo justificó en tiempo y forma».
«Está claro que falta actitud política y que existe una gran dejadez. Si el Ministerio de Cultura y otras comunidades aceptan las reglas de juego que hemos propuesto, ¿por qué el Gobierno de Canarias nos dice que no?», se pregunta José A. Alayón.